El silencio de Moreira

Moreira no quiere hablar, y creo que en el fondo, no le está gustando mucho esa idea de ser el candidato que entre a la contienda electoral por la ventana.

El escenario ideal para un candidato con la trayectoria y la fuerza política de Carlos Moreira es que la justicia no halle mérito para cuestionar su actuación en el caso de los audios, que el Comité de Ética cambie su postura en base al fallo judicial, que  Partido Nacional acepte su reafiliación y que la convención departamental lo proclama candidato a la intendencia por aclamación.

Ese es el camino que merece un líder como Carlos Moreira. Lo demás es un retorcido atajo, una suma de  interpretaciones caprichosas de las normas electorales y de la legislación partidaria, una casi esquizofrénica búsqueda de argumentos para justificar a toda costa la candidatura a la intendencia en la próxima elección de mayo .

Ni por su trayectoria, ni por su perfil, me da la sensación que Moreira tenga ganas de embarcarse en cualquier cosa que no sea la recta línea del procedimiento correcto. Después de tres períodos al frente de la intendencia de Colonia, con un prestigio político consolidado y con una gestión que no tiene grandes cuestionamientos, da la sensación que Moreira no tiene ganas de ser candidato a cualquier precio. 

Esa puede ser una de las razones por las cuales no quiere hablar. Hay una cuestión de prestigio ganado, de trayectoria política reconocida por tirios y troyanos,  que hace que Moreira no se sienta cómodo aceptando y defendiendo la idea de ser un candidato parido con forcep en la próxima contienda electoral.

A esa sensación de hastío, con setenta y tres años a cuestas, se suma la presión de la barra departamental para que sea candidato y las traiciones y lealtades que ocurren en la interna del nacionalismo a nivel nacional.

Todos sabemos que  la barra departamental pierde mucho si Moreira no se presenta. Allí, en los cuadros dirigentes intermedios hay un elemento de  presión que Moreira siente sobre sus hombros.

Moreira era el candidato natural para un escenario político departamental, que en un abrir y cerrar de ojos, cambió abruptamente con la difusión de los audios. A eso se le suman muchos “era” y ningún “es”.

Moreira era el candidato cantado a la vicepresidencia y le bajaron el pulgar, Era el primer senador de Alianza Nacional y lo obligaron a renunciar, era un cantado ministro, un embajador. En un escenario ideal, Moreira era cualquier cosa que quisiera ser en el gobierno de Lacalle Pou. Hoy, por aquella tormenta  de octubre que aún no dejó de golpetear en su paraguas político, Moreira no es nada más que una garúa persistente, cuasi molesta, para el próximo gobierno. 

Ahora, Moreira aparece como un candidato para un tiempo que ya fue. El caudillo que golpea la mesa, ya no encaja en la nueva realidad política que ha sido permeada profundamente por la agenda de derechos, y por eso, su episodio telefónico muestra un trasfondo de machismo obsoleto, que no sólo es criticado sin parar en las redes sociales. Hay una dirigente de Montevideo que cada dia arranca su cuenta de twitter preguntando “ya renunció Moreira?”, pero además, no es menos importante, hay  una corriente interna del Partido Nacional que encabeza Beatriz Argimón que hace rato le bajó el pulgar.

Creo que Moreira lo sabe. Lacalle Pou espera un pronunciamiento de la Justicia para que el directorio le abra la puerta al partido y cumplir así su promesa de reincorporarlo, que le hizo cuando le rogó la renuncia. Además,  el Comité de Ética deberá hacer un nuevo informe que, dadas las circunstancias, no puede ser diferente al que hizo en octubre, porque la situación de Moreira no cambió para mejor. Algunos dicen que no le será fácil a Moreira lograr un nuevo informe favorable de la Comisión de Ética del Partido Nacional, y aunque no es vinculante, -eso no le impide ser candidato- de lo que diga esta comisión será de lo que se agarre el directorio para aceptar su reingreso a filas partidarias.

Alianza Nacional dice que no se opondrá a su candidatura a la intendencia ya que  no quieren aparecer haciendo el papel del “verdugo de Moreira” según palabras del propio Larrañaga, pero en el fondo  no le gusta que un candidato cuestionado éticamente, sea su bandera a la intendencia de Colonia, ni que se busquen atajos a la Carta Orgánica del Partido Nacional.

