Pero no nos quiebran

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Gabriel Monteagudo.

Realizar actividades de periodismo, involucra el ejercicio de un conjunto de derechos que van desde el derecho a la libertad de expresión, la libertad de prensa y el derecho a la información, pero además se incluyen los derechos al trabajo, a un salario y a la libertades laborales en una actividad profesional.

Parte de esas libertades fueron cercenadas a la población a la que llega EL ECO, por una resolución de la jueza Penal de Carmelo Dra. María Alexandra Facal.

Este miércoles, Facal cortó nuestro derecho al trabajo, nuestra libertad y nuestro deber para ejercer como medio de prensa, nuestro derecho a la libertad de expresión y sobre todo, cercenó el derecho de los lectores a recibir la información de EL ECO.

Sin ser erudito en Derecho, se puede decir que Facal le hizo una moña de campeonato, al menos a cuatro derechos constitucionales.

Cortando un proceso de negociación que se llevaba a acabo en su juzgado, y en dónde los directores de EL ECO habían reconocido el uso fuera de la nueva normativa, de una serie de programas que son herramientas necesarias para la edición del semanario, la jueza tomó una resolución, a todas luces disparatada: ordenó la requisa de las computadoras de EL ECO de Palmira que habían sido encontradas en falta en agosto, incluso algunas que eran particulares y no formaban parte de la inspección, y ordenó un allanamiento en la oficina del semanario en Carmelo.

Además, como bien lo presentó en el juzgado este jueves el abogado de EL ECO el Dr. Erramouspe, la jueza tomó una resolución que va más allá de lo que pidió el denunciante. En su afán de ser complaciente con quién denunciaba a EL ECO, la jueza Facal ordenó algo que el denunciante no había pedido, y se salteó la intimación que antes debía hacerse según la denuncia.

Vaya a saber porqué tanto apuro de la jueza para complacer una denuncia contra EL ECO. Tengo mi propia teoría, pero no es momento ahora de difundirla.

Además, toma la resolución al otro día de un feriado de carnaval, mitad de semana, cuando EL ECO está en pleno proceso de cierre para poder enviarlo a impresión y que el sábado esté donde los lectores. Dicho en criollo, si no tuvo la intención, lo hizo con una casualidad espeluznante para quebrarnos en el peor momento.

Como decíamos, EL ECO estaba en plena negociación, ya que el representante de esta Cámara Antipiratería, -que antes fue representantes de videocubles y funcionario del Ministerio del Interior- pretende cobrarle a EL ECO una suma de miles de dólares que es imposible de pagar y que es mucho más que lo que cuestan las licencias de los programas cuestionados.

Facal se saltó todo eso, dinamitó los escalones establecidos en el camino de la negociación y, directamente, nos dejó sin las herramientas de trabajo que permiten a un medio de comunicación gráfico, salir a la calle para cumplir con su tarea de informar al público en tiempo y forma.

La noche del miércoles, mientras recibíamos cientos de llamados solidarios de colegas – el hermano Carlos Peláez por allá, Elio García por acá- de representantes de instituciones del gremio -Apu, Opi, Cainfo- y de decenas de organismos públicos y privados, la desazón entre los integrantes de EL ECO era subsanada por estas muestras de cariño.

Y pese a todas las contrariedades, rasguñados, impotentes ante la injusticia, el equipo del semanario decidió salir igual a la calle este sábado, porque es un equipo de rebeldes, contestarios y porfiados a la hora de informar. Y porque hemos dedicado una vida a publicar noticias, sobre todo esas noticias que molestan a cierta gente poderosa en dinero pero pobre en hombría de bien, que anda por ahí en las sombras y que sin dudas, es a la que el poder de turno le hace los mandados.

Salimos a la calle para estar donde pertenecemos, que es junto a los lectores.

Porque somos respetuosos de la justicia, pero no vamos a permitir que una jueza se lleve puesto así nomás el derecho de la gente a estar informados.

Nos doblan si, pero no nos quiebran.

Amnesia de Zimmer

amnesia2Zimmer va al banco y se lleva en el bolsillo miles de euros que Europa envió a la intendencia. Su Secretario Privado, cobra casi 100 mil pesos de sueldo y acomodó a todos sus hijos en la intendencia, pero parece que no le alcanza y por eso usa  gratis la barométrica municipal. El jerarca de tránsito que tiene que fiscalizar los vehículos, pasó dos años debiendo la patente de su auto.

Eso es Zimmer.

A lo largo de estos años Zimmer ha sido eso y mucho más. Tal vez lo más evidente a los ojos del ciudadano común, han sido las calles destrozadas de todas las ciudades del departamento hasta dos meses antes de la elección. Cuatro años y medio de andar saltando de pozo en pozo por las calles del departamento,  y dos meses de obras.

Su gestión se desdibuja como el bleque electoral diluido con querosen que chorrea por las alcantarillas por estos días.

Zimmer ha sido la promesa incumplida de reactivación de Marcopell en Carmelo, la promesa incumplida de restauración de la plaza de Toros , la promesa incumplida de mejorar las políticas de tránsito y la promesa  incumplida de transparencia en la gestión municipal. Esa transparencia que, escasa en la gestión Moreira, reclamabamos los colonieneses allá por 2005.

A eso hay que sumarle el dato no menor de gestionar quebrantando la ley, falsificando documentos y desparramando patentes de Colonia por todo el país, en un negocio millonario para unos pocos sobre el que aún no tenemos respuesta.

A pocas semanas de la elección de mayo, el intendente de Colonia Walter Zimmer es un paria político: abandonado por el Partido Nacional que lo fondeó en las listas para que no saliera e  imposibilitado de presentarse nuevamente como candidato a intendente, Zimmer anda de radio en radio por todo el departamento, llorisqueando justificaciones para una gestión que se cae a pedazos. Lo último y más increíble fue lo que le dijo al colega Juan Prandi esta semana en FM Amanecer “hubo prensa que presionó para que yo vaya preso” dijo. Sin palabras.

Hasta los propios blancos quieren olvidarse rápidamente de Walter Zimmer. Moreira lo critica, Planchón lo critica y si bien Manitto ha tenido la deferencia de no criticarlo abiertamente, muchos de los dirigentes que acompañan a Manitto lo critican sin que les duelan prendas.

Por estas horas, Zimmer provoca una amnesia generalizada en el Partido Nacional de Colonia.

Sin embargo, quienes se presentan como la alternativa blanca para sucederlo, son los mismos que han acompañado a Zimmer durante todo su mandato.

Moreira y sus ediles acompañaron su gestión y no sólo la apoyaron, sino que sus hombres aún integran el gabinete de Zimmer. En la primera gestión del barbado intendente, los ediles de Moreira no le  votaron el presupuesto, Zimmer echó a los directores moreiristas que luego hicieron juicio, ganaron los juicios, ganaron millones de pesos y Zimmer tuvo que restituirlos. Perdió Colonia.

Tampoco Planchón es garantía de cambio de la política que el Partido Nacional ha realizado en Colonia del 85 para acá.

Planchón acompaño a Zimmer durante 10 años y antes a Moreira otros 10. Hizo política y creció a la sombra de ambas gestiones, las apoyó con el voto de sus ediles en la junta departamental y jamás se escuchó una autocrítica pública de su parte. Renegar figurativamente de la política, planteando como novedad la incorporación a su equipo de gente no vinculada a la política, es, al menos, una afrenta a la política.

Colonia es un departamento brillante que ha tenido gestiones municipales que no han cumpllido con las expectativas de la población y terminaron desluciendo al departamento.

