Más allá de los pasillos: la timorata bancada del FA

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La bancada del Frente Amplio en la Junta Departamental parece haber perdido el rumbo desde hace tiempo. Se dice desde adentro que allí no hay un liderazgo claro, no hay quién tenga autoridad para determinar un rumbo -esto señalando no una persona sino un colectivo- y sea aceptado pro el resto. Hay como grupos enfrentados y mucho afán por salir en la foto. En este sentido, la imagen del edil frenteamplista contento de aparecer en la foto de la Mesa, aunque lo hayan relegado a una segunda vicepresidencia, habla por si sola.

De los más de veinte años que cubrimos la Junta Departamental para EL ECO, es la primera vez que se ve una clara discordinación en la bancada del Frente Amplio, y ya hay quienes dicen que es muy probable que en la próxima elección el Frente Amplio de Colonia pierda tres o cuatro ediles, como consecuencia de los gruesos errores políticos que viene cometiendo en los últimos años.

Es entonces que, ante este panorama, la bancada parece fácilmente manejable por la bancada blanca que es mayoritaria, bancada de la que sus integrantes ya tienen implícita una genética hereditaria que emana desde la propia bancada del a Junta, y que les permite desarrollar estrategias exitosas, pulverizando cualquier expectativa de la oposición, esto es del Frente Amplio y de una visión de izquierda que cada día aparece más relegada ante erráticas estrategias de coyuntura.

Al principio del período, hubo un intento de establecer un liderazgo dentro de la bancada frenteamplista, acto que estuvo en manos de la bancada socialista con sus tres ediles, y que en su momento sumó al MPP, la 738 y 2121 para comandar la bancada. Ese intento se fracturó cuando el tema del boleto estudiantil -donde una parte de la bancada salió insólitamente a defender la postura del intendente Carlos Moreira y de las empresas que les cobraban boleto a los escolares- y se terminó de fracturar luego con el tema del impuesto al alumbrado público. Eso hizo que la bancada no se pudiera parar en unidad ante el Ejecutivo de Moreira y eso la hizo frágil al manejo de de los ediles blancos en la junta departamental.

Nos dicen que desde hace ya días en filas blancas se sabía que Rodolfo Montaña no era un candidato potable para el Partido Nacional y que no iban a acompañar su candidatura “hay ediles del frente amplio que creen que hacen política dando vueltas al santo botón en los pasillos de la junta departamental. No se dan cuenta que allí hay blancos como Claudia Maciel, que les dan mil vueltas” nos cuenta una fuente nacionalista que nos contaba esta semana lo que se vive en la Junta Departamental por estos días “les tiran fruta podrida adentro del Frente Amplio y muchos la compran como buena. Eso pasa porque la bancada del Frente no tiene una linea política y entonces los terminan desuniendo” nos explica “no se discute de política, discuten sobre personas, y ahí pierden su línea histórica” señala.

Argumentar públicamente que el edil coordinador blanco “se confundió por nerviosismo” y dijo que si a la primera vicepresidencia para el Frente Amplio cuando en realidad era la segunda, puede servir para contentar a los desprevenidos que escuchen la noticia al otro día en los informativos, pero resulta floja como fundamento político.

La complacencia con Zimmer de una parte de la bancada frentista en la pasada elección no le trajo votos al Frente Amplio, como tampoco le traerá votos alinearse con el moreirismo como apuesta algún sector de la bancada frentista en la actualidad. A lo sumo, les dará la posibilidad de que sus ediles aparezcan en alguna foto pintoresca. Pero nada más.

 

Novick, el impuntual

novick-shoppingLa colega Claudia de los Santos, conductora del programa El Decodificador de la FM 100.3 de Colonia del Sacramento, se negó este miércoles a entrevistar al candidato Edgardo Novick, luego que este se presentara mucho más tarde de la hora pautada para la entrevista. La colega señaló como una falta de respeto la conducta del dirigente político.

El hecho ocurrió el miércoles. Los dirigentes de Novick acordaron una entrevista a las 10,45, lo que daba tiempo suficiente ya que el programa terminaba 11,30 hs. Sin embargo, Novick llegó a la radio 11,26, cuando la conductora estaba comenzando a despedirse. Al verlo señaló la falta de puntualidad del candidato lo que hizo que Novick saliera dando un portazo del edificio.

