Fiesta de la Uva. Un lío de blancos que pagamos todos.

Gabriel Monteagudo.

Desde este espacio vamos a defender la Fiesta de la Uva porque en cincuenta años, es de los pocos festejos cuasi religiosos que tiene Carmelo y que nos dan visibilidad a nivel nacional. Además. es el único al cual como sociedad carmelitana no hemos podido liquidar como lo hicimos con la fiesta de la cerveza, la fiesta de la gastronomía, el festival folclórico de la Liga Federal y una larga lista de festejos que hemos sabido dejar por el camino,  en esa pendiente de decadencia que como sociedad los carmelitanos venimos experimentando desde hace años.

Dicho esto, digamos también otra cosa y es que los problemas que se generan cada año en torno a la Fiesta de la uva es responsabilidad única y exclusiva de la intendencia de Colonia, más específicamente del Partido Nacional. 

Es un lío de blancos mal resuelto desde el inicio, que cada año tiene un coletazo.

En esta oportunidad las quejas se plantearon en la última sesión del municipio y hubo pase de facturas ante los reclamos de los vecinos y de los deportistas que ven hace quince días cerrado el predio en el que funciona un espacio de deportes. 

En ese marco, este año le tocó el turno de quedar en el medio a los concejales del Frente Amplio que apoyaron la fiesta pero que al igual que el resto del municipio que levantó la mano, no sabían que durante quince días iba a permanecer cerrada la pista Marcelo Bianchi, ni que iban a venir tremendos camiones ni que iba a haber gente con carpas o durmiendo en el predio.

La culpa tampoco es de Raúl Largher que busca como empresario el lugar que mejor le queda para que su negocio, esto es la fiesta, sea más accesible para el público y por lo tanto más visitada.

Personalmente aprecio mucho a Raúl Largher y a su familia, se del esfuerzo que hacen y repito, soy de los que apoyan la fiesta de la Uva porque la realidad ha demostrado que es un evento al que concurre gran parte de la gente de Carmelo. Algunos porque disfrutan de los espectáculos, otros porque disfrutan del paseo,  otros porque les gusta ir con la reposera a sentarse y ver lo que pasa en el escenario. Y a otros porque les gusta ir a comprar alguna cosa en oferta.

Creo que algo parecido sienten los concejales que apoyaron sin saber días atrás el lío que se iba a armar.

Dicho esto, digamos claramente también otra cosa. Raúl Largher hace lo que quiere porque es blanco y porque su intendencia es blanca y porque al igual que muchos blancos, sienten que en el departamento de Colonia pueden hacer lo que quieran sin dar muchas explicaciones. 

Raúl es funcionario municipal porque lo metieron políticamente en la plantilla municipal en una de las primeras  gestiones de Carlos Moreira, a partir de un lío muy similar al que se vive hoy. Acercamientos o distanciamientos con su partido o con su sector ha hecho que se le facilite algunas veces y que otras le pongan palos en la rueda.

Porque es blanco en una intendencia blanca  cree que no es necesario dar muchas explicaciones para el uso a veces un poquito excedido, de los bienes que son de todos.

Si tenía llave, si entraron camiones y nadie le dijo nada, si durmió gente allí y no debía, es porque Raúl Largher es blanco en una intendencia blanca.

Si fuera colorado o frenteamplista en esta intendencia, eso no pasaba.

¿Es culpa de él?. Personalmente digo que es responsabilidad del Partido Nacional y como todo lo que pasa en la interna del Partido Nacional en un departamento excesivamente blanco, termina siendo un tema que nos afecta a todos.

Finalmente, creo que los carmelitanos debemos apoyar la Fiesta de la Uva, pero debemos sincerarnos y hablar claramente, determinar que la fiesta se haga allí en la pista o trasladarla a un lugar que tenga el consenso de todos, y donde todos podamos disfrutarla, sin tener que pensar, que tan cerca estamos del gobierno blanco de Colonia.