Manitto es Zimmer, Zimmer es Moreira, Moreira es Planchón y Planchón es Moreira y Zimmer.

Nada nuevo bajo el sol.

Colorados se rebelan en Colonia

La rica historia del Partido Colorado recogerá sin dudas el gesto de rebeldía de un grupo de dirigentes de Colonia, que este jueves enfrentaron el poder arrollador de Vamos Uruguay y decidieron que era mejor morir con dignidad que vivir de rodillas.

Lo que pasó este jueves en la Convención departamental fue grave: un grupo de colorados votando para no presentar candidato así podían acordar con el Partido Nacional. Muy mal debe estar el partido colorado en Colonia para oficializar orgánicamente su fusión con el histórico partido que combatió José BBatlle y Ordóñez.

Un partido al que el batllismo combatió porque le impedía al país avanzar en ideas nuevas, esas que José Batlle y Ordoñez instrumentó para cambiar para siempre el Uruguay a partir de 1904. Basta leer los discursos de los nacionalistas de hoy para comprender rápidamente que poco difieren de los discursos de ayer, pero es increíble escuchar hoy el cambio que ha tenido el discurso colorado. Un partido que perdió el alma al abandonar desde hace muchos años sus concepciones batllistas de la sociedad. Un partido colorado al que el batllismo junto con el pueblo, los abandonó hace rato.

Con este panorama, no extraña entonces los acuerdos entre los partidos fundacionales. En este marco, el sector mayoritario del Partido Colorado quería abandonar su idea de llevar como candidato a quién había surgido de la elección interna, el diputado Daniel Bianchi, luego que éste decidiera aceptar el ofrecimiento de Moreira de incorporar dos colorados al Ejecutivo departamental en caso de resultar electo.

En el medio, estuvieron en consideración aunque no deberían, las cuestiones económicas que señalan que no hay nadie entre los colorados, dispuesto a gastar entre 10 o 20 mil dólares como mínimo para llevar adelante la campaña departamental (comités, militancia, publicidad, impresión de listas, etc.).

Pero lo peor de la convención del jueves no fue esto, grave en si mismo al bajar las banderas partidarias por un acuerdo con lo que hoy se transformó en “familia ideológica” al decir del ex presidente Julio Sanguinetti.

Pero peor que eso, es hacer lo que se hizo, que es intentar impedir mediante el abstencionismo en la votación de la mayoría de los convencionales presentes, que otro sector del Partido Colorado, que cree que el electorado colorado debe tener una opción para votar dentro del partido, presente su candidato a la intendencia.

Intentar impedir, como se hizo según las fuentes coloradas que consultamos el jueves ni bien terminó la convención, que un grupo de batllistas independientes presentaran un candidato para hacer de paraguas a quienes aún se resisten a abandonar el Partido Colorado, parece de una arbitrariedad anti democrática increíble.

No es raro. Vamos Uruguay se ha caracterizado por el caudillismo cuasi militar de su líder Pedro Bordaberry, a quién cada vez más le afloran vestigios del caldo ideológico-familiar en el que cocinó su espíritu.

Finalmente 20 convencionales colorados le doblaron el codo a la pretensión mayoritaria y votaron para que el Partido Colorado tenga un candidato propio a la intendencia de Colonia.

Es una pena para el aporte conceptual y el ejercicio de la política departamental, que el diputado coloniense Daniel Bianchi se haya puesto al mando de esta barca de Caronte, que cruza por el río solo a aquellos que llevan una moneda bajo la lengua.

Aunque esa parece la ley, es de agradecer para la democracia departamental, que todavía queden colorados dispuestos a vagar 100 años por la ribera del río, antes de entregarse a las imposiciones del barquero de Hades.

Un gobierno sin excusas

El partido que gana gobierna y el que pierde, controla y ayuda. Eso es lo que quiere la gente y es el más sencillo y claro de los mensajes que envió la ciudadanía en el pasado mes de octubre dándole nuevamente mayoría parlamentaria al Frente Amplio.

Probablemente por una cuestión de genética histórica, los votantes uruguayos de 2014 portamos el recuerdo del experimento que significó el gobierno colegiado a mediados del siglo XX -de las pocas reformas de Batlle y Ordoñez que no funcionó- que tuvo que ser eliminado de la Constitución con la reforma de 1967 para devolverle al país una presidencia unipersonal y un partido que gobierne.

Más acá en el tiempo, el recuerdo es vívido sobre lo que significó el contubernio, alianza o liga vituperable, de blancos y colorados, que sin ser mayoría por sí solos, funcionaban como gobierno y a su vez como el palo en la rueda, haciendo del Uruguay un país estancado que terminó de explotar en 2002.

En términos sencillos, las mayorías parlamentarias fueron reconocidas por los uruguayos durante tres períodos consecutivos, como la forma de tener un gobierno que se haga cargo del voto que le da la gente y que no diluya responsabilidades con la excusa de que ésto o aquello  no se pudo hacer porque el aliado o minoría menor en el gobierno, no votó lo que había que votar, porque se enojó cuando la minoría mayor en el Ejecutivo, no le daba el cargo que la minoría menor le reclamaba.

A juzgar por los resultados electorales, está claro que el uruguayo quiere un gobierno que no pueda tener excusas a la hora de gobernar, y para ello las mayorías parlamentarias son necesarias, para si hace las cosas bien, seguir votándolo, y si hace las cosas mal, cambiarlo.

De eso hablaba Bonomi cuando se hizo cargo del Ministerio del Interior, para citar un ejemplo conocido, y de eso habla Vázquez ahora cuando le dice a la oposición que en lugares sensibles como la Educación, el gobierno asumirá totalmente la responsabilidad de la conducción.

A nadie se le ocurre, por ejemplo, cuestionar la mayoría parlamentaria que el intendente tiene en la junta departamental. Al ganar la elección, la constitución le asegura al intendente la mitad más uno de los ediles de la junta departamental. Con 16 ediles en 31 como mínimo, los intendentes se aseguran la mayoría necesaria para llevar adelante durante sus cinco años de gobierno, las propuestas que les ofreció a la gente en su plan de gobierno.

En Colonia Zimmer con el Partido Nacional llegó a tener 18 en la legislatura que termina este año. Sin embargo, esa mayoría parlamentaria no le sirvió para encauzar uno de los gobiernos más espantosos que hemos padecido los colonienses.

Si no fuera por el aporte de dinero y técnicos del gobierno nacional, hace rato que el departamento de Colonia se hubiera ido a pique.

Si algo deja claro el gobierno de Colonia, es que tener mayoría parlamentaria como sus dieciocho ediles en la Junta Departamental, no  te salva de la mediocridad gubernativa. Y eso que el Frente Amplio departamental fue muy cauteloso a la hora de hacer oposición y siempre buscó un acuerdo antes que la confrontación.

Como consecuencia de esta realidad, en donde parece de perogrullo decir que la gente vota a un gobierno para que se haga cargo del gobierno, valga la redundancia, es que hay sectores del Partido Nacional coloniense que hoy buscan despegarse del gobierno de Zimmer,  y aseguran desde la disidencia, que Zimmer no los dejó participar del gobierno durante estos años. Sin embargo, Zimmer tuvo las mayorías de su partido cada vez que las necesitó en la junta departamental, y por eso los dieciocho ediles blancos, y los dirigentes responsables de esos ediles,  son también corresponsables del gobierno del intendente de Colonia. Gobernaron con Walter Zimmer, e incluso, a pesar de Walter Zimmer.