El hecho es de destacar, porque una cosa es un candidato que pide una nota en un programa determinado y llega a cualquier hora porque se le rompió el auto, se perdió en la ruta, etc, como ha pasado mil veces en campaña electoral, y otra muy distinta es cuando ese mismo candidato, hace una agenda con diez medios en la mañana porque viene una vez al año al departamento, y quiere que lo atienden en todos los medios, a cualquier hora. En este caso, Novick estaba haciendo una entrevista en otro medio y por eso llegó tarde a la entrevista con la colega, “por respeto al oyente, al que le anunciamos una nota con Novick a las 11.,45, no podemos recibirlo ahora, es la hora 11,26 y estamos cerrando el programa” explicó la conductora.

En este caso fue correcto el criterio de la colega, que hizo prevalecer su responsabilidad ante la audiencia sobre los intereses del dirigente político, que llega de gira al departamento y quiere estar en diez medios de comunicación en una misma mañana.

Ese miércoles, Novick vino a Carmelo y decidió ir a Radio Carmelo y Radio Lugares. En EL ECO nos enteramos de que Novick estaba en Carmelo, escuchando a los colegas, es decir que Novick decidió pasar por Carmelo y no hacer nota con EL ECO ¿debíamos tirarnos del balcón? ¿ponernos a llorar en la plaza pública?.

También nos pasó con la venida fallida de Danilo Astori la semana pasada: en EL ECO no tuvimos ninguna noticia, ni de su llegada ni de la cancelación de la visita. ¿debimos cortarnos las venas?.

No hay allí casos ni de discriminación ni de ataque a la libertad de prensa por parte de ambos dirigentes.

Es lícito que el dirigente político elija el medio con el que quiere hacer una nota, o elegir el periodista que lo entreviste. Lo hicieron los candidatos blancos toda la vida en Carmelo, donde siempre eligieron pasar primero o a veces unicamente, por la AM local. Mujica, durante su presidencia, hablaba primero con los periodistas de Búsqueda y después que salía la información en ese semanario, daba entrevistas a los medios afines a su partido.

Tampoco eso tiene nada que ver con listas negras. En EL ECO, conocemos de memoria lo que es estar en una “lista negra”, y lo sufrimos durante años cuando hacíamos aquellas denuncias sobre la mafia de lavadores de dinero que se instaló en nuestra ciudad. Ahí si que aparecíamos en la lista negra de muchos comerciantes, o durante la gestión de Zimmer, que nos ninguneaba con la publicidad institucional y con la información que surgía de la intendencia .

Para eso están las conferencias de prensa, donde uno pueda ir y preguntar lo que se le ocurra. Lacalle Pou cada vez que viene al departamento hace rondas de prensa en Colonia del Sacramento y luego elige los medios donde dar entrevistas en el resto de las ciudades. Larrañaga también recalaba en la AM local, o daba entrevistas en los lugares donde hacía su acto partidario.

Eso si, la puntualidad es un gesto que los periodistas reconocemos y agradecemos, a la hora de pautar una entrevista y por ello, la actitud de Novick no merece más que nuestro repudio y el saludo, por su actitud, a la colega coloniense.

FIN.

La victoria de los indignados

Sobre plebiscitos y apresuramientos.

firmas

Ganaron los indignados. Ganó el derecho al pataleo sobre la imposición improvisada. Sin importar cuantas firmas terminen juntándose al finalizar el plazo legal, y si alcanzaron o no las mínimas requeridas para un plebiscito, las quince mil firmas que se llevaban juntadas al cierre de esta edición representan un diecisiete por ciento del total de votantes que hubo en la última elección municipal.

No es poca cosa, si consideramos que son el triple de lo que sacó el Partido Colorado en Colonia o una vez y media los votos de la 3904 que lideraba el propio Carlos Moreira.

Para destacar en esta instancia -y que habla bien del ejercicio de la movilización popular frente a una injusticia decretada desde el poder político-, fue la organización espontánea de los vecinos, el rápido uso de las redes sociales junto a la prensa para comunicarse e informar de lo que ocurría, y la movilización por encima de los límites partidarios.

Una clara señal de que el calor del poder ya no es refugio para los acuerdos de cúpulas, ni para las decisiones que se toman sin sustento popular.

Llama la atención en esta movida, ver por primera vez a una parte del Frente Amplio apartado voluntariamente de una movilización ciudadana. A la hora de pasar raya, la autocrítica también deberá saltar por encima de las fronteras partidarias.

Si hay plebiscito, y por ende, hay que convocar a la población del departamento a las urnas, es muy probable que la ciudadanía termine votando para derogar el impuesto, algo en lo que todos los moreiristas coinciden “habrá que buscar otra forma de recaudar entonces” señalan resignados.

