
Era verano y el sol pegaba derechito en la cabeza de quienes andaban por Carmelo ese día, pero eso no incomodó a don Víctor Rossi, quién se calzó el gorrito con visera luego de salir de una reunión en el Archivo y Museo del Carmen. En su recorrida de bajo perfil por todo el país, se había acercado a hablar con la incipiente comisión por el bicentenario de Carmelo, que recién estaba dando los primeros pasos. Obviamente en este pueblo blanco, los integrantes de la comisión eran mayoritariamente blancos, pero eso no incomodó a Víctor Rossi, quien estaba interesado en ver que obras se podrían hacer en Carmelo. En ese momento no era ministro, simplemente un militante en apoyo del precandidato Tabaré Vázquez.
“Vamos a darle algo que seguramente no podrán hacer” pensaron algunos y entonces tiraron la idea nunca concretada por otros gobiernos anteriores, del segundo puente sobre el Arroyo de las Vacas “es impostergable” decían “los camiones y los ómnibus no pueden pasar más por el puente giratorio” afirmaban.
Las notas en medios locales y redes sociales denunciando camiones y ómnibus que pasaban por el puente giratorio eran cosa habitual.
Contra toda la historia de las promesas de otros políticos anteriores, se cumplió en tiempo y forma con la construcción del segundo puente.
Hace ya cuatro años de aquella inauguración y, sin embargo, los ómnibus, con todo su peso, siguen pasando por el histórico puente giratorio.
El gobierno nacional de entonces cumplió pero los gobiernos municipales y locales no han cumplido con Carmelo. Aún hoy los camiones de gran porte se pueden ver cruzando el puente giratorio y los ómnibus todos los días atascan siguen pasados como si el segundo puente fuera aún una promesa y no una concreta realidad.
A cuatro años de inaugurado el segundo puente, ni el gobierno municipal ni el gobierno local definieron una política de tránsito para los vehículos pesados, menos aún definir una terminal para quitar las agencias y por ende los ómnibus del centro de la ciudad.
A cuatro años, se puede decir que algunos cumplieron y otros están en falta con sus promesas.