El mal gobierno de Colonia no es responsabilidad única de Walter Zimmer, ni de su implosionado Espacio 19, sino de la totalidad del Partido Nacional de Colonia.

En un país que no acepta excusas a la hora de votar a su gobierno nacional, los colonienses nos enfrentamos a la disyuntiva de buscar para mayo, una oferta electoral, que haga en Colonia un gobierno que gobierne con mayorías en la Junta Departamental, para hacer las cosas que necesitan los colonienses.

Un gobierno departamental con más gobierno y menos excusas.

Cambio en el clima político: ganar la intendencia de Colonia hoy depende del Frente Amplio

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El Partido Nacional confirmó esta semana el peor de sus escenarios y tras confirmarse que el diputado Ricardo Planchón irá solo como candidato a intendente con su lista 12, la próxima intendencia de Colonia ya no depende de cual candidato blanco sacará mas votos.

El tiempo de la política cambia súbitamente como el clima en esta temporada, y cuando uno disfruta tranquilamente del sol, aparecen unos nubarrones que descargan un chaparrón y lo hacen salir corriendo, arruinándole el mejor día de playa.

Me lo dijo hace meses un connotado dirigente blanco, en una nota que hacíamos para EL ECO “apuesto a dos candidaturas porque con tres el Parido Nacional se debilita y compromete su chance electoral”.

Es lo que finalmente ocurrió esta semana, cuando Ricardo Planchón, tras hablar con Luis Lacalle Pou, decidió lanzar su candidatura solitaria a la intendencia de Colonia. Era previsible: después que Zimmer dinamitó el acuerdo que él mismo había impulsado entre el Espacio 19 y Planchón para octubre, parecía imposible la propuesta de los grupos zimmeristas de unirse para completar una fórmula Manito-Planchón que polarizara la interna blanca con posibilidades de ganarle a Carlos Moreira.

Fue lo que históricamente hicieron los blancos en Colonia: poner dos candidaturas fuertes que se critiquen en público para que la discusión por la intendencia se centre en lo que dicen el uno del otro. Y en esa pelea todos los blancos suman, logran la victoria y después se arreglan en el reparto de cargos como si nada hubiera pasado.

Bueno, si, algo pasó en la primera elección de Zimmer. Fue cuando el electo intendente quiso seguir la pelea más allá de la elección y sacó los directores de Moreira del gobierno: Mario Leiva, Eduardo Helbling, Guillermo Rodríguez, Jorge Torres, entre otros. El reclamo que hicieron los despedidos ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, hizo que la Intendencia de Colonia tuviera que pagar una fortuna de indemnización y restituirlos en los cargos.

Pero más allá de este millonario episodio puntual, lo cierto es que hoy la situación electoral es diferente.

Ahora, tanto Planchón como Manito saben que por separado será imposible ganarle a Moreira, por lo que tampoco sus partidarios tendrán muchas ganas de trabajar, en una campaña que saben de antemano que van a perder.

Sin polarización no hay pelea, no hay efervescencia ni competencia y por lo tanto la militancia blanca será una militancia a desgano.

Por estas horas, el “mercado electoral” de Colonia se compone de: votantes del Partido Independiente (2.500) que no tienen candidato porque el PI no presentará candidaturas en Colonia, 12.000 colorados que tienen claro que votar a este partido en las municipales es un voto inútil, otros dos mil ciudadanos colonienses que votaron en blanco en las nacionales y a los que ahora se suman un número indefinido de votantes nacionalistas, herreristas, del ala wilsonista y de centro izquierda del Partido Nacional, a los que no les gusta el senador Moreira y que piensan que votar a Manito o a Planchón es terminar dándole el voto al senador blanco. Y varios indefinidos e inclusos votantes del Frente Amplio a nivel nacional, que en la departamental optan por votar un candidato ganador y terminan apoyando alguna de las fórmulas blancas.

Es decir que, desde el punto de vista político, tras perder por la mayor cantidad de votos de la historia con el Frente Amplio en octubre y noviembre pasados, el Partido Nacional hizo todo tan mal como nadie imaginó que podía hacerlo mal.

Hoy está ubicado en el peor de los escenarios políticos posibles, comprometiendo una chance electoral que hasta ayer parecía imposible de comprometer.

¿Quiere decir esto que es posible que el Frente Amplio gane la elección municipal de mayo?.

No, para nada. Si bien, al revés que los blancos, los frenteamplistas de Colonia hicieron todo bien. Eligieron buenos candidatos en mayo, con trayectoria y reconocimiento en sus gestiones, que vienen trabajando desde entonces, mostraron a la ciudadanía coloniense quienes los van a acompañar en la gestión, con figuras importantes del quehacer departamental en áreas como la económica, la cultural, el turismo y la articulación política. Pero también es cierto que eso solo no define la elección cuatro meses antes. E incluso ya designaron sus candidatos a alcalde. Algo que ni siquiera hoy soñando, pueden contar en el Partido Nacional.

Para lograr poner la frutilla en la torta, al Frente Amplio le queda lo que tal vez, sea el paso más difícil de acá a mayo y esto es, tender los puentes necesarios con los posibles votantes, para lograr convencerlos que es la única fuerza política que puede hacer un departamento mejor para los colonienses.

Quienes habitamos el departamento de Colonia nos merecemos un departamento mejor, fuera de un modelo de gestión como el nacionalista que no funciona y que, por lo que contábamos antes, no muestra señales de poder auto transformarse para mayo.

Si los frenteamplistas de Colonia van a salir en estos meses a la calle a pretender transformar en frenteamplistas a la mayoría del departamento, equivocarán el camino y seguirán impidiéndole a la gente tener una gestión diferente para Colonia.

Si en cambio, optan por salir a tender la mano a los blancos que hoy están disconformes con su partido, a los colorados que no quieren dar un voto testimonial, a los independientes que no gustan de votar en blanco y a los sin partido que se sumaban a último momento a los blancos, pueden tener chances de ganar. En el fondo, todos sabemos en Colonia que Moreira es mas de lo mismo de Zimmer, que antes fue más de lo mismo del propio Moreira.

Pero para ganar hay que sumar. No es necesario salir a ofrecer cargos, ni lugares en las listas ni evangelizar frenteamplismo exigiendo un certificado de adhesión a la izquierda. Hay que ir a buscar a la gente, hablar con ellos y escuchar lo que dicen sobre cómo hacer cosas que mejoren el departamento. Se pueden sorprender como la gente que no es de izquierda, tiene ganas de ser escuchada y contar que conoce formas de mejorar la gestión de la intendencia para que todos vivamos mejor.

Pero tendrán que abandonar los prejuicios, algo muy difícil en alguna militancia de izquierda, y hablar con gente que incluso no siente simpatía por el Frente Amplio, pero que reconoce que con el gobierno nacional las cosas han mejorado, y con aquellos que no sienten simpatía por el Frente Amplio pero están recontra hartos de la gestión blanca en Colonia.

Hay que recorrer las calles con humildad, con el oído y la mente abierta, sumando y pidiendo el voto demostrando que hay ganas e ideas de hacer una gestión mejor, porque el Frente Amplio de Colonia aparece hoy como la única opción de cambio en un departamento que está agobiado, harto de una seguidilla de gestiones que terminan siendo malas o muy malas, y que el ciudadano común padece todos los días.

Por eso, el cambio meteorológico de la política departamental ocurrido esta semana, marca que ganar la intendencia de Colonia dejó de depender hoy de los blancos, sino que dependerá de cómo hagan las cosas de acá a mayo en el Frente Amplio.

La gente, cómo llegar a ella, encantarla y comprometerla para lograr el voto, sigue siendo el viejo pero simple secreto del éxito en cualquier elección.