Desde los sectores que se movilizaron para conseguir las firmas, señalan a EL ECO que se debe volver al régimen anterior, es decir, que se cobre la Tasa de Alumbrado tal cual estaba en el Presupuesto Quinquenal “y la intendencia deberá buscar la forma de cobrarle a todos la Tasa de Alumbrado con la Contribución, como fue toda la vida” señalan.

En filas moreiristas, concuerdan en que el apresuramiento conque se hizo todo el trámite que terminó con la votación del 28 de diciembre, contribuyó al fogonear el enojo de la gente.

La no inclusión de Tarariras en la redacción del decreto -hasta hoy a los ciudadanos de Tarariras no se les cobra el impuesto-, y la inclusión de zonas del departamento de Soriano o áreas rurales, es una muestra del apuro conque se hizo todo. A la hora de aumentar los impuestos en el departamento, la rapidez en el cobro muestra voracidad fiscal, y por ende conspira contra la voluntad colaborativa del ciudadano.

Por otra parte, incluso los que firmaron para apoyar la derogación del Impuesto al Alumbrado Público están de acuerdo con la filosofía del impuesto y conque el alumbrado público es algo que debemos sostener entre todos. Lo que enojó a la gente fue esa forma improvisada, tosca y hasta displicente, de crear un impuesto en medio de las fiestas tradicionales, cobrarlo antes de que entrara en vigencia y encima con franjas que a muchos le resultaron excesivas.

Los ejemplos de consumos de noventa pesos a los que el mes pasado les vino incluidos trescientos pesos de este impuesto, y que publicamos en EL ECO, (cooperativas, jardines de infantes y clubes deportivos que perdieron el beneficio que tenían), hablan por si mismos de la desprolijidad de la imposición votada por la Junta Departamental.

En las últimas horas, la reflexión más sensata salió del riñón mismo del moreirismo. El diputado Edmundo Roselli le dijo a los colegas de Radio Carmelo que la gente no soporta más impuestos y que la intendencia “debería haber avisado” como iba a cobrar “ese famoso impuesto”. Roselli, que señaló que fue alejado por el propio Moreira del manejo de la intendencia, dijo que no considera que el movimiento que busca juntar firmas sea político (NdeR: algo que Moreira ha destacado ante cada micrófono que se le cruza por estas horas) y que, sin dudas lo más importante, “la gente tiene derecho y libertad para expresarse. Estamos en democracia y no tengo derecho a enojarme por lo que la gente diga” señaló, dando vía libre a una posición de respeto a la expresión popular.

Este pueblo en ebullición, que se movilizó pese al letargo canicular, envió una señal clara al sistema político, y que pasa por encima de los resultados finales que emanen del conteo de firmas, o de si la Corte Electoral aprobará luego la realización del plebiscito si las firmas superan las veintiún mil cuatrocientas.

Como político experto, Moreira deberá tomar nota de que las mejores decisiones para su gobierno, no son aquellas que se toman entre cuatro paredes, sino aquellas que se discuten con las ventanas de los despachos abiertas y ventiladas a la reflexión de la gente.

FIN.

El puerto como destino

Carmelo no debe dar la espalda al río

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Por Gabriel Monteagudo

La noticia pasó desapercibida esta semana para los grandes medios de la capital pero es muy importante para el desarrollo del turismo en el departamento, y nos obliga a reflexionar sobre el futuro del puerto comercial en Carmelo.

Según este portal argentino lacapital.com.ar “se firmó un acuerdo de entendimiento entre el Ente Administrador del Puerto de Rosario (Enapro) y el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP) de Uruguay, Alberto Díaz, quien confirmó que existen dos empresas interesadas”para que se cubra la ruta fluvial Montevideo – Colonia – Rosario – Buenos Aires, y viceversa. En este sentido, serían cruceros de entre 90 y 100 metros de eslora y poco calado (apto para la zona geográfica), con distintos niveles de servicio y confort, que podrían recorrer la ruta ribereña y ofrecer todas las combinaciones posibles para que los viajeros asciendan y desciendan en cualquiera de las cuatro ciudades.

Según pudo saber La Capital, una de las compañías interesadas es argentina y la restante extranjera. Ambas tuvieron contactos con las administraciones portuarias santafesina y uruguaya y, según manifestó el Presidente de ANP, “Díaz dejó en claro durante las Cuartas Jornadas Portuarias Internacionales (realizadas a principios de septiembre en La Fluvial) su voluntad de trabajar con Rosario. Y observó junto a otros actores que la terminal local, ubicada en la estratégica zona frente al Monumento, tiene una importante infraestructura”.

