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Heroicos en Carmelo: comercios pequeños sustentan la economía local.

Creatividad en pizarrones para aumentar las ventas.

G.M

Al terminar el año la situación se torna evidente,  el sector que impulsa la economía local hoy por hoy es el sector del comercio. Llamados “comerciantes”, en realidad se trata de pequeños emprendedores, que a veces hacen de empresarios pero que en realidad son trabajadores que impulsan la economía desde el rubro que les toca desempeñarse.

Se trata de emprendedores, algunos que heredaron el comercio familiar y otros que emprenden un camino propio, pero ambos con la responsabilidad de ofrecer diariamente sus mejores productos para ser los elegidos del público. Se trata de panaderos, carniceros, mecánicos, gente de tienda, zapaterías, kioscos y pequeños almacenes, entre otros rubros.

Llámese empresarios o emprendedores, son también una clase de trabajadores con responsabilidad circunstancial sobre otros trabajadores y que en general, terminan siendo parte de sus familias. Tienen uno, dos o tres empleados, capaz que hasta cuatro, y seguramente alguno de ellos los acompaña desde el inicio del emprendimiento.

Son fáciles de reconocer. Se ven poco en el pueblo durante la semana porque una hora antes que lleguen los empleados ya tiene el comercio abierto. Al mediodía se los ve entre los primeros que entran al banco apurados para pagarle a los proveedores. Apenas los fines de semana, a veces, se los ve dando la vuelta del domingo.

Son los que durante la semana se pasan la noche pensando que tienen que vender los primeros quince días para pagar la luz, el teléfono, el agua, el alquiler y a los proveedores. El resto del mes rezan para que las ventas les permitan pagar a los empleados, los impuestos, el BPS, DGI, etc, etc. Su esfuerzo se puede ver muchas veces en los pizarrones que ponen en las puertas del comercio para tentar a los posibles clientes, Super Oferta, Descuento de temporada, Precio Imbatible, etc, etc.

En Carmelo hay alrededor de doscientos comercios de este tipo. Muchos son atendidos por los dueños y otros tienen algún empleado, y hoy son los que le dan vida comercial a la ciudad “acá la plata dura hasta el diez de cada mes, después hay que hacer magia para que las ventas no caigan” nos decía un comerciante “en el rubro almacén es mucho los fideos, el pan y las cosas básicas. Desodorantes hace más de un año que no venden ninguno, pasta de dientes tampoco” nos dice. La situación de Argentina por estas horas, con la devaluación del peso “nos acerca un poco pero todavía seguimos lejos” señalan.

En este mes de diciembre, muchos de los comerciantes de Carmelo están juntando pesito sobre pesito para pagar los aguinaldos. Sólo los que están vinculados al sector agropecuario vienen capeando el temporal económico pero sin que les sobre demasiado “estamos ajustados porque los insumos también son caros” nos dicen “pero como siempre, esperamos que el año próximo sea mejor” repiten.

En este fin de año de déficit fiscal, donde se concretó la baja de trabajo en Calcar, la última gran industria que quedaba en la ciudad, dónde lasventas están siguen complicadas por el “efecto Argentina”, vaya para los comerciantes carmelitanos y en ellos a los de todo el departamento, nuestro deseo de un feliz 2024.