El Partido Nacional confirmó esta semana el peor de sus escenarios y tras confirmarse que el diputado Ricardo Planchón irá solo como candidato a intendente con su lista 12, la próxima intendencia de Colonia ya no depende de cual candidato blanco sacará mas votos.

El tiempo de la política cambia súbitamente como el clima en esta temporada, y cuando uno disfruta tranquilamente del sol, aparecen unos nubarrones que descargan un chaparrón y lo hacen salir corriendo, arruinándole el mejor día de playa.

Me lo dijo hace meses un connotado dirigente blanco, en una nota que hacíamos para EL ECO “apuesto a dos candidaturas porque con tres el Parido Nacional se debilita y compromete su chance electoral”.

Es lo que finalmente ocurrió esta semana, cuando Ricardo Planchón, tras hablar con Luis Lacalle Pou, decidió lanzar su candidatura solitaria a la intendencia de Colonia. Era previsible: después que Zimmer dinamitó el acuerdo que él mismo había impulsado entre el Espacio 19 y Planchón para octubre, parecía imposible la propuesta de los grupos zimmeristas de unirse para completar una fórmula Manito-Planchón que polarizara la interna blanca con posibilidades de ganarle a Carlos Moreira.

Fue lo que históricamente hicieron los blancos en Colonia: poner dos candidaturas fuertes que se critiquen en público para que la discusión por la intendencia se centre en lo que dicen el uno del otro. Y en esa pelea todos los blancos suman, logran la victoria y después se arreglan en el reparto de cargos como si nada hubiera pasado.

Bueno, si, algo pasó en la primera elección de Zimmer. Fue cuando el electo intendente quiso seguir la pelea más allá de la elección y sacó los directores de Moreira del gobierno: Mario Leiva, Eduardo Helbling, Guillermo Rodríguez, Jorge Torres, entre otros. El reclamo que hicieron los despedidos ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, hizo que la Intendencia de Colonia tuviera que pagar una fortuna de indemnización y restituirlos en los cargos.

Pero más allá de este millonario episodio puntual, lo cierto es que hoy la situación electoral es diferente.

Ahora, tanto Planchón como Manito saben que por separado será imposible ganarle a Moreira, por lo que tampoco sus partidarios tendrán muchas ganas de trabajar, en una campaña que saben de antemano que van a perder.

Sin polarización no hay pelea, no hay efervescencia ni competencia y por lo tanto la militancia blanca será una militancia a desgano.

Por estas horas, el “mercado electoral” de Colonia se compone de: votantes del Partido Independiente (2.500) que no tienen candidato porque el PI no presentará candidaturas en Colonia, 12.000 colorados que tienen claro que votar a este partido en las municipales es un voto inútil, otros dos mil ciudadanos colonienses que votaron en blanco en las nacionales y a los que ahora se suman un número indefinido de votantes nacionalistas, herreristas, del ala wilsonista y de centro izquierda del Partido Nacional, a los que no les gusta el senador Moreira y que piensan que votar a Manito o a Planchón es terminar dándole el voto al senador blanco. Y varios indefinidos e inclusos votantes del Frente Amplio a nivel nacional, que en la departamental optan por votar un candidato ganador y terminan apoyando alguna de las fórmulas blancas.

Es decir que, desde el punto de vista político, tras perder por la mayor cantidad de votos de la historia con el Frente Amplio en octubre y noviembre pasados, el Partido Nacional hizo todo tan mal como nadie imaginó que podía hacerlo mal.

Hoy está ubicado en el peor de los escenarios políticos posibles, comprometiendo una chance electoral que hasta ayer parecía imposible de comprometer.

¿Quiere decir esto que es posible que el Frente Amplio gane la elección municipal de mayo?.

No, para nada. Si bien, al revés que los blancos, los frenteamplistas de Colonia hicieron todo bien. Eligieron buenos candidatos en mayo, con trayectoria y reconocimiento en sus gestiones, que vienen trabajando desde entonces, mostraron a la ciudadanía coloniense quienes los van a acompañar en la gestión, con figuras importantes del quehacer departamental en áreas como la económica, la cultural, el turismo y la articulación política. Pero también es cierto que eso solo no define la elección cuatro meses antes. E incluso ya designaron sus candidatos a alcalde. Algo que ni siquiera hoy soñando, pueden contar en el Partido Nacional.

Para lograr poner la frutilla en la torta, al Frente Amplio le queda lo que tal vez, sea el paso más difícil de acá a mayo y esto es, tender los puentes necesarios con los posibles votantes, para lograr convencerlos que es la única fuerza política que puede hacer un departamento mejor para los colonienses.

Quienes habitamos el departamento de Colonia nos merecemos un departamento mejor, fuera de un modelo de gestión como el nacionalista que no funciona y que, por lo que contábamos antes, no muestra señales de poder auto transformarse para mayo.

Si los frenteamplistas de Colonia van a salir en estos meses a la calle a pretender transformar en frenteamplistas a la mayoría del departamento, equivocarán el camino y seguirán impidiéndole a la gente tener una gestión diferente para Colonia.

Si en cambio, optan por salir a tender la mano a los blancos que hoy están disconformes con su partido, a los colorados que no quieren dar un voto testimonial, a los independientes que no gustan de votar en blanco y a los sin partido que se sumaban a último momento a los blancos, pueden tener chances de ganar. En el fondo, todos sabemos en Colonia que Moreira es mas de lo mismo de Zimmer, que antes fue más de lo mismo del propio Moreira.

Pero para ganar hay que sumar. No es necesario salir a ofrecer cargos, ni lugares en las listas ni evangelizar frenteamplismo exigiendo un certificado de adhesión a la izquierda. Hay que ir a buscar a la gente, hablar con ellos y escuchar lo que dicen sobre cómo hacer cosas que mejoren el departamento. Se pueden sorprender como la gente que no es de izquierda, tiene ganas de ser escuchada y contar que conoce formas de mejorar la gestión de la intendencia para que todos vivamos mejor.

Pero tendrán que abandonar los prejuicios, algo muy difícil en alguna militancia de izquierda, y hablar con gente que incluso no siente simpatía por el Frente Amplio, pero que reconoce que con el gobierno nacional las cosas han mejorado, y con aquellos que no sienten simpatía por el Frente Amplio pero están recontra hartos de la gestión blanca en Colonia.

Hay que recorrer las calles con humildad, con el oído y la mente abierta, sumando y pidiendo el voto demostrando que hay ganas e ideas de hacer una gestión mejor, porque el Frente Amplio de Colonia aparece hoy como la única opción de cambio en un departamento que está agobiado, harto de una seguidilla de gestiones que terminan siendo malas o muy malas, y que el ciudadano común padece todos los días.

Por eso, el cambio meteorológico de la política departamental ocurrido esta semana, marca que ganar la intendencia de Colonia dejó de depender hoy de los blancos, sino que dependerá de cómo hagan las cosas de acá a mayo en el Frente Amplio.

La gente, cómo llegar a ella, encantarla y comprometerla para lograr el voto, sigue siendo el viejo pero simple secreto del éxito en cualquier elección.

La prolijidad desconocida del frenteamplismo coloniense

El Frente Amplio de Colonia no parece el Frente Amplio de Colonia.

Lejos parece haber quedado el frenteamplismo coloniense de aquellas peleas internas que hacia que, cuando alguien sacaba la cabeza por fuera del grupo, los palos le cayeran desde todos los ángulos ideológicos, impidiendo no sólo la sana competencia interna, sino además, obstaculizando el crecimiento colectivo.