Y Carmelo, bien, gracias.

Parafraseando al intendente coloniense que, hablando de su idea de realizar la rambla costera, siempre señala que Carmelo “no debe darle la espalda al Río de la Plata”, la sentencia es adecuada cuando hablamos de proyectar nuestra ciudad en clave turística.

Ya lo hemos dicho en alguna otra oportunidad en EL ECO, y esta noticia nos da la razón: Carmelo debe potenciar su cultura náutica desarrollando lazos de intercambio a través del agua, como históricamente lo hicieron los carmelitanos cuando no existían rutas con Montevideo. Este aspecto, mirado desde el punto de vista del desarrollo turístico, deja claro que la ubicación del puerto comercial dentro del Arroyo de las Vacas es absolutamente inapropiado para pensar en la llegada de las embarcaciones que actualmente circulan por el Río de la Plata.

Ya era difícil cuando se planteó la llegada de Buquebús con alguna de sus embarcaciones más pequeñas, para el traslado de pasajeros en la ruta Carmelo- Tigre, y aún más para las embarcaciones de las que se habla en esta nota, con más de cien metros de eslora.

Por ello, y nadie en la esfera gubernamental parece estar pensando en ello, es necesario que, sea el gobierno nacional o sea el gobierno departamental, se obtenga “un pedazo de costa” sobre el Río de la Plata, a los efectos de edificar una terminal portuaria acorde a las embarcaciones de la época.

¿Por qué no lograr que se establezca una línea de turismo náutico que, además de Colonia del Sacramento, toque la ciudad de Carmelo?

En una edición anterior de EL ECO, mencionábamos el viejo muelle arenero que fue construido en la zona de Punta Piedras, del que aún pueden verse sus palos clavados en el río.

¿Por qué no pensar Carmelo hacia esa zona, y establecer allí una futura terminal portuaria que no solo sea destino de grandes embarcaciones de pasajeros sino también de un flujo permanente de turismo hacia nuestra ciudad?

En otros lugares ya están trabajando en esto. Habrá que ver por estos lares qué hacemos.

Perdimos el aeropuerto por aplaudir que fuera de uno solo

Final anunciado.

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Gabriel Monteagudo.

Inexistencia de sistemas de seguridad, Policía Aérea Nacional, arcos, scanners, etc. Inexistencia de servicios de control del tránsito aéreo, esto es controladores, equipos de comunicaciones, radioayudas y meteorología aeronáutica.

¿Quién se beneficia y quién pierde con la falta de estos elementos?. La primera interrogante deberá contestarla el lector aunque personalmente tengo mi teoría. La segunda interrogante de la pregunta anterior es más sencilla: perdemos todos.

El hecho de que Carmelo se quede sin aeropuerto internacional es pura y exclusiva responsabilidad de dos factores: quienes apoyaron irrestricta y fanáticamente a aquél, el más sospechado y el más interesado en mantener el aeropuerto de Carmelo como un aeropuerto fantasma, y, obviamente, el mismo interesado, al que no le importaba ni Carmelo, ni la conectividad aérea, ni el desarrollo de la región ni nada más que sus propios negocios, sus vuelos a cualquier hora, sus muchos oscuros y sus pocos claros, sus excesivos misterios, y sus pocas declaraciones ante los organismos estatales.

Más que por sus carencias, el aeropuerto Zagarzazú se cierra por exceso de sospechas.

Y en un mundo donde el narcotráfico y los terroristas tienen en los aviones sus fetiches preferidos, estaba cantado que el manejo cuasipersonal del que era objeto el aeropuerto carmelitano, iba a terminar en causal de cierre.

Aunque todavía hay quienes quieren hacerse trampas en solitario, todos sabemos porqué el Ministerio de Defensa toma esta determinación que con fecha nueve de octubre le llegó al senador nacionalista Javier García.

Pero además de los controles mínimos que nadie de los que operaban alli querían, no es la seguridad la única razón que se desprende de la resolución ministerial para decretar que el aeropuerto no sea más un aeropuerto internacional.

Hablamos de inversiones, y en este punto, hay que tener claro que el aeropuerto no nació de un repollo, sino del esfuerzo y la visión de un particular, Isidro Zagarzazú, que no pensó en crear un aeropuerto para usarlo en provecho propio, sino que incluso lo donó para Carmelo, pensando en el desarrollo de la ciudad y sus generaciones venideras. Zagarzazú no hizo lo que hizo, pensando sólo en su chacrita.

No sé si me explico.

