Los barcos que faltan

Así se ve el atracadero de Carmelo en enero de 2022.

Crónica de la desazón del atracadero vacío.

Si miras la naciente del Arroyo de las Vacas, no se ve ninguna embarcación en la sección de atracadero que termina en el Yacht Club. Si mirás para la desembocadura, tampoco se ve ni una embarcación.

Si hace unos años atrás le decías a un carmelitano que el atracadero de yates iba a estar completamente vacío en mitad de enero, seguramente te mandaban al médico y te decían que estabas loco.

Lejos quedaron los días de un atracadero repleto de yates, uno al lado del otro, a cual más grandes,  a cual más confortable y a cual con más cantidad de familias argentinas veraneantes “llegaron los porteños” decíamos en el barrio.

Lejos también quedaron los días en que la gente llegaba en ómnibuses repletos desde la mañana del lunes a la tarde del domingo siguiente.

Es que los veranos en Carmelo eran multitudinarios, un lugar con vida propia que tenía sus propios guiños y secretos durante esos escasos días entre el 25 de diciembre cuando comenzaban a llegar y el último día de febrero cuando se iban.

De gurises era un clásico ir al Refugio con la excusa de jugar maquinitas o una partida de pool para ver si podíamos entablar una charla con alguna de las “porteñas” que venían en los yates.

Cuántos carmelitanos comenzamos nuestra relación con la vecina orilla a partir de aquella porteña de nuestra edad con la que comenzamos a conversar en El Refugio o en la playa?.

Hay mil anécdotas al respecto.

Lamentablemente habrá una generación de carmelitanos que no tendrán esa experiencia de intercambio veraniego.

Pero además se hacían la temporada los vendedores de servicios, entre ellos  las dos empresas que en aquel entonces alquilaban motocicletas para que porteños poco expertos, vinieran a hacer sus compras o dar una vuelta por el pueblo. 

También los que vendían comida y los que limpiaban los cascos de los yates, en fin, muchos carmelitanos que se hacían gran parte de su sustento del año con la changa que hacían en temporada a partir de la llegada de los yachtman.

Como consecuencia de la pandemia, los yates no pueden llegar a Carmelo porque después no pueden volver, al no considerarse Carmelo como corredor seguro.

Es lo mismo que le pasa a la línea CArmelo-Tigre, al no ser un corredor  seguro, Argentina no habilita el servicio diario entre ambas orillas

Uruguay tiene las fronteras abiertas cumpliendo con todos los protocolos de paso de frontera. Antes de fin de año vinieron cinco o seis yates pero se fueron rápidamente.

Lo informal es que cuando zarpan de Argentina no puede volver a ingresar por agua porque no lo consideran como corredor sanitario seguro. Ese es el tema.

También es cierto  que los puertos deportivos de Uruguay están habilitados es decir que uruguayos podrían llegar al atracadero de Carmelo sin problemas, pero lo real es que el atracadero carmelitano se nutre solo con embarcaciones de la vecina orilla.

Ese atracadero que este verano, muestra la peor cara que nunca soñamos los carmelitanos.

El problema es argentino.

“Los clubes náuticos no son corredores seguros, y por eso no vienen yates”

Hace unos días, Uruguay eliminó el segundo PCR a los siete días para los turistas, por lo que se elimina una traba más para que vuelva el flujo intenso entre Argentina y Uruguay.

En materia de turismo náutico, el problema es Argentina, ya que los clubes náuticos no son corredores seguros para permitir la llegada de embarcaciones desde Uruguay.

Por qué los argentinos pueden ir en multitud a Mar del Plata, Villa Gesell o Pinamar y no pueden cruzar con su barco al puerto de Carmelo o cualquiera de los puertos deportivos del departamento.

Es lo que se pregunta el Asesor y Consultor Naval Alejandro Kalfayan en una charla con EL ECO. El profesional que está vinculado a Uruguay y que conoce a fondo el sistema marítimo entre ambas orillas, dijo a EL ECO que “el 1 de octubre se abrió la frontera en Argentina y Uruguay y cada navegante deportivo que desee despachar de su puerto de origen, lo puede hacer cumpliendo los requisitos que son esquema de vacunación completo, PCR con 72 horas y el despacho correspondiente”.

EL ECO lo consultó por qué no hay yates en el atracadero de Carmelo, ni en Palmira ni en ninguno de los puertos “hay que llenar un formulario en la página web de migraciones argentina y otro en la página web de migraciones en Uruguay una vez que se llega a Uruguay hay que presentar la documentación y se puede pasar el tiempo que se desee. Uruguay retiró el requerimiento que tenía una semana atrás que al séptimo dia de estadía en Uruguay había que hacer en un segundo PCR. Eso Uruguay lo retiró”, dijo.

Kalfayan contó que “estuve reunido en diciembre con el Ministro de Turismo Tabaré Viera y conversamos de este tema”.

El problema está en que no hay un corredor seguro para regresar a Argentina, explica “es decir que el problema es en Argentina, Uruguay estuvo bien. El problema es en Argentina porque los clubes náuticos no constituyen un corredor santuario seguro para el ingreso al país”.