La mesa política departamental y la dirigencia de base, parece haber madurado lo suficiente para aprender de los errores y luego de sufrir porrazo tras porrazo en el campo electoral, entendieron que debían fomentar la competencia interna para que los frenteamplistas, libremente, eligieran sus candidatos.

Así fue la elección interna de mayo donde se habilitó la presentación de siete precandidatos y desde donde surgieron Darío Brugman y Jorge Mota como los ampliamente mayoritarios.

El fallo popular fue inapelable.

Así, el Frente Amplio de Colonia fue el único partido que salió de junio con los candidatos definidos para la elección de mayo de este año, algo que aún se debate en el Partido Nacional por estas horas.

Ahora, el Frente Amplio sorprendió con el acuerdo de este miércoles, cuando definió que el economista Hugo Pareschi, el escribano Luis Menoret, la Abogada Andrea Venosa y la docente Nora Gonzalez acompañarán la candidatura de Jorge Mota. Menoret encabeza el grupo de Raúl Sendic en el departamento y ha estado cerca de Mota desde la elección pasada, en tanto que la abogada Andrea Venosa, oriunda de La Paz, integra la orgánica de Alternativa, uno de los grupos que acompaña a Constanza Moreira, y asesora a la bancada femenina en el parlamento.

Por su parte la maestra y profesora Nora González es una profesional muy respetada en Tarariras.

En el equipo de Darío Brugman están Román Chipolini, de reconocida trayectoria en el Frente Amplio y ex candidato a la intendencia, Fernando Maddalena, ex Director de Cultura y referente departamental en el ámbito cultural, Andrea Schunk, ex Directora de Turismo y quién podría decirse que fue la primera que tuvo la visión necesaria para reordenar y encauzar las iniciativas turísticas del departamento. A ellos se suma Hebert Márquez, quien es un referente de la política frenteamplista en la zona oeste del departamento.

Es que el Frente Amplio parece tener cada día más chances de gobernar el departamento de Colonia. La desorientación que sufren los blancos por estas horas, el abandono de Zimmer, el intento de remendar el Espacio 19 pese a reconocidas diferencias, la traición a Planchón,  que impide un acuerdo para polarizar candidaturas y pelear con fuerza a Moreira, hacen que hoy por hoy, el Partido Nacional tenga veinte mil votos alejados ideologicamente de estas opciones, que navegan en la más absoluta incertidumbre. Luego de votar al Frente Amplio en octubre, ahora se encuentran conque en su partido, no existe una pata de izquierda como la que ofrecía Zimmer.

Carlos Moreira obtuvo catorce mil votos en las municipales de 2010 frente a Zimmer y obtuvo la misma cantidad de votos en la elección de octubre pasado. Con esos votos no le alcanza para ganar la intendencia y el otro candidato, que parece consolidarse en Pablo Manitto, no parece que le sume los votos que le faltan.

Mientras el Partido Colorado se convierte cada día más en un partido testimonial en el departamento, y los independientes no presentarán candidatura para canalizar los dos mil quinientos votos que obtuvieron en octubre, la gran pelea será entre Moreira y el Frente Amplio. Y no parece probable que sean muchos los votos colorados e independientes que vayan a apoyar al actual senador blanco.

A pocos días del 9 de febrero donde se terminan los plazos para definir candidaturas, el caos existente en el Partido Nacional contrasta claramente con la pulcritud política que el Frente Amplio muestra por estas horas a la ciudadanía.

Ahora, la propuesta elaborada y aprobada esta semana, con el complemento en las listas de los candidatos frenteamplistas de la que hablamos líneas arriba,  deberá recorrer los comité de base para su aprobación. La dirigencia está recorriendo el territorio para defender estas designaciones por sobre otras. Varios nombres quedaron por el camino y esto genera enojos y desacuerdos.

Ahora le toca a los comité de base determinar si están en condiciones de aceptar la propuesta que acordó la dirigencia o se repetirá la historia y todo terminará en el conocido palo en la cabeza, con el que mueren habitualmente las aspiraciones electorales en el Frente Amplio departamental.

En pocos días se sabrá cual será el fin de esta historia.

El ADN del fracaso en la gestión municipal

O se rompe o se abandona.

Baño_Playa_SereLa gestión del intendente Zimmer se caracteriza por una particularidad: todo lo que no pueden gestionar, lo abandonan o tiran abajo.  En Carmelo hay sobradas muestras de ello: el parador El Refugio parece seguir con ese destino, detrás de los baños de La Rotonda, el kiosco de Plaza Independencia, la doble vía o las barracas de Montes del Plata.

En algunas, como la doble vía, la intendencia manejó mal el dinero que le envió el gobierno central. En otras, simplemente no pudo cuidarlas adecuadamente, y las tiró abajo o las dejó abandonadas.

Los baños que había en la rotonda de Playa Seré son el mejor ejemplo de la ineficiencia de la gestión municipal a la hora de preservar los bienes de todos los carmelitanos. Como no podía cuidarlos adecuadamente, decidieron demolerlos. A ese destino parecen ir varios de los fracasos de gestión que ha tenido la administración Zimmer en Carmelo: como no pueden manejarlos, los tiran al suelo. El Refugio, inaugurado en 1935*, parecía ir con ese destino hasta que, en el último minuto el comerciante José “Pepe” Viera aceptó el desafío y arrancará con chivetería. Pero todavía tendrá que estampar la firma para comprometerse por cinco años y gastar mucho dinero para devolverle el hermoseado que le falta.

El pasto comienza a tapar los barracones de Montes del Plata que quedaron en custodia de la IntendenciaMuchos temen y con razón, que El Refugio tenga destino de demolición y, quién entregó la llave luego de entrar al edificio, Heber Giribone, coincide con eso “sólo el techo del salón puede salvarse, después hay que hacer todo el quinchado nuevo” dijo.

El puente sobre el Arroyo Juan González, que la intendencia le reclamó al MTOP para usar como un pasaje alternativo de camiones y luego, cuando se lo construyeron, no le hizo los accesos como se comprometió, tal vez sea el mayor monumento a la ineficiencia de una gestión municipal que desborda deficiencias por todos sus poros.

La evidencia fotográfica hace innecesaria decir algo más sobre semejante axioma.

Puente_La_Calera5Pero ni siquiera hay que transitar el camino hacia Calera de las Huérfanas para descubrir que la población de Carmelo ve las deficiencias de la gestión municipal.

Hay monumentos urbanos que muestran eso, aquí mismo, en nuestra ciudad.

En Plaza Independencia, el kiosco octogonal que ha sido característico durante decenas de años se encuentra abandonado. Tras sacar hace años el último concesionario que intentó hacer funcionar un kiosco, la intendencia decidió transformarlo en un centro de información turística. Pero en ese lugar nadie pedía información turística, y desde entonces allí está, como un monumento al abandono, sin otro destino que esperar que el tiempo aplique sobre él la teoría de los cristales rotos.

El ploteado que le hicieron esta semana, luego de años de abandono, remeda en algo esa carencia, pero resulta un parche y no una solución de fondo.

Si no hacen las cosas bien con dinero propio, imaginemos como lo hacen con el dinero ajeno. Sobre todo con el dinero que, como nunca en la historia, les ha enviado el gobierno nacional.

No podemos dejar de mencionar en este recuento de ausencia de gestión, la Avenida Italia, construida con dinero del gobierno nacional. La intendencia sólo tenía que llamar a licitación a una empresa competente y vigilar con sus técnicos que se hiciera bien. Pero resultó tan malo el trabajo, que hasta a la intendencia le da vergüenza recibir la obra, y aún no ha sido inaugurada.