El texto

La resolución ministerial que le llegó al senador Javier García es clara en cuanto a la causa de la limitación del aeropuerto solo a vuelos nacionales “en razón de constataciones halladas por la Dinacia durante el proceso de Vigilancia Continua de la Seguridad Operacional y de la Seguridad de la Aviación”, esto es en criollo, no había controles adecuados (migraciones, aduanas, etc, etc.) y no había seguridad para los aviones.

En el caso particular del Aeropuerto de Carmelo se constata:

a) Insuficiencia de Personal Técnico Aeronáutico idóneo.

b) Inexistencia de un adecuado sistema de respuesta ante accidentes aéreos.

c) Deficiente estado del edificio terminal atendiendo criterios de Seguridad Operacional y Seguridad de la Aviación (AVSEC).

d) Insuficiente infraetructura aeronáutica (pistas, plataformas, calles de rodaje, camino perimetral, zonas de seguridad, áreas regularizadas, plataformas, balizaje, ayudas visuals.

e) Inexistencia de sistemas de seguridad como Policía Aérea Nacional, arcos, scanners, etc.

f) Servicios de Control de Tránsito Aéreo (controladores, equipos de comunicaciones, radioayudas y meteorología aronáutia).

No todas pálidas.

En síntesis, para arreglar ésto y que el aeropuerto pueda ser uno de los motores del desarrollo de la zona hace falta que alguien ponga la plata, que alguien invierta pensando en todos como lo hizo en su momento don Isidro Zagarzazú.

Esto es, particulares que pongan dinero para hacer lo que hay que hacer, de la forma que debe hacerse.

Incluso el propio Ministerio de Defensa deja una puerta abierta en este sentido, al señalar que la resolución de Dinacia está relacionada “al no cumplimiento de los requisitos de la normativa internacional y nacional, lo que obliga al Ministerio de Defensa Nacional en consulta con todos los organismos implicados, a iniciar un proceso de evaluación sobre la posibilidad y la conveniencia del mantenimiento (o no) del carácter internacional de dicho aeropuerto, lo que implicaría importantes inversiones en infraestructura y tecnología, además de dotación de personal especializado” señala.

Pero lo más importante, lo dice al final “las inversiones requeridas podrán ser llevadas a cabo por privados o por el Estado -requiriéndose en este último caso que san previstas en Ley d Presupuesto o Rendición de Cuentas”.

Como dicen en el barrio, en realidad, de lo único que hay que hablar es de quién pone la tarasca.

FIN.

El capricho del aeropuerto y la seguridad del tero tero

Aeropuerto-Zagarzazu

Por Gabriel Monteagudo

Por su situación de precariedad absoluta, su falta de garantías para la vida humana, su inexistencia de infraestructura, y su situación de opacidad ante el mínimo contralor de los vuelos que allí llegan, el Aeropuerto de Zagarzazú no puede funcionar.

O se invierten los millones de dólares que requiere, o de lo contrario debe ser cerrado inmediatamente,  o solo permitirse en el mismo ejecutar una operativa de actividad mínima.

Su funcionamiento no solo representa una violación de las normas internacionales, sino que además puede ocurrir un accidente gravísimo en cualquier momento, y provocar un desastre de proporciones considerables en la zona.

No es necesario ser un experto para constatar, clara y meridianamente, que allí no puede aterrizar con seguridad ni un tero tero.

Esa es la realidad, aunque desde diversos sectores a los que les interesa quedar bien con quienes lo utilizan, se pidan reuniones ministeriales, supliquen por prórrogas ante la autoridad aeronáutica, hagan comunicados y declaraciones o digan, olímpicamente como escuchamos la semana pasada, que a Carmelo “le va la vida” con el cierre del aeropuerto.

Una pavada monumental sin dudas, pero coherente con lo que es hipócritamente correcto y aceptado en algunos círculos de la sociedad carmelitana, en donde queda bien manifestar públicamente su preocupación por el posible cese de la llegada directa de las avionetas que algunos pocos utilizan para viajar desde Buenos Aires.

Eso hace que algunos queden bien con otros algunos, que son un grupúsculo de beneficiados con una operativa, repetimos, que es poco transparente, carente de seguridad y peligrosa.

Llamémosle, para darle un nombre identitario al azar “los Canton y Cía” a ese grupúsculo de usufructuarios directos de la libre y poco controlada operativa de sus aeronaves en el Aeropuerto de Zagarzazú.

Los políticos cenan con Cantón y Cía, buscan dinero para las campañas electorales, y hasta le piden un salón del hotel para alguna fiesta particular o como escenario de las fotos del cumple de quince de la nena. Es obvio que harán declaraciones públicas reclamando que el aeropuerto no restrinja su operativa, porque favor con favor se paga.