Para muchos dentro del Partido Nacional, Moreira está tratando de imponer una candidatura que ya no cuenta con apoyo de la cúpula, cúpula que cree que es hora de una “renovación a partir de postulados éticos” en la dirigencia nacional. Esta instancia les parece una buena oportunidad de purga partidaria, que se genera por el sólo hecho de que la justicia no se pronuncie ni a favor ni en contra a días de la  convención departamental. ¿Que pasará si la Convención lo proclama, la justicia no se expide y la Comisión de Ética señala que sigue siendo válido su informe de octubre pasado? ¿acaso el Partido Nacional va a permitirle igual la reafiliación para que sea candidato bajo su lema?.

Son preguntas que se van a contestar con el devenir de la agenda política departamental.

Mientras tanto Moreira espera, no habla con la prensa de este tema, y, pese a que le gusta la idea de ser intendente por cuarta vez, no creo que le guste la idea de ser candidato de esta manera.

Ser el candidato que entra por la ventana, es algo que no se merece ni su trayectoria ni su estatura política.

Y Moreira lo tiene claro.

Los zapatos de Moreira

Me lo imagino a Moreira. Debe ser duro, durísimo este momento para él. Sólo pensar cuántos años batalló desde aquella lejana Subsecretaría del Ministerio del Interior durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle, cuantos debates en el Senado, cuantos enfrentamientos, cuantas horas de estudio de los temas. Y cuantas recorridas en el llano del departamento durante tantos años.

Recuerdo entrevistar al senador Carlos Moreira en su búnker de Carmelo, el Hotel Urbano, lugar en el que se alojaba cada vez que hacía una gira política por esta parte del departamento. Siempre temprano, siempre con buena disposición. En los momentos más duros de su segunda gestión, cuando el caso de la Florería San Cayetano de Juan Lacaze ocupaba toda la atención periodística, -terminaron en prisión la Secretaría de la Junta y el dueño de la florería- Moreira jamás dejó de atender nuestras consultas periodísticas. Siempre señaló como destacable su actitud, porque ante tanto funcionario de cuarta con el que nos hemos cruzado en estos años, que te derivan con un Secretario para concertar una nota, o te dicen llamame y después nunca te atienden el teléfono, la actitud de Moreira siempre fue la de dar la cara.

Debió ser durísimo renunciar a todo nueve días antes de la elección nacional, cuando se veía que, al fin desde aquel lejano 1995, su Partido Nacional volvería a tomar el poder del gobierno nacional. Renunciar a la banca en el Senado, renunciar a un cantado cargo como Ministro del Interior y ver que en ese cargo, nombran a quién le estaba apedreando el rancho. Hablamos de Jorge Larrañaga, el mismo a quién apoyó en los momentos más difíciles, cuando hasta el perro del edificio disparaba de Alianza Nacional. Y renunciar además, por pedido de toda la fórmula presidencial, a su querido Partido Nacional porque le dijeron que el escándalo de los audios, podía comprometer en esas horas, la victoria blanca. Después de tantos años de fidelidad a la divisa, te regalo estar en los zapatos de Carlos Moreira.

Dicen que Guillermo Rodríguez lloraba cuando el lapidario informe de la Comisión de Ética del Partido Nacional, ponía ante Moreira la única opción que era la renuncia. No tengo dudas, porque Rodríguez es el que siempre estuvo al lado de Moreira desde que dejó su segunda intendencia. Dicen también que la mezquindad política de algún integrante del propio grupo hizo que proclamaran esa misma tarde, la muerte política del intendente y hasta designaran un sucesor. Algunos de estos entretelones contamos en la edición del sábado de EL ECO.

Por si fuera poco, el inexorable avance de las agujas del reloj le juega en contra. Antes del 9 de febrero, la fiscal de Colonia Eliana Travers deberá decidir si en los audios difundidos, si en los otros dos que están en su poder, y en las declaraciones de su ex pareja, existe algún indicio de delito, o caso contrario, decida el archivo de la causa. Si se da esta última hipótesis, Moreira pedirá la reincorporación al Partido Nacional, cuyo directorio se deberá reunir y aprobarlo, reunirse luego la Convención Departamental para que sus convencionales le habiliten el camino de la reelección.

Eso fue lo que le prometió, además, el hoy Presidente Electo, Luis Lacalle Pou. Al estallar el escándalo Lacalle mismo se comunicó con Moreira para pedirle la renuncia con la promesa que, una vez pasada la tormenta, se lo reincorporaría rápidamente al Partido Nacional. Ahora, algunos aseguran que Lacalle Pou tiene presiones para que no renueve aquella promesa.