Doble_ViaCortar la cinta y aparecer en la foto, es algo que no podrá hacer el intendente Walter Zimmer en la doble vía de Avenida Italia.

Los barracones de Montes del Plata están ahí, tecleando en cuanto a su destino. Quedó claro tras la edición del pasado sábado de EL ECO, que se abre un espacio de tiempo de sesenta días para que se presenten proyectos de particulares para su funcionamiento. Nadie sabe que pasará si cumplidos los sesenta días, no se presentan ofertas. Pero está claro que la intendencia ya no quiere seguir pagando el costo de la seguridad y mantenimiento del predio. Pero como además, la empresa que las construyó cobra una abultada cifra de dinero para desmantelarlas, es probable que se opte por el empujón de un par de retroexcavadoras para tirar abajo gran parte de esas barracas.

El dicho popular dice que el éxito tiene muchos padres pero el fracaso siempre es huérfano. En el caso de la gestión municipal sobre los bienes de los carmelitanos, el ADN de los hechos, confirma plenamente la paternidad.

* Dato aportado por el historiador Gonzalo Parodi

la empresa que las construyó cobra una abultada cifra de dinero para desmantelarlas, es probable que se opte por el empujón de un par de retroexcavadoras para tirar abajo gran parte de esas barracas.

El dicho popular dice que el éxito tiene muchos padres pero el fracaso siempre es huérfano. En el caso de la gestión municipal sobre los bienes de los carmelitanos, el ADN de los hechos, confirma plenamente la paternidad.

* Dato aportado por el historiador Gonzalo Parodi

La ley de medios y el Sr. Lobecio

Por Gabriel Monteagudo

Desde hace más de veinte años, los carmelitanos disfrutamos o padecemos de un sistema monopólico de los medios audiovisuales en la ciudad. Ya sea por herencia -la radio- o por amiguismo político -el cable-, los carmelitanos hemos tenido como dueño monopólico de la radio y la televisión a un solo dueño, al que conocemos perfectamente y del cual tenemos claramente constatado lo que hizo o no hizo con ese privilegio.

Por eso, la situación de Carmelo es ideal para tratar de explicar en términos sencillos y refiriéndonos a un solo nombre como un genérico, de qué se trata la ley sancionada este martes por los senadores y que antes de fin de año tendrá sanción definitiva en Diputados.

Una precisión necesaria: la ley se llama Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, esto es, que hace referencia a la distribución de contenidos a través de radio y televisión. Por eso es mal llamada “ley de medios”, porque no afecta a las empresas gráficas, sino que solo apunta a los medios electrónicos que, para su difusión, utilizan el espectro radioeléctrico que es un bien del Estado, y por ende de todos los uruguayos.

Veamos, entonces, qué le dice la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual al Sr. Lobecio.

Esto no es tuyo

Lo primero que dice la ley es que el negocio que tiene montado desde hace veinte años el Sr. Lobecio no es un almacén que él puede manejar a su antojo. “Los servicios de comunicación audiovisual, en tanto servicios culturales, son, a la vez, de índole económica como cultural, porque son portadores de identidades, valores y significados, y por consiguiente no deben considerarse únicamente por su valor comercial”. En este sentido se consideran un elemento estratégico para el desarrollo nacional y por lo tanto “son soportes técnicos para el ejercicio del derecho humano a la libertad de expresión y a la libertad de información, preexistentes a cualquier intervención estatal”.

Más vale malo conocido

Así hasta el artículo 10. Más allá, la nueva ley le dice al Sr. Lobecio que se quede tranquilo, que nadie le va a sacar nada, ni le va a imponer lo que tiene que decir, y por lo tanto, podrá seguir manteniendo su línea editorial histórica vinculada al herrerismo que todos conocemos. En esta ley el Estado legisla sobre la base del principio de “mejor malo conocido que bueno por conocer” y, entonces el Estado le dice que lo prefiere a él y todos los que como él llegaron a tener radios y señales de televisión, antes que multimedios extranjeros como el Grupo Clarín o la cadena O Globo de Brasil.

Por una razón muy sencilla y que beneficia al vecino: es más fácil cruzarse por la calle del centro con el Sr. Lobecio, y decirle que su servicio de televisión o radio es espantoso, hacerle algún reclamo puntual, porque la señal no llega a tal barrio, o felicitarlo por el servicio que presta. Pero será casi imposible poder llegar al Sr. Clarín o al Sr. Oglobo para hacerle un reclamo similar.

El Estado considera que para insultarlo o felicitarlo, es mejor para el vecino tener a mano al Sr. Lobecio.

Los monopolios u oligopolios en la propiedad y control de los servicios de comunicación audiovisual conspiran contra la democracia al restringir la pluralidad y diversidad que asegura el pleno ejercicio del derecho a la información de las personas. Es deber del Estado, dice la ley, “instrumentar medidas adecuadas para impedir o limitar la formación de monopolios y oligopolios privados, así como establecer mecanismos para su control”.

Aquí, la ley le avisa al Sr. Lobecio que lo que hizo durante 20 años -incluso con ayuda de un amigo cuando se quiso adjudicar otro cable para Carmelo- está muy mal, y que el Estado trabajará para que haya varias empresas radiales y televisivas en la ciudad (art.42).

En el inciso B del artículo 25, le dice una cosa muy interesante: aquí la ley le dice al Sr. Lobecio que el Estado ya sabe que heredó como bien propio un bien del Estado -la onda de radio- y que gracias a su herrerismo militante fue premiado por el cable durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle, papá de Luisito.

Aquí, el Estado le aclara, por las dudas, que el Sr. Lobecio no podrá heredarles las ondas del Estado a sus descendientes, que existen plazos para el usufructo del servicio y el Estado podrá cambiar de permisario de las ondas cuando venza el contrato. Por las dudas, le dice a los herederos que no crean que ellos también van a vivir toda la vida a costa de aquel regalo.

Cuidar a la gente

¿Y qué otras cosas le dice la ley al Sr. Lobecio? Bueno, le dice que tiene que trabajar para que su sistema monopólico no sea mediocre, o sea más maravilloso de lo que actualmente es.

Le dice que tiene que cuidar al televidente o al escucha de su radio, que la publicidad tiene que estar diferenciada, que la gente tiene que conocer la programación con tres días de antelación y que deberá respetar los horarios de los programas.

Y luego le pone reglas como la de ofrecer imágenes “respetuosas e inclusivas”, no hacer discriminación por ningún motivo, entre otras cosas, algo que aquí no ha ocurrido -al menos nunca tuvimos noticias de ello-, pero que en algún otro lugar algún otro Sr. Lobecio pudo haber hecho.

Pero fundamentalmente a partir del artículo 30, se establece el Derecho a la privacidad, al cuidado de la imagen que se utiliza de los niños, niñas y adolescentes, a quienes dice claramente “que se respete su privacidad en cualquier circunstancia y muy especialmente en oportunidad en que sus derechos o su integridad física y moral estén siendo o hayan sido vulnerados. Lo mismo aplica en el contexto de hechos delictivos, así como en circunstancias donde se discutan su tutela, guarda, patria potestad o filiación. En todos los casos, los servicios de comunicación audiovisual se abstendrán de difundir nombre o seudónimo, imagen, domicilio, la identidad de sus padres o el centro educativo al que pertenece u otros datos que puedan dar lugar a su individualización”.

En este sentido, la ley apunta más al Sr. Lobecio dueño de medios en Montevideo, donde vemos continuamente por televisión cualquier barbaridad a cualquier hora.