Estamos trabajando con un grupo de navegantes “solicitando de forma urgente crear corredores seguros a las autoridades argentinas para que el turismo náutico se pueda seguir desarrollando”, “quiero destacar que el navegante por la formación que tienen tiene plena conciencia de los requisitos a cumplir” “esperamos que pronto se puedan solucionar y podamos visitar los puertos uruguayos unos más lindos que el otro” señaló.

En lo personal contó “yo soy argentino pero tengo residencia uruguaya he vivido muchos años en Uruguay por lo que estoy extremadamente vinculado a Uruguay y también estoy trabajando con las embajada argentina en uruguay para lograr el cometido que el navegante argentino que ya está en uruguay pueda recurrir a los consulados para obtener un permiso de ingreso a uruguay”.

Es algo que suena ilógico dijo “porque en la costa atlántica argentina, desde Pinamar, Mar del Plata, Villa Gesell y no vemos ninguna diferencia entre ir a la costa atlántica en un auto a ir en un barco a Uruguay siempre y cuando se cumpla con los protocolos sanitarios” señaló.

Destacado

El fracaso de la política en el municipio de Carmelo.

FOTO: Así lucen los baños en pleno enero.

La falta de una batería de baños inclusivos que fue presentada en el mes de marzo del año pasado como propuesta de obra en el municipio de Carmelo y que aún no están construida, marca sin dudas el fracaso del ejercicio de la política en el municipio de Carmelo.

Hablamos  del fracaso de la política con mayúsculas, fracaso de la política mayor  frente al chiquitaje de las miserias humanas, esas que se disputan el rincón de la victoria pírrica de unos pocos, frente a la derrota del proyecto de un Carmelo común para todos, proyecto con el que soñamos seguramente la mayoría de los carmelitanos.

Llegó la temporada y los baños inclusivos en la zona del Parador El Refugio -propuesta por los concejales del Frente Amplio en el mes de marzo del año pasado,- no están construidos. Perdió Carmelo y ganó la política del Partido Nacional, así de simple.

Porque es así en la historia de la presente gestión del municipio de Carmelo. Todo lo que propone la oposición, en este caso el Frente Amplio en el municipio de Carmelo, resulta votado negativamente o si se vota afirmativo, termina no haciéndose,  o haciéndose tarde y mal.

En el marco de más de setenta iniciativas desde el inicio del período, dos propuestas diferentes hizo la bancada del Frente Amplio en materia de obras para Carmelo durante el 2021 que pasó: los baños inclusivos en Playa Seré y una serie de rampas que permitan el acceso a la playa. Ambos proyectos están pensando en gente con problemas de movilidad, gente que tiene también el derecho de concurrir a la playa a tomar baños recreativos en verano.

Ninguno de los dos salieron: los baños muestran la imagen de la foto, por lo cual el título no necesita más explicación ya avanzado el mes de enero.  El segundo, las rampas,  parece que llegan en estos días, es decir llegan tarde y mal.

Ocurre lo mismo con los paradores que esta semana que pasó sólo había uno abierto, que abrió sobre fin de año, y otro que se estaba limpiando y acondicionando (la Isla) para abrir este sábado.

De Camalote ni noticias, bien, gracias. Las llaves a los adjudicatarios se entregaron  cuando ya hacía rato que los carmelitanos no teníamos ni para comprar un poco de agua caliente en la zona de playas.

Es como si uno en su casa supiera que va a tener visitas y espera que estén sentados en el living para empezar a barrer.

El conflicto.

El Partido Nacional en el municipio de Carmelo hace lo que quiere, como quiere y cuando lo quiere. Esa es la sensación que deja lo que se ve.

El argumento central es que el relacionamiento de la alcaldesa con el principal de la bancada frenteamplista no es bueno como lo era con los integrantes de la bancada anterior. Pero bueno, hablamos de la gestión de una ciudad, no de una reunión de amigos. 

Se trata de un lugar donde se discute políticas para mejorar la ciudad, no una cena donde uno elige a los invitados que piensan igual que el anfitrión, para sentirse a gusto en la conversación.

Acá se discute políticas públicas, y si a uno no le gusta la cara del otro se la va a tener que bancar y ser lo suficientemente adulto para superar la incomodidad que le produce la reunión con gente con la  que no siente afinidad, y  establecer un diálogo que permita avanzar, porque sino lo que retrocede es Carmelo.

Porque del otro lado, en lo que el pueblo determinó como oposición, también hay una masa importante de ciudadanos respaldando la gestión de los concejales de la minoría.

La mayoría histórica en el gobierno departamental no les puede nublar la vista para gobernar sólo para su chacrita. En el municipio de Carmelo prevalecen las propuestas blancas, se baila la música que ejecutan los blancos y finalmente se hace lo que dicen los blancos. Si el mal relacionamiento fuera una excusa viable para justificar su falta de atención a la oposición, la política solo quedaría para las mayorías que resultan ganadoras de la elección. La excusa suena por si misma, inviable y habla más de la incapacidad del ganador de tender puentes, que del natural rol de cuestionamiento y contralor de la oposición.

El Partido Nacional ahora tiene la suma de todo el poder. Tiene el gobierno del país, el gobierno del departamento y el gobierno de la ciudad. No tienen excusas,  Sin embargo Carmelo no avanza y parece la misma ciudad que hace 30 años atrás.

La foto que ilustra esta nota, no es más que la evidencia de ese retroceso.

Nota: Artículo original fue publicado en la edición impresa de EL ECO del 15 de enero de 2022.