Hoy Moreira es un intendente sin partido y sin futuro. Formalmente, Moreira no integra el Partido Nacional. El noveno días de febrero es el plazo que brinda la Corte Electoral para registrar los próximos candidatos a intendente en la elección de mayo. En el camino de su resurrección política, de acá al 9 de febrero, Moreira además debe salvar varios escollos. Especialmente en el Honorable Directorio, deberá lograr que no se imponga la voz de Beatriz Argimón y toda una corriente vinculada a la Agenda de Derechos y las cuestiones de género, que creció entre las mujeres y muchos hombres nacionalistas a partir de las discusiones sobre la cuotificación en las listas, y que ven con malos ojos devolver a Moreira al ruedo político. Para ellos, que siempre cuestionaron por lo bajo las conductas privadas del intendente coloniense, la difusión de los audios pone a Moreira, inexorablemente, en el callejón del no retorno «su estilo ya fue, nosotros no tenemos porqué avalar esas conductas de viejo patriarca que ya pasaron de moda. Es un señor mayor con conductas liberales que no se condicen con el cargo que ocupa» dicen. Las cuestiones de Patria, Familia y Tradición que atraviesan aún al Partido Nacional, hoy son un obstáculo casi insalvable para el intendente y sus aspiraciones colectivas.

En contraposición, está el poderío electoral de Carlos Moreira y su situación de líder indiscutido en el departamento. Para algunos, ya no es que ponen a cualquiera de candidato y gana el Partido Nacional. Para algunos, sí Moreira queda afuera, hoy corren peligros las chances electorales de los blancos de Colonia en mayo. Y, a diferencia del Frente Amplio, al Partido Nacional sí le interesan las cuotas de poder que emanan de las intendencias del interior. Por eso, si Moreira marca la diferencia para la victoria del Partido Nacional en Colonia, Moreira debe estar en la contienda electoral y para eso, el Directorio debe dar vía libre a su reincorporación partidaria.

Y está el tema de la fiscal que tiene su causa. Eliana Travers es una de cuatro hijos de Edgar Travers, conocido funcionario jerárquico de UTE y hombre de integrar las listas del Partido Colorado de la capital departamental. Tiene un hermano abogado y otro que es pequeño empresario en Los Pinos. Al igual que al padre, se los vincula a los partidos tradicionales por ser gente muy conocida en Colonia del Sacramento. Alguno de los consultados señaló que es gente que migró del Partido Colorado cuando la debacle de 2004. En el mismo tono, nos dicen que la postura política de la fiscal es un enigma, al igual que su opinión sobre la causa Moreira que le encomendó investigar el Fiscal Jorge Díaz. Dicen que es absolutamente reservada sobre los casos que llegan a su despacho, los cuales no son, siquiera, motivo de comentario familiar.

Según lo que pudimos saber, aseguran que desde que comenzó su carrera de abogacía, la fiscal de Colonia siempre quiso estar en lugares de decisión del Poder Judicial «poco interés tuvo en ejercer la profesión liberal» nos cuentan, por lo que estar en la Fiscalía fue un cargo para el que se preparó y al que aspiraba.

En el plano político departamental, comenzaron a barajar nombres de posibles sustitutos, e incluso dentro de las propias filas de la 904 se habla de que el candidato a la intendencia sería Guillermo Rodríguez. Pero también a nivel de la dirigencia blanca que no es de la lista de Moreira, comienzan a manejarse nombres de posibles candidatos que, si Moreira no corre, se anotan para la competencia. Esta percepción se tiene también en la oposición: el Partido Colorado y el Frente Amplio creen que sin Moreira la elección puede ser diferente en mayo.

La situación de preocupación que se vive en la interna del moreirismo, se vio reflejada en sendas notas publicadas este miércoles y jueves por diarios de Montevideo, donde en síntesis, señalan que Moreira tiene el reingreso inmediato al Partido Nacional, y que incluso se atreven a decir en una de las notas, ni siquiera es necesario que esté afiliado para que la Convención Departamental lo proclame como candidato. Es curioso porque a la fecha, sin pronunciamiento de la justicia y con bloqueo de la discusión política en la Junta Departamental, no hubo un cambio de las condiciones, a partir del informe de la comisión de Ética partidaria, que justifique hoy el reingreso de Moreira a filas del Partido Nacional «es que no tienen más remedio que darle una señal clara a a sus dirigentes, reafirmarles que Moreira va a ser candidato, porque se está produciendo una dispersión de convencionales a partir del nerviosismo que hay al constatar que llega la fecha y aún no se sabe nada» dicen las fuentes consultadas.