Si es de gusto de unos y otros no, es materia opinable. Pero la intención de regular la imagen de algunos contenidos en la televisión es necesaria, como violencia excesiva, sufrimiento, crímenes, pornografía, actos sexuales en series o películas a las tres de la tarde, difusión y apología del consumo de drogas, y demás.

Nada que cualquier padre normal intente evitar que su hijo vea cuando está frente al televisor.

Para aquellos que dicen “ajá, y qué pasa con internet”, es bueno saber que las computadoras tienen un control parental que impide el ingreso a páginas con determinados contenidos. Sería bueno que los adultos se pusieran a estudiar un poco sobre eso.

El Sr. Lobecio tampoco podrá usar niños, niñas y adolescentes para mensajes publicitarios que puedan producirles daño, incitar a la compra aprovechando su incredulidad o llevarlos a situaciones peligrosas, publicidad no tradicional en programas infantiles, etcétera.

El mundial

El artículo 37 señala el derecho de acceso a eventos de interés general que incluye el derecho del público a acceder a la recepción a través de un servicio de radiodifusión de televisión en abierto, en directo, en simultáneo y de manera gratuita, de determinados eventos de interés general para la sociedad.

Y en el siguiente pone algo bien interesante para los carmelitanos y es que, ante un mundial, por ejemplo, el Sr. Lobecio deberá tener un servicio de radiodifusión de televisión en abierto y en directo y simultáneo.

Para estos eventos quedará limitado el ejercicio de derechos exclusivos en aquellas localidades del territorio nacional donde no se cumpla esta condición.

Pero, además, le impone al Sodre la obligación de hacer llegar esa señal a todo el territorio nacional “cuando no exista ningún otro prestador interesado en la emisión, el Sistema Nacional de Radio y Televisión Público deberá hacerse cargo de garantizar el derecho establecido en el artículo precedente, siempre que sea técnicamente posible y en la modalidad de retransmisión”.

Conciencia

Para aquellos colegas que muchas veces son enviados por el medio a cubrir eventos que no están dentro de sus parámetros éticos, el artículo 41 establece una cláusula de conciencia que protege al periodista de tener que ir sin chistar donde el medio lo manda.

Producción Nacional

A partir del Capítulo II, la ley habla de la promoción de la producción audiovisual nacional y establece la promoción de la producción nacional de televisión.

Aquí la ley dice que al Estado no le parece bien que los dueños de los canales se hayan gastado el dinero que recaudaron del usufructo del monopolio de radio y televisión en comprar campos en Paraguay o Argentina, vaquitas o soja, o cualquier otra cosa, y que no hayan invertido nada o muy poco en mejorar el servicio de televisión y radio, tener unos buenos micrófonos y cámaras, aire acondicionado en el estudio, buenos salarios a sus trabajadores, etcétera.

Por ello, los servicios de TV comerciales, al menos el 60 % de la programación total emitida por cada servicio deberá ser de producción o coproducción nacional, sin contar la publicidad, y la autopromoción. Un porcentaje de esta programación, que será determinado en la reglamentación, será de producción local o propia, atendiendo a la diferente realidad de la TV del interior y Montevideo.

Para ello, establece pautas comunes a servicios de TV comerciales y públicos: al menos el 30 % de la programación nacional establecida en los párrafos anteriores deberá ser realizada por productores independientes, no pudiendo concentrar un mismo productor independiente más del 40 % de ese porcentaje en un mismo servicio de radiodifusión de televisión.

Independientes

Un mínimo de dos horas por semana de la programación emitida deberán ser estrenos de ficción televisiva y/o películas cinematográficas, y de ésta, al menos un 50 % deberá ser de producción independiente. Para cumplir con este requisito el comienzo de la emisión de estos programas deberá estar comprendido entre las 19 y las 23 horas, lo que no aplicará para el caso de ficción destinada a niños, niñas y adolescentes. Dentro de esta programación, se deberá programar al año como mínimo dos películas cinematográficas de producción nacional, y, en este caso, cada hora de programa se contabilizará como cuatro, a los efectos del cálculo del porcentaje. Estos requisitos mínimos podrán ser incrementados por el Poder Ejecutivo a propuesta del Consejo de Comunicación Audiovisual.

Un mínimo de dos horas por semana de la programación emitida deberán ser programas de agenda cultural, entendiendo por tales aquellos que promuevan eventos y actualidad de las industrias creativas, como ser teatro, danza, artes visuales, museos y patrimonio, música, libros, cine, videojuegos, diseño, entre otros. Por lo menos el 50 % deberá estar dedicado a industrias creativas nacionales. Para cumplir con este requisito, el comienzo de la emisión de estos programas deberá estar comprendido entre las 19 y las 23 horas.

Para los programas nacionales educativos o de ficción dirigidos específicamente a niños, niñas y adolescentes cada hora de programa se contabilizará como una y media, a los efectos del cálculo del porcentaje.

El valor de las repeticiones de los programas de producción nacional, a los efectos del cálculo del porcentaje, será establecido en forma decreciente (primera repetición, segunda, tercera y subsiguientes) en la reglamentación de la presente ley.

En cuanto a las radios, la ley establece que los servicios de radiodifusión de radio abierta, los servicios para abonados en sus señales radiales propias, y las señales de radio establecidas en Uruguay que sean difundidas o distribuidas por servicios para abonados con autorización o licencia para actuar en nuestro país deberán emitir al menos 30 % de música de origen nacional del total de su programación musical. Esto comprende autores, compositores o intérpretes nacionales, en los diversos géneros musicales existentes.

En síntesis, la ley pone un marco que hace las veces de respuesta de efecto pendular sobre la realidad actual de los medios audiovisuales. Para los señores Lobecio de todo el país, no es una buena noticia, porque van a tener que ponerse las pilas. Tiene mucho de entusiasmo y bastante de voluntarismo, pero no deja de ser un inicio sobre algo que faltaba.

Para los ciudadanos comunes, se trata de una ley donde no pierde nada y termina ganando en derechos y en calidad sobre los productos que recibe cuando se sienta en su sillón, luego de una larga jornada de trabajo.

En Colonia hay tres dirigentes blancos de primer nivel en la justicia, pero siguen como si tal cosa.

Azimmer_Planchon_MallorcaLa dirección de la lista 711 anunció que en febrero hará efectiva la renuncia firmada de antemano por Enríquez, por lo que la banca que debía ocupar le corresponderá a Stella Viel.

Así lo anunció en la jornada el diario El País, tras acceder a un comunicado oficial de la lista 711 donde señala que para la asunción de la nueva Cámara de Diputados, el suplente José Enriquez no ingresará a la cámara como consecuencia de la denuncia penal que tiene por falsificación de documentos.

No fue como dijo Búsqueda el jueves, pero casi. La transparencia debe ser un norte al que no puede renunciar la clase política,  porque si ellos se permiten opacidad, la sombra se extiende rápidamente como ejemplo sobre el resto de la sociedad y pasa a a ser un acto normal en la la vida de la gente. Además del descrédito político que significa.

Bien lo sabemos los colonienses que tenemos un intendente aún procesado por falsificar la fecha de empadronamientos a más de mil vehículos,  y que es investigado por el manejo discrecional del dinero proveniente del exterior, a una Dirección que maneja su actual pareja.

Bien lo sabemos los colonienses por un candidato como Javier Mallorca, cuya causa aún se procesa en la justicia por haber fraccionado el gasto del dinero que disponía -algo absolutamente prohibido en la Administración Pública- y no poder justificar obras en Nueva Palmira y Carmelo, donde utilizó 11 mil dólares para arreglar una plaza que una semana antes había hermoseado gratuitamente una congregación de mormones.