Son los mismos que aplaudían cuando, con la complicidad del gobierno del ex presidente Jorge Batlle, decidieron llevarse nada menos que el casino completo, e instalarlo en medio del campo.

Con la irrresponsabilidad de quién cree que lo más importante es figurar ante ricos y famosos, afirman que como un vaso de agua, una declaracioncita no se le niega a nadie.

Mas allá de la ironía y de que, efectivamente, la realidad marca que cuantas más vías de llegada y conexión tenga Carmelo,  es mejor para desarrollar algunos intereses lícitos, como los que impulsa el sector inmobiliario, o el trabajo absolutamente defendible de algunos pilotos de la zona, el problema del aeropuerto no puede ser un capricho incondicional que se defiende al grito de “mantenerlo abierto sí o sí” porque, el conjunto de condiciones que significan el funcionamiento adecuado de un aeropuerto como el de Zagarzazú, requiere bastante más que buenas intenciones.

Desde 2001 hasta acá, en EL ECO contabilizamos al menos una decena de acciones para evitar el cierre de la operativa directa desde Argentina. Una decena de pedidos en el Parlamento y el Ministerio de Defensa, cientos de declaraciones a los medios locales por parte de los interesados, pero ninguna propuesta de inversión. Todos se quejan, pero nadie habla de lo que hay que hablar,  que es quién pone la moneda.

Aquellas vacaciones de invierno fui testigo presencial de como el funcionario de Aduanas dormía en la camioneta mientras una aeronave aterrizaba y su piloto cargaba varias cajas y bolsos en una camioneta que llegó mientras el funcionario aduanero continuaba durmiendo al solcito del mediodía de julio. Desde entonces hasta ahora todos saben que en ese lugar bajan aviones a cualquier hora, de día de noche con o sin personal del Estado controlando.

En Zagarzazú hay un Estado ausente, fundamentalmente en personal que aporte contralor y seguridad, y, también está ausente, el grupo de inversores que deben poner el dinero necesario para que allí no vaya a ocurrir un desastre. El ex Ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, hoy fallecido, habló en su momento de unos cinco millones de dólares que son necesarios para adecuar el Zagarzazú a la operativa internacional.

Los mismos que no toleran que falte una gasa o ponen el grito en el cielo cuando se detecta un medicamento vencido en el hospital, no tienen ningún problema en que bajen aviones en Zagarzazú, sin ninguna garantía para pasajeros, pilotos y población cercana “no importa, que bajen” te dicen.

Parece que nadie ya recuerda que el 27 de mayo de 2014 un piloto  intoxicado por cocaína y con visibilidad de navegación cero, pudo haber caído en medio de la población del balneario. Quiso la casualidad que fuera a un costado del islote El Matón, en el medio del Río de la Plata.

Aquella aeronave era del dueño de la empresa textil Kosiuko, Federico Bonomi.

En aquel accidente murieron el piloto Leandro Larriera, Gustavo Fosco, de 53 años, director de comunicaciones de la firma Renault; Fernando Sánchez, de 45 y jefe de prensa de esa compañía; Facundo Alecha, de 41 años y director de la firma Royal Canin, y Fernando Lonigro, de 44 años, gerente de TTS viajes.

Probablemente aquí a nadie les importe, porque no eran vecinos, y los “Cantón y Cía” sí.

Personalmente quiero un buen aeropuerto porque a Carmelo lo beneficia, como también quiero buenos servicios de lanchas con Tigre,  o buenas carreteras que conecten a Carmelo con la región.

Pero no a cualquier costo. No sólo con declaraciones para quedar bien.

Necesitamos sincerarnos, dejar de lado los intereses personales y sentarnos a hablar de una política aeroportuaria seria, en el marco del desarrollo integral de la conectividad para el turismo de Carmelo y su zona.

Con un aeropuerto que sea seguro para los pilotos y para la tripulación, que esté efectivamente asegurado y controlado para que no corran peligro los propios habitantes del balneario, que tenga la infraestructura necesaria para que sea un aeropuerto en serio, del que no solo se beneficien los Cantón y Cía, sino todos los habitantes de la región.

 

 

Márgenes

A propósito del llamado a Sala al intendente.

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Se trata de márgenes. Allí, en esa línea de frontera que delimita la acción política cotidiana de la intendencia, se dirime la lucha que se dará el próximo martes en el seno de la Junta Departamental.