Ese nerviosismo se refleja también por estas horas en algunos medios de comunicación, los que perciben que el tiempo pasa y que, con la cercanía del 9 de febrero, parece alejarse cada día más la posibilidad de que Moreira ocupe el sillón del palacio de gobierno de Colonia por cuarta vez.

Algo que parecía difícil de creer porque nadie que analice el departamento en clave política, puede pensar que Carlos Moreira no buscará por cuarta vez el cobijo de las urnas, esa síntesis del poder popular reflejada en el voto de cada elección departamental, y lugar en el que Moreira se siente verdaderamente cómodo.

La lucha política y el poder de la intendencia son para Moreira como aquel par de zapatos que calzan a la medida, y permiten caminar con comodidad por cualquier teerreno por más piedritas que tenga el camino.

Un par de zapatos que por ahora, Moreira parece no encontrar.

Que es eso del lawfare que se dice se viene al Uruguay

Lawfare, la coordinación judicial contra la izquierda latinoamericana

Van a mandar a los juzgados a las principales figuras del actual gobierno. Desacreditando al gobierno de Tabaré es como Lacalle Pou y su multicolorida coalición,es como  piensan sostener los privilegios de la derecha local y quedarse más de cinco años al frente del gobierno de Uruguay. En esta nota, te contamos como van a hacer para lograr eso y quienes los van a ayudar en ese plan.

El caso Cristina.

Es raro. Cristina Kirchner contó su verdad sobre la cantidad de dinero que posee. Y nadie la desmintió, no hubo tapas de diarios al otro dia señalando una bóveda enterrada en el sur, ni una cuenta secreta en las islas Cheylleles, ni registro de depósitos que aparezcan en los Panamá Papers.

Fue la declaración más esperada de la ex presidenta y actual vicepresidenta de la República Argentina. Hablamos de  su declaración ante la justicia, y nadie, ningún medio habló sobre esta parte de la declaración que hizo durante tres horas, esa parte donde habló de su fortuna.

Nadie la desmintió, ni siquiera hicieron mención los grandes diarios a este tema. Una búsqueda de google con la frase “fortuna de cristina kirchner” arroja unos 6.670.000 resultados, pero ninguno habla sobre su declaración ante la justicia, donde cuenta cual es el dinero de su patrimonio y el de sus hijos.

Es raro, porque si hay un lugar donde uno no mentiría sobre una cosa tan delicada como su patrimonio, es en una declaración ante la justicia. Así que si nadie salió a desmentirla, si nadie habló del tema, podríamos presumir que lo que dijo no fue más que la verdad.

Aclaro, no pretendo hacer desde aquí una defensa de la actual vicepresidenta argentina, nada más alejado de estas líneas. Sin embargo el caso es un buen ejemplo para hablar de algo que tiene que ver con Cristina Kirchner pero también con nuestra política actual: el lawfare.

¿Que es el lawfare?. Se trata de una palabra gringa que significa la judicialización de la política, una herramienta que viene siendo utilizada a nivel latinoamericano para voltear gobiernos progresistas. 

En términos concretos, los neoliberales se unen con la justicia y los grandes medios de comunicación, para crear la imagen de corrupción o perseguir en la justicia, a los líderes de las propuestas progresistas. Eso es Lawfare.

No creias en el Cóndor.

Así como en los años setenta nadie creía en el Plan Cóndor, esto es en la coordinación represiva de las dictaduras del Cono sur, y el intercambio de prisioneros que luego eran asesinados y desaparecidos, hasta que en la década de los 90 se encontraron los archivos secretos en el Paraguay del dictador Stroessner, que oficializaron aquella represión regional.

Ahora igual, nadie cree mucho en el lawfare, pero esta receta exportada a Latinoamérica permite, por ejemplo, que un juez persiga a un ex presidente como Lula Da Silva y que luego ese juez termine siendo Ministro de Justicia del presidente al que ayudó a ganar, encarcelando a su principal contendiente.

Está claro que las ideas de izquierda, esas que significan mejorar la vida de los que menos tienen, una mejor vida para las grandes mayorías de América Latina, -también de Uruguay a pesar que algunos creen que somos parte de Europa-, esas políticas de izquierda están en retroceso su aplicación resulta peligrosa para el capitalismo.