Bien lo sabemos los colonienses, que tenemos un diputado, felizmente no reelecto, que está a un paso de terminar en la justicia por defraudación tributaria, esto es, esconderle a la DGI que trabajaba con un presunto sistema de doble facturación, lo que en buen criollo significa, boletas que venían sin pie de imprenta y por las que no aportaba, lo que  le representó  una multa de 10 millones de pesos.

Ricardo Planchón deberá pagar además,  entre diciembre y marzo,  una clausura de al menos cuatro días de su comercio, que gira en el rubro gastronómico sobre la principal avenida de Colonia del Sacramento. Según publicó EL ECO en su edición papel este sábado, Planchón será uno de los candidatos que se postulará a la intendencia para ayudar a juntarle votos a Carlos Moreira.

Hoy la gente te pasa esas cuentas, y está bien que lo haga. En Colonia se lo hizo en octubre y noviembre  al Partido Nacional,  incluso con sus socios del Partido Colorado, y se lo hará seguramente en mayo de 2015 porque existe una saturación absoluta de un gobierno que desborda mala gestión por todos sus poros.

Y eso  los blancos lo saben.

En el caso del diputado de la 711 que hoy fue noticia , su caso está en el juzgado de la jueza penal Blanca Rieiro, que el viernes pasó los antecedentes a estudio del fiscal Gustavo Zubía.

Enríquez cobró notoriedad el jueves cuando el semanario Búsqueda informó que había contra él un pedido de captura internacional de Interpol Brasil. Este pedido de captura no era tal, y Búsqueda tuvo que aclarar la situación esa misma tarde desde su página en Facebook, pero sí se supo ese día que Enríquez tenía una denuncia penal por falsificación de documentos.

“Búsqueda publicó  que Enríquez era requerido por Interpol-Brasil. Esa información era inexacta ya que la requisitoria de la Policía de Brasil se limita al territorio brasileño” reconoció Búsqueda horas después.

Sin embargo, el detalle técnico-periodístico, no le quita gravedad al asunto.

Tras conocerse  la versión de Enríquez, el semanario Búsqueda publicó un comunicado donde reconoce que «se equivocó» y que «Interpol-Brasil no pidió a la Policía uruguaya la detención de José Enríquez». «Lamentamos profundamente el error cometido y presentamos formalmente nuestras disculpas al Sr. Enríquez, a la Lista 711 y a los lectores del semanario», señaló Búsqueda.

No obstante, el semanario agregó que «las fuentes de Búsqueda informaron en el día de hoy (por ayer) a sus periodistas que el Sr. Enríquez sí está requerido por la Policía brasileña en el territorio de Brasil». Además agregan que una denuncia informando sobre esto fue recibida por la Policía uruguaya el 12 de septiembre.

El comunicado señala que una vez recibida esa denuncia y en el día de ayer la jueza penal Blanca Rieiro, pidió a la Policía uruguaya que le remitiera todos los antecedentes del caso.

En setiembre, la magistrada recibió una denuncia penal presentada por una mujer contra Enríquez por el delito de falsificación de documentos, informaron fuentes del caso a El País. Enríquez todavía no designó abogado defensor y tampoco fue citado a declarar.

Enríquez es el primer suplente del diputado electo por Canelones, Marcos Otheguy, que a su vez es el primer suplente de Sendic en el Senado. Como Sendic pasará a presidir la Cámara Alta en su condición de vicepresidente de la República, Otheguy ocupará su banca en el Senado y Enríquez entraba a la Cámara de Diputados. Ahora la banca que le correspondería a Enríquez la ocupará Stella Viel.

A continuación, el texto divulgado por la Dirección Ampliada de la Lista 711:

En función de los elementos de información con los que contamos hasta el momento, la dirección Nacional Ampliada de la Lista 711 resuelve:

1- Retirar la confianza política al señor José Enríquez, integrante suplente de la Lista 711 de Canelones.

2- Establecer con claridad que, el 15 de febrero cuando asuma la nueva legislatura, el diputado Marcos Otheguy asumirá su banca en la Cámara y se dará trámite a la renuncia escrita con fecha 4 de diciembre presentada por José Enríquez.

3- Solicitamos a José Enríquez su mayor colaboración para dilucidar su situación ante la Justicia.

Dirección Nacional Ampliada de la Lista 711

El volcán nacionalista en Colonia

Volcan

En broma, los blancos de Colonia preguntan: Zimmer…¿quién es?.

Es que el frenesí electoral del Partido Nacional es tan pasionalmente volcánico, que la lava de las nuevas expectativas para octubre cubren totalmente las estructuras que sostenían el partido diez minutos atrás.

Luego de la visita de Luis Lacalle a Conchillas, la sorpresa de la candidatura de María de Lima o Roberto Calvo, la escisión del Espacio 19, el acuerdo con Planchón, el interrogante sobre la sostenibilidad de la candidatura municipal de Pablo Manitto, de quién dicen que «no tiene llegada con la gente», la marea de lava sigue surgiendo del volcán electoral nacionalista.

Planchón mandó informar que estaba en negociaciones con Moreira, pero desde el sector de Moreira lo niegan y sugieren que en realidad Planchón manda un mensaje a la interna del Espacio 19. Aseguran que él eligió a Asqueta como segundo pero desde el Espacio 19 le quieren poner otro candidato porque recuerdan que Asqueta tuvo poco apoyo electoral en la pasada interna.

Moreira aclara que será intendente una y otra vez. En su grupo lo habían designado a Andrés Sobredo como candidato a diputado, pero pese a su poder económico, los blancos moreiristas no lo quieren porque es un recién llegado al grupo (se incorporó hace pocos años desde el Partido Colorado). Los más malintencionados deslizan que no quieren a alquien que ocupó un puesto de ñoqui en la Dirección de Turismo. Por eso ahora el candidato a diputado será Edmundo Roselli que sí es un militante del riñón moreirista.

En el grupo niegan tajantemente que no hay ninguna conversación con Planchón, y dicen que en el grupo «nos arreglamos entre nosotros. No hacemos alianza con nadie» y que Planchón «ya no tiene la imagen de antes», sobre todo después de su millonaria deuda con la DGI.

Pero Moreira, que ya tenía seguro el segundo lugar en el senado de Larrañaga, lo de tambalear ahora por un grupo de diputados de Canelones que asegura haber obtenido más votos en la interna. El cupo obligatorio de una mujer enviaría a Moreira al cuarto puesto donde la reciente huida de dirigentes aliancistas al cobijo de las listas de Lacalle chico, da poca seguridad en la elección.

En el caso de Zimmer, el Partido Nacional le recuerda que  se fue para Europa durante la elección de 2009, señalando claramente que no apoyaba a Lacalle padre en su postulación y daba un guiño de libertad a sus votantes para beneficiar a su amigo «el Pepe» actual Presidente de la República.

Ese pase de facturas desde el Honorable Directorio le restó posibilidades en las listas de Alianza. Eso sumado a la recordada frase «hay legisladores que pasean el perro por la rambla en lugar de trabajar» no deja mucho margen para que Zimmer sea acogido con calor en las listas parlamentarias de los blancos.

Con este panorama, el barbado intendente, ex preso y con procesamiento confirmado, tiene más cerca un futuro de vida familiar que de actividad política.

Que ya se encuentren blancos que no recuerdan quién es Zimmer, es una señal en ese sentido.