Antel debe ser barco insignia en Plan Cardales

Pese a la oposición privada.
Gabriel Monteagudo

No hay convergencia posible de las comunicaciones, sin posibilidades de acceso a la tecnología. No hay acceso igualitario a la tecnología sin la firme intervención del Estado.

Si usted tiene un teléfono celular pero no tiene acceso al servicio de Internet, no va a poder recibir un mail en su teléfono, mirar la portada de los diarios o bajar el ultimo tema de su artista preferido. Si usted no tiene acceso al sistema de cable y vive en la frontera, no podrá mirar televisión uruguaya.

El plan Cardales instrumentado con buen tino por el gobierno, está siendo bombardeado por el monopolio privado de la televisión, último bastión de resistencia en el interior del viejo statu quo que propaga unilateralmente el modelo tradicionalista.

En los últimos días la Cámara Uruguaya de Televisión para Abonados (CUTA) y la Cámara de Telecomunicaciones de Uruguay coincidieron en criticar con argumentos diferentes pero complementarios, la iniciativa del gobierno de democratización de acceso a la información a través del Plan Cardales.
Este plan, el primero que propone la convergencia y la multidireccionalidad en la plataforma comunicacional en Uruguay, se propone llevar televisión, banda ancha y telefonía a una gran masa de uruguayos que tienen escasas o nulas posibilidades de acceder a las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (Ntic´s), si no es a través de una fuerte política de inclusión del gobierno nacional.

Es lógica la resistencia de los grupos oligopólicos. Ella es hija del modelo de transferencia digitada -no digitalizada- de las nuevas tecnologías que realizó el gobierno de Luis Alberto Lacalle. Caudillos políticos y amigos partidarios de todo el país tienen en sus manos las políticas comunicacionales cotidianas en cada pueblo del interior.

Un ejemplo: para no escuchar la misma línea editorial volcada claramente hacia el Partido Nacional en la radio del pueblo -cuyo dueño también también monopoliza la señal de tvcable- un ciudadano en Carmelo se conecta a Internet y puede escuchar lo que ocurre a 80 kilómetros en Colonia del Sacramento -corazón político del departamento-, conectándose a una FM… del mismo dueño de los medios locales.
Pero por suerte, también Internet nos permite escuchar los periodísticos de las radios montevideanas, incluso de FM, que tienen más variedad de enfoques en el menú informativo.
Romper esa monocromía del actual espectro es algo que no van hacer los particulares, ni la CUTA ni la CTU, y se vuelve responsabilidad del Estado a través de una política adecuada.
El plan Cardales merece un aplauso en este sentido porque pone en el mismo plano de igualdad el derecho a la información y el deber del Estado en asegura la pluralidad en la comunicación, con derechos básicos como el acceso a educación, salud o trabajo.

La fenomenal red que aseguró durante esto años la difusión de las ideas proclives a quienes entregaron los medios al oligopolio nacional, fue seguida de una tan fenomenal como millonaria trasferencia de dinero desde la sociedad a los privilegiados caudillos locales. Y eso no trajo más igualdad de conocimiento ni aportó mayor acceso a la información, sino todo lo contrario.

Tampoco trajo mejor radio ni mejor televisión a los pagos chicos.
En Nueva Palmira la imagen de un ciudadano que se suicidó mediante ahorcamiento es mostrada durante tan eternos como desagradables minutos, y al mediodía se puede ver en pantalla completa hasta el hartazgo, una plancha azul con el texto de las necrológicas.

En Carmelo el informativo es lo único que tiene como programación el cable local y dura religiosamente la lectura de tres informaciones con sus respectivas imágenes. Si son tomadas en la noche, la mayoría están oscuras porque en 10 años no han invertido en comprar la iluminación necesaria para llevar luz al lugar que enfoca la cámara.

En síntesis: si el Estado no desarrolla planes que incentiven y obliguen a los privados a gastar parte de la enorme masa de dinero que han obtenido en estos años, en inversiones que doten a sus usuarios de la posibilidad de ejercer el derecho al acceso y a interactuar con la nuevas tecnologías, la inclusión de los más sumergidos en la brecha digital será tan inútil como arar en el mar.

Antel debe ser el barco insignia en esta inclusión social a través del acceso a las nuevas tecnologías, ya que proveerá dos de los tres servicios básicos que deben llegar a la mayoría de la población.

Su responsabilidad es tan intransferible como la responsabilidad de los privados es la de participar en este proyecto, y de devolver a la sociedad, aunque sea en parte, la expropiación de una porción importante de la plataforma tecnológica nacional que en materia de comunicación realizaron en beneficio de sus intereses partidarios y particulares.
FIN

¿Y qué fue lo que voté?