Cualquier propuesta de izquierda será combatida por el capitalismo, y como ejemplo ¿alguien se imagina lo que sería Cuba si no fuera un país bloqueado económicamente desde hace cincuenta años?.

Para evitar eso, llamémosle “la cubanización de latinoamérica”, es que se producen diferentes estrategias en el marco de la guerra fría, estrategias como la represión coordinada para perseguir y asesinar opositores al régimen capitalista, las dictaduras, la promoción de gobiernos neoliberales,  las políticas del FMI y también la utilización de la justicia. Eso se llama Lawfare.

Para que el lawfare pueda funcionar, tiene que haber un político progresista que sea el objetivo, un grupo de medios de comunicación que agitan contra ese político y un grupo de también políticos, pero opositores, que finalmente, con los datos de los medios de comunicación, hacen la denuncia en la justicia. Allí los recibe un juez o un fiscal que tiene claro que participar del lawfare es también una forma de asegurar la supremacía del poder de las clases más poderosas y ascender rápidamente en el mundillo de las luces del mundo del espectáculo judicial.

Según los datos históricos, el 22 de diciembre de 1992, un volumen importante de información sobre la Operación Cóndor salió a la luz cuando José Fernández, un juez de Paraguay  visitó una comisaría en el Lambaré —conurbano de Asunción— para buscar archivos de un ex preso político. En su lugar se encontró con lo que se conoció como los Archivos del Terror,​ donde se detalla el destino de miles de latinoamericanos secretamente secuestrados, torturados y asesinados por los servicios de seguridad de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.​

 Los documentos probaron la existencia del acuerdo entre estos paises para intercambio de informaciones y prisioneros, y que el Operativo Cóndor asesinó a unos 50 mil opositores políticos en Latinoamérica (30 mil de ellos desaparecidos) y apresó a alrededor de 400 mil*.

Lo que contó Cristina.

A esta altura y a la luz de los números del gobienro y del resultado electoral,  está claro que Mauricio Macri y su equipo de gobierno no llegaron al poder en Argentina para beneficiar a las clases populares. El endeudamiento con el FMI por cien años, el dinero de los préstamos que se fugó al exterior en manos de sus amigos del gobierno y el estado de pobreza que dejó a Argentina hablan por sí solos.

En ese marco, imagínense la fiesta que se hubieran hecho los medios encabezados por Clarín, si lo que declaró Cristina, y que no se permitió televisar en directo, hubieras sido mentira. Es increíble, pero el fragmento de la declaración que nadie reprodujo, habla por sí solo “bastó que fuera electa senadora para que tres días antes 6 o 7 de diciembre de 2017 me bajaran la prisión preventiva, que no pudieron ejecutar porque tenía fueros. ¿Que buscaba la construcción mediática del gobierno?. Decir que se ampara porque tiene fueros, 

títulos de diarios programas enteros de tv. Por alguna razón el gobierno decidió que no le convenía en fin hasta eso fue construido mediáticamente, se pide prisión preventiva para mi cuando no la pueden ejecutar, durante dos años no la pidieron , bastó que tuviera los fueros para hacerlo”. Es curioso si esta actitud de la justicia no se enmarca en un acto de lawfare.

Embargos inhibiciones, quita de mi pensión como ex presidenta, señala en su declaración y explica porqué el patrimonio no es embargable en una acción penal  “medidas que han violado claramente el derecho vigente. El patrimonio de la personas es un atributo de la personalidad, por eso la constitución defiende el derecho de propiedad no solo es un criterio económico, la libertad y el patrimonio es atributo de las personas. Se intervinieron sociedad familiares, los jueces penales no intervienen sociedades, salvo en determinada sociedad, las de los kirchner. Intervinieron también la sucesión de Néstor kirchner algo inédito, está intervenida la sucesión de una persona que ha fallecido, en el condominio de los bienes cuando los herederos no dividen los bienes, se queda constituido la figura del condominio” contó.

El dinero de los hijos

Cristina cuenta ante los jueces que quieren procesar, que el dinero que heredaron sus hijos de la sucesión del padre fallecido estuvo siempre en un banco nacional “mi hija que fue fotogracidad fotomontaje con millones de dólares, como si los hubiéramos robado, sin aclarar porque se pasaron buscando la ruta del dinero k en las calles en las caimanes, el dinero de la sucesión de los plazos fijos que habíamos convertido en dólares no estaba en un paraíso fiscal ni a nombre de testaferros estaba a nombre de mi hija una de las heredera en una caja del Banco Galicia y río de la plata que es un banco nacional y que pudo explicar por eso no tuvo una causa por lavado de dinero, y pudo explicar que el dinero nunca había salido del banco durante años, estaban años y años de plazos fijos declarados en cada uno de las declaraciones juradas mía y de néstor, publicadas” dijo. 

