El preso V.I.P de Piedra de los Indios no entendió nada

¿Soportará la Justicia la presión de Zimmer preso?

Gabriel Monteagudo

La cárcel de Piedra de los Indios se ha convertido en una oficina de la Intendencia de Colonia. Tras el procesamiento con prisión del intendente Walter Zimmer y del director de Hacienda José María Aunchaín, el pequeño apartamento en el que ambos conviven tras el procesamiento de la Justicia, se ha convertido en una extensión de la oficina de la Intendencia.

Zimmer no es un preso común y por lo tanto, a los ojos del Instituto de Rehabilitación y de la clase política, es tratado como tal. Tanto uno como otro parecen burlarse del dictamen de la jueza, que estableció claramente el concepto de igualdad de trato y su equiparación a un ciudadano común, en la sentencia de ambos jerarcas. Los dirigentes del zimmerismo concurren a diario a Piedra de los Indios a recibir instrucciones del intendente. El servicio penitenciario le permite eso y mucho más. Sin pautas de días ni de horarios, como tiene un recluso común, Zimmer atiende a blancos y viejos compañeros del MLN todos los días, habla por teléfono con la prensa y esta semana recibió, entre otros, a un equipo de la revista Caras y Caretas.

Las declaraciones del Ministro de Defensa Eleuterio Fernández Huidobro a la salida su visita a Zimmer,  delatan que a medida que entra en edad se le escapa el raciocinio «la jueza cometió Abuso de Funciones» declaró. Pero lo fuerte no fueron las pavadas que dijo sino el mensaje que emite desde la cámara. Si eso no es presión a un poder independiente, no sé que es.

Zimmer no esconde su trato preferencial. No está sufriendo su estadía en el centro penitenciario, sino que se lo toma como “unas vacaciones”, dijo a El Observador esta semana.

Yo pensaba tomarme un descanso en Turismo, con mi señora, pero lo cambio por este descanso un poco distinto. Es un Turismo especial”, dijo entre risas. Más que el estado de ánimo del jerarca, sus declaraciones demuestran que Zimmer no comprende la realidad por la que fue tras las rejas. Aseguró desconocer por qué se encuentra preso, e insistió en que la jueza Virginia Ginares “se equivocó feo en su decisión” de procesarlo, le dijo a ese matutino.

Zimmer es un preso V.I.P en Piedra de los Indios, pese al dictamen de la Justicia de tratarlo como un ciudadano común. Desde la Intendencia aseguran que tanto él como el contador José Ma. Aunchaín “están permanentemente hablando con los jerarcas y dan órdenes de funcionamiento a diario”, señalan. “En los hechos Piedra de los Indios funciona como una oficina del Ejecutivo”, comentaba a EL ECO un funcionario que conoce lo que ocurre.

Tras decir que está preso por una “decisión grosera” de la Justicia, la última frase de la nota de El Observador no deja lugar a dudas de que Zimmer no comprende su estado. “Yo sé quién soy yo, y la gente sabe quién es Zimmer”, concluyó, con su habitual estilo bravucón.

¿Soportará la Justicia la presión que se hace desde el sistema político y desde algunos medios para dejar en libertad al intendente?

Por otra parte, la realidad de los últimos días dejó en evidente off side a Zimmer y al Partido Nacional. Tras la renuncia de Calloia al confirmarse su procesamiento y la renuncia al cargo de Lorenzo al conocerse el pedido de la Fiscalía, está claro que la permanencia de Zimmer en el sillón de General Flores tiene las horas contadas. El paso al costado de los dirigentes frenteamplistas tiene un componente ético que le hace bien a la política y que Zimmer y sus correligionarios blancos y amigos emeelenianos se niegan a ver.

Algunos apuntes: La jueza de los Santos entendió que como consecuencia del aval a Cosmo, hubo un abuso de funciones que mereció el procesamiento de Lorenzo y Calloia. Además, aclara específicamente que no hubo ningún tipo de beneficio personal directo ni a través de terceros. En estos casos me parece muy digna la posición de Lorenzo al no apelar, en una actitud de “metí la pata y me la banco”, y de la misma forma me pareció digno que renunciara al Ministerio inmediatamente y fuera a la Justicia como un ciudadano más. Hasta ahora, eso a Zimmer le queda grandísimo, solo para poner un ejemplo.

Las manifestaciones en la puerta, las marchas con banderas, etc. me parecen una payasada absolutamente fuera de lugar del Frente Amplio. La política es agonal, esto es agonía por el poder. En la agonía de esa batalla de ideas y acción hay heridos, muertos, sobrevivientes. Lorenzo y Calloia no son sobrevivientes, y por lo tanto, después del fallo judicial, harían bien, además, en alejarse de la política partidaria.

Le hacen bien al sistema institucional porque la política debe darle señales claras a la gente. Declaraciones como las de Valenti o las de Michelini cuestionando los fallos de la Justicia son fuera de lugar. Por eso estoy convencido de que Zimmer debe renunciar.

Su actitud de aferrarse al sillón municipal le hace mal a la política y es malo para la formación diaria de República que hacemos todos.

Que un jerarca procesado con prisión siga aferrado a la última coma del pie de imprenta de la Constitución para sostenerse en el cargo es sencillamente lamentable. Hasta ahora, más allá de los vericuetos jurídicos que le puedan buscar para lograr efectos en la opinión pública, sigo sosteniendo que hay un principio ético que señala que es mejor para la República que los tres se mantengan lejos de la política.

A juzgar por sus declaraciones a la prensa, Zimmer parece que aún no entendió nada.

2 comentarios sobre “El preso V.I.P de Piedra de los Indios no entendió nada

  1. Lamentable Sr. Gabriel Monteagudo, como periodista deja mucho que desear, nada de imparcial, como puede usted criticar las supuestas atribuciones que se toma el Dr. Zimmer si usted dentro de su ámbito laboral como es el periodismo hace lo mismo, por lo menos Zimmer acata, y respeta, aunque no este de acuerdo un fallo, y con la frente bien en alto. Usted un total soberbio, que da por sentado que su palabra es la verdad y la realidad. Muy altanero resulto y poco ético para ser buen periodista, me parece que no tendría que mirar tanto la paja en el ojo ajeno y empezar por casa con un poquito de algo que Zimmer le puede prestar que se llama «humildad», ya que a el desde mi humilde punto de vista le sobra.

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