El motivo es una excusa para ver si en esa lucha agonal por el poder, la oposición puede llevar al gobierno departamental del Partido Nacional, a los márgenes de la agonía política, agonía que buscará capitalizar en votos la oposición en su lucha para desgastar al intendente y obtener el poder en la próxima elección.

No será tarea fácil, porque a diferencia de su antecesor, que construyó la gestión municipal como un camino de montaña donde, por su angostura, era difícil no pisar un ripio con peligro de desbarrancar, Moreira construyó a partir del 10 de julio de 2015 cuando asumió como intendente,  una amplia carretera política, que le permite desplazarse con comodidad en la gestión.

¿Es Moreira distinto del innombrable antecesor, cuasi desterrado de la memoria colectiva de los blancos del departamento?. No, para nada.

Moreira acomoda su gente como lo hizo Zimmer. Es más, es vox populi que por cuestiones de decoro y evitar los golpes políticos que le podrían dar esa noche, dejó postergadas varias incorporaciones oficiales de gente de su sector -incluso en Carmelo- para después del llamado a Sala.

Moreira no se rebajó su sueldo -gana más que el Presidente de la República- ni sacó de la plantilla los funcionarios que le dejó Zimmer. Varios toman mate en la rambla coloniense en horario de trabajo y cobran el sueldo municipal a fin de mes.

Moreira no quiere alcaldes, ni descentralización ni municipios. L’État, c’est mo (El Estado soy yo) dijo Luis XIV y “no quiero nueve intendentes” dijo Moreira antes de asumir.

Por eso les retacea posibilidades de acción autónoma, y para manejar sin compromisos el dinero que envía el gobierno nacional, evitó plasmar cualquier acción descentralizadora en su Presupuesto Quinquenal.

Moreira no va a poder cumplir su promesa de bajar el déficit que le dejó la gestión anterior porque es matemáticamente imposible ahorrar más de cien millones de pesos por año.

Moreira no puede explicar que responsabilidad tienen sus jerarcas, los que debían controlar a los funcionarios que se robaban el combustible ordeñando máquinas y camiones en Nueva Helvecia y Carmelo. Porque si no hay responsabilidades más arriba, la “investigación por combustible” termina siendo tan funcional al esquema de corrupción, como lo es el perejil al tuco.

¿Y porque entonces Moreira parece mucho mejor intendente que el anterior?. Porque Moreira aplicó una estrategia de “calle ancha” que lo posiciona muchísimo mejor ante la opinión pública, le da una capacidad de maniobra que lo mantiene circulando cómodamente por el centro de la carretera, y eso le dificulta las cosas a la oposición.

Moreira atiende a la prensa, responde preguntas y jamás tiene una palabra de descortesía. Moreira se junta con la gente y charla con la oposición. Moreira habla bien del gobierno nacional y de la cantidad de dinero que este envía a Colonia,  porque puede compararlo con aquel nada que le enviaba el gobierno colorado cuando fue intendente por primera vez.

Tal es su experticia política, que del primer ministro que habló bien a poco de ganar la elección, fue del Ministro de Transporte y Obras Públicas Víctor Rossi, contra quién Moreira embistió iracundamente desde el senado en el caso Pluna. Y hoy tiene con el ministro un diálogo fluido y directo.

Sus directores tampoco tienen problemas de relacionamiento, y siempre están dispuestos a atender el teléfono para responder la consulta periodística. Y tiene un fiel escudero que juega en toda la cancha, y que ya tiene experiencia de diálogo y conocimiento del manejo municipal, como lo es Guillermo Rodríguez.

Comparativamente, la estrategia de gobierno del actual intendente es mucho más eficaz y probablemente, si logra articular el equilibrio de la aquilosada estructura clientelística que tiene el Partido Nacional en Colonia, que pese a lo viejo, resulta efectiva a la hora de juntar votos, Moreira terminará haciendo una mejor intendencia que la anterior.

Para eso cuenta con una imagen positiva entre el electorado blanco coloniense, una firme lealtad de su grupo duro de dirigentes, y un crédito en varios millones de pesos que se hizo votar en su primer año de gestión, y  que seguramente va a utilizar para darle lustre al último tramo de su mandato.

Y por eso, porque construyó una carretera de gestión política mucho más amplia que el anterior, Moreira hoy circula más cómodamente por la administración municipal.

Por ello, será una tarea difícil la de la oposición, que este martes, deberá intentar arrimarlo a los márgenes del camino. Allí, en los márgenes es donde su gestión agoniza, porque en los bordes,  a la carretera le empiezan a aparecer los pozos, esos que muestran claramente, que es demasiado parecida a la anterior.

FIN.

 

 

En Carmelo serán pocos los que podrán ver a Tabaré

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Gabriel Monteagudo

En este rincón del país, solo los que tengan la posibilidad de pagar alguno de los sistemas de cable, o que el lunes vayan hasta el hotel Casino podrán ver las imágenes de lo que ocurra en el Consejo de Ministros que se realizará entre mañana y el lunes en Carmelo.

Esta jornada histórica, que desde EL ECO calificamos desde el punto de vista institucional como el acto de gobierno más importante después de la firma del Jefe de los Orientales en 1816, solo podrá ser vista por los carmelitanos y habitantes de la zona que tengan alguno de los sistemas de cable que dan servicio, como el monopólico de Radio Carmelo, o el satelital de Directv.

Los carmelitanos de bajos recursos, que no acceden a pagar una cuota de estos sistemas, se quedarán sin ver en directo, lo que diga el Sr. Presidente de la República en nuestra ciudad.

Esto pasa porque el Estado mantiene en una jerarquía institucional diferente a los ciudadanos de Montevideo con los del interior, especialmente con los que vivimos en este “cono de sombras” -desde el punto de vista de la comunicación abierta uruguaya, en este rincón del oeste del departamento.

Para hacerlo claro: aquí no llegan por aire las señales de televisión de nuestro país, esto es ni el canal del Estado TNU, ni el canal municipal TV Ciudad, ni siquiera los canales privados, Canal 4, 10 y 12.

Hay sí, una repetidora de Canal 4, (Canal 3 de Colonia), en Colonia del Sacramento, pero no llega al oeste del departamento.

Desde que en 1956 Saeta TV comenzó con sus primeras emisiones al aire, una profunda grieta se abrió entre los montevideanos y el interior, en materia de comunicación audiovisual.

Mientras que en Montevideo y la zona metropolitana, bastaba sacar unos “cuernitos” de alambre por la ventana para recibir gratuitamente los canales de la TV uruguaya, en el interior, no había altura de antena o “booster”, que alcanzara para captar las señales de la televisión de nuestro país.

Un claro privilegio para Montevideo y sus alrededores.

Sesenta años después, ocurre lo mismo: los uruguayos del interior, no podemos ver la televisión nacional.

En Colonia funcionó el Canal 6 que retransmitía al 5, pero hace años que no funciona. El Estado no llega con sus señales a esta parte del país y los privados no tienen retrasmisoras que permitan a los uruguayos del oeste de Colonia, recibir nuestra televisión.

Hoy, con la digitalización y pese a los avances tecnológicos, estamos como cuando vinimos de España: si tenés una antena de TV en el techo de tu casa, podes recibir 32 señales de televisión argentina en alta definición, y ninguna, cero señal de nuestro país.

Por eso, aquellos carmelitanos que no pueden destinar mil o mil y pico de pesos cada mes a pagar un servicio de cable, no pueden acceder a ninguna señal de televisión uruguaya.

Y en consecuencia, muchos carmelitanos se perderán este domingo y lunes, la posibilidad de ver a su Presidente, por primera vez en la historia, con todo su equipo de gobierno en Carmelo.

La sartén por el mango

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Secretaria y Presidente de la Junta Departamental de Colonia. Foto gentileza Periódico Centenario.

Gabriel Monteagudo.

La Secretaria de la Junta Departamental, Claudia Maciel, trabaja exclusivamente para el Partido Nacional en lugar de trabajar para todos los ediles, y además, no hay apoyo para una reelección del Presidente de la Junta Departamental Dr. Mario Colman por considerarlo muy parcial a la hora de ejercer la Presidencia del Cuerpo.

Así se lo hicieron saber los ediles de la Bancada del Frente Amplio, al coordinador de la Bancada del Partido Nacional Dr. Alejandro Fioroni, en una reunión realizada la semana pasada en la bancada frentista.

Junto con la carta del llamado a Sala al intendente Carlos Moreira, el Frente Amplio terminó oficialmente el período de espera, tras los anuncios oficiales de transparentar la gestión -arrancando del período anterior- que fuera caballito de batalla de la campaña que llevó a Moreira al sillón municipal y que el intendente no ha concretado aún.

Para analizar el primer punto, hay que recordar que el Frente Amplio no apoyó durante la última parte de la gestión Zimmer, el reemplazo de un Secretario administrativo por un Secretario Político, tal cual lo impulsó en ese momento el Partido Nacional. Primero porque le cortaba el escalafón administrativo a los funcionarios del Cuerpo en el escalón anterior, y además porque se