Más allá de los pasillos: la timorata bancada del FA

Bancada-Junta_Departamental

La bancada del Frente Amplio en la Junta Departamental parece haber perdido el rumbo desde hace tiempo. Se dice desde adentro que allí no hay un liderazgo claro, no hay quién tenga autoridad para determinar un rumbo -esto señalando no una persona sino un colectivo- y sea aceptado pro el resto. Hay como grupos enfrentados y mucho afán por salir en la foto. En este sentido, la imagen del edil frenteamplista contento de aparecer en la foto de la Mesa, aunque lo hayan relegado a una segunda vicepresidencia, habla por si sola.

De los más de veinte años que cubrimos la Junta Departamental para EL ECO, es la primera vez que se ve una clara discordinación en la bancada del Frente Amplio, y ya hay quienes dicen que es muy probable que en la próxima elección el Frente Amplio de Colonia pierda tres o cuatro ediles, como consecuencia de los gruesos errores políticos que viene cometiendo en los últimos años.

Es entonces que, ante este panorama, la bancada parece fácilmente manejable por la bancada blanca que es mayoritaria, bancada de la que sus integrantes ya tienen implícita una genética hereditaria que emana desde la propia bancada del a Junta, y que les permite desarrollar estrategias exitosas, pulverizando cualquier expectativa de la oposición, esto es del Frente Amplio y de una visión de izquierda que cada día aparece más relegada ante erráticas estrategias de coyuntura.

Al principio del período, hubo un intento de establecer un liderazgo dentro de la bancada frenteamplista, acto que estuvo en manos de la bancada socialista con sus tres ediles, y que en su momento sumó al MPP, la 738 y 2121 para comandar la bancada. Ese intento se fracturó cuando el tema del boleto estudiantil -donde una parte de la bancada salió insólitamente a defender la postura del intendente Carlos Moreira y de las empresas que les cobraban boleto a los escolares- y se terminó de fracturar luego con el tema del impuesto al alumbrado público. Eso hizo que la bancada no se pudiera parar en unidad ante el Ejecutivo de Moreira y eso la hizo frágil al manejo de de los ediles blancos en la junta departamental.

Nos dicen que desde hace ya días en filas blancas se sabía que Rodolfo Montaña no era un candidato potable para el Partido Nacional y que no iban a acompañar su candidatura “hay ediles del frente amplio que creen que hacen política dando vueltas al santo botón en los pasillos de la junta departamental. No se dan cuenta que allí hay blancos como Claudia Maciel, que les dan mil vueltas” nos cuenta una fuente nacionalista que nos contaba esta semana lo que se vive en la Junta Departamental por estos días “les tiran fruta podrida adentro del Frente Amplio y muchos la compran como buena. Eso pasa porque la bancada del Frente no tiene una linea política y entonces los terminan desuniendo” nos explica “no se discute de política, discuten sobre personas, y ahí pierden su línea histórica” señala.

Argumentar públicamente que el edil coordinador blanco “se confundió por nerviosismo” y dijo que si a la primera vicepresidencia para el Frente Amplio cuando en realidad era la segunda, puede servir para contentar a los desprevenidos que escuchen la noticia al otro día en los informativos, pero resulta floja como fundamento político.

La complacencia con Zimmer de una parte de la bancada frentista en la pasada elección no le trajo votos al Frente Amplio, como tampoco le traerá votos alinearse con el moreirismo como apuesta algún sector de la bancada frentista en la actualidad. A lo sumo, les dará la posibilidad de que sus ediles aparezcan en alguna foto pintoresca. Pero nada más.