Por Gabriel Monteagudo

Seguro que no entendió nada. Unos festejan por una cosa, otros festejan por otra cosa y usted los mira y se pregunta ¿adónde fue a parar mi voto?
Unos le dicen que Mallorca ya es diputado, otros le aseguran que Planchón es el más votado y ya “casi” es intendente.
Es que la ingeniería electoral armada con la reforma del 96 que determinó elecciones internas, segunda vuelta a la presidencia y elecciones municipales separadas, hacen un lío grande que comprenden muy bien los políticos pero muy poco los ciudadanos de a pie.
Así que luego de ilustrarnos -no se vaya a creer que nosotros la tenemos reeeeee clara-, le armamos esto que podría llamarse Guía Útil para saber qué Corno Voté el Domingo.
Veamos. La hoja grande que usted puso en el sobre sirvió para elegir el candidato a presidente. Con esa hoja, la más grande que puso en el sobre, usted eligió a Mujica, Lacalle, Bordaberry o Mieres. Espere, espere, no tire al fuego las que le sobraron porque antes le tengo que decir que los nombres que estaban debajo del candidato a presidente, son los que van a formar las convenciones nacionales partidarias. Seguro que los leyó todos así que dígame -sin repetir y sin soplar- los primeros 10 que encabezaban la lista.
Antes que le dé un infarto y se pregunte “a éste voté yo”, le contamos que según los votos que sacó cada lista, entran o no como convencionales en la Convención Nacional partidaria. Son los nombres que se ven ahí en orden decreciente. ¿Cuántos convencionales integran la Convención Nacional de cada partido? Aproximadamente unos 500 en todo el país.
¿Para qué sirve esa convención?
Bueno, no para mucho la verdad. Pero tiene una función muy importante: dice la ley que es la que determina el compañero de fórmula, el vicepresidente, del candidato que resultó electo el domingo.
Bueno, en el caso del Partido Nacional está claro que la convención es como cenicero de moto, ya que la misma noche se conformó la fórmula presidencial. En el caso del Frente Amplio la convención se llama…….y es de lo que hablaba Mujica cuando le preguntaron el domingo si el vice iba a ser Astori. Es un formalismo por el que se tiene que transitar.
Lo mismo ocurre con Bordaberry ¿quién será el candidato de Bordaberry? Parece que da lo mismo porque ninguno de los otros, ni Hierro ni Amorín le aportaron votos como para “tirar del carro” en la elección de octubre.
Así que se habla de una figura nueva del coloradismo para integrar la fórmula.
En ninguno de los partidos, estas convenciones sirve para elegir candidatos a diputados. Sólo “marcan” el voto del candidato para que, por ejemplo Lacalle, vea quién de sus hombres sacó más votos en Colonia para que sea su candidato a diputado.
Pero si un dirigente sacó 2 votos con su lista, puede perfectamente igual candidatearse a diputado. En ninguno de los casos necesita permiso de la convención partidaria.
Así que busque la votación de su lista en estas mismas páginas y haga números.
Dele nomás, ahora sí puede prender fuego esas hojas largas que le quedaron el domingo.

La hoja cortita
Bueno, agárrese fuerte porque acá vamos a pasar a explicar qué corno significa la hoja cortita que usted votó, esa que ahora le dicen que no elegía intendente ¿pero no me digas que Planchón no es intendente? Nos preguntan ¿y entonces para qué votamos? Agregan.
Antes que se coma las hojas de rabia le explicamos.
La hoja corta, no elige candidato a intendente ya que sirve para elegir la convención departamental que según la ley, la conforman entre 51 y 250 ciudadanos en cada partido.
Acá sí se pone lindo. La convención departamental se reúne generalmente en el mes de febrero después de la elección nacional. Y allí se votan sus candidatos a Intendente. La misma está formada según la votación de cada lista -esos nombres que veía abajo de “Fulanito Intendente” en la hoja corta. Ahora es tarde así que no grite “Viejaaaa mirá a quién votamos acá en el quinto lugar”. Ellos son los que van a definir quién es o quiénes son los candidatos a intendente para la elección de mayo. ¿Cuántos convencionales departamentales se necesitan para elegir un candidato a intendente? Son 30. Con treinta que levanten la mano por uno, podrá ser candidato a intendente en mayo. Hasta tres, tampoco piense que va a haber 40 candidatos a intendente.
Veamos la interna del partido nacional que es la más jugosa en el departamento. Y es ahí donde está lo bueno porque a ver…veamos…cuántos convencionales lograron las listas que apoyaban a Walter Zimmer, todas las que terminaban en 19: La votación del domingo de las hojas cortitas le dio 32 convencionales. Así que Zimmer no necesita negociar con otro grupo para postularse, sólo con las listas que oficialmente lo apoyaron. Aunque siempre va a haber alguna que le va a hacer alguna “escenita de celos” para conseguir un puesto más, la colocación de un amigo y todo eso que bien conocemos por estos lares.
La cosa se complica con Moreira, porque la votación de las hojas cortitas -fue sólo con la 904 a nivel departamental- le dio 27 convencionales seguros. Así que vichen la votación y hagan cálculos con quién podrá acordar Moreira para obtener los 30 convencionales que se necesita para ser candidato a intendente.
Otro caso: si bien Planchón, en una conducta de hidalguía que ha mantenido desde que se lanzó a la vida política, fue con sólo una lista, la Lista 12, al no hacer sublema ni acumular con otras, y pese a ser la lista más votada en forma individual, obtuvo sólo 14 convencionales departamentales.
Así que si quiere ser intendente, ya que los convencionales que sacó no llegan a 30, tendrá que dejar su vieja postura y negociar con otros grupos. ¿Lo hará o dejará que la pelea electoral sea sólo entre Moreira y Zimmer y esperará mejores vientos para aspirar al sillón municipal?
Muchos dicen que será el candidato oficial a la diputación por el herrerismo en Colonia.