Cuando dispuso el banco central la regulación cambiaria, el llamado “corralito” explicó “teníamos un depósito de tres millones y medio de dólares y decidí cambiarlo a pesos porque no podía exigir a los argentinos algo que no hacia su propia presidenta. apostaba el dinero a la argentina y que la a argentina creciera y por eso los convertí en pesos que fueron plazo fijo que durante nuestra  gestión permitió muchos y pienso intereses, esa es la clave que sea rentable en moneda nacional para no irse al dólar, cuando termino mi presidencia después de la primera devaluación dije estos van a hacer un desastre hay que cambiar todo a dólares y cambie todo y lo hizo mi hija cambió a una caja de seguridad del banco. Banco nacional” remarcó.

Los policiales y lo que viene

Probablemente en muy poco tiempo, nos vamos a estar desayunando que todo fue una farsa y sabremos entonces  del gran plan que se armó entre los jueces, el grupo Clarín y el grupo Macri formado para la elección, fue una forma de intentar quitar al peronismo y el kirchnerismo, del poder.

La lucha política ahora incluye la justicia y los medios, por eso se pagan periodistas y se consiguen jueces amigos que arman causas falsas. La publicidad que han recibido del gobierno macrista durante estos años algunos periodistas argentinos, da vergüenza, casi tanto como Stornelli y sus causas inventadas.

Seguramente se va a confirmar en poco tiempo que también en Uruguay hubo lawfare en favor del gobierno entrante,  y que la unión de los canales 4,10, 12 y Vtv conjuntamente con sus políticos favoritos, los que finalmente ganaron, hizo que la sensación de inseguridad fuera tremenda y que la gente votara para mejorar la inseguridad que todos piensan hoy que nación en 2004. Muchos vimos con pavor como todos los días hasta la elección, aparecieron titulares catastróficos sobre la situación del país, mientras desde los organismos internacionales se hablaba de las bondades del país y se mostraban números que los medios locales no reproducían.

 Eso fue lo que instalaron los medios y los políticos de la oposición que ahora en el gobierno, se apuran a decir que lo que reciben de los lugares que van a ocupar no era lo mismo que dijeron antes de la elección. Y seguramente veremos como bajará de una hora a menos de diez minutos la cobertura de policiales en los  próximos meses.

¿Que tuvo de diferente el caso Sendic, del caso Bascou, del caso Antía, del caso Caram en Artigas, o del caso Adriana Peña en Lavalleja? sólo para citar algunos.

Sin embargo, la cobertura mediática fue muy diferente, y eso hizo que hoy cualquiera pregunte en un barrio de cualquier parte del país por Sendic y le digan sin dudar “se robó 800 millones de dólares”. Pero nadie  o muy pocos recuerdan alguno de los casos de corrupción que involucran a los dirigentes nacionalistas que no se fueron, no renunciaron y siguen haciendo campaña por el Partido Nacional.

Más allá de los errores propios de los errores de la izquierda local, que los hubo, emezando por hacer un gobierno mediopelo de centro en lugar de un gobierno de izquierda que fue lo que la gente votó durante quince años, a partir de marzo también veremos que se va a producir un desfile de figuras del gobierno del Frente Amplio, ministros y diferentes jerarcas de gobierno, por los juzgados, que será donde irán a parar los resultados de las auditorías que ya anunció Lacalle Pou.

Aplastar en los juzgados a las figuras del gobierno que se va, será el fin último que tendrá el gobierno multicolor para consolidar su poder como lo tuvo hasta 2004.

Porque saben que con las políticas que aplicarán, el pueblo no resultará el último beneficiado entonces, como le tienen que limar el bolsillo, también aspiran a limarle la esperanza.

Para que todos recuerden que nunca debieron ser sacados del poder. 

En ese descrédito que van a intentar el próximo año, en dónde será clave el poder judicial además de los medios que ya todos conocemos,  estará la clave del éxito o el fracaso del gobierno que se viene. El lawfare de Macri, también llegó a Uruguay.

*Fuente: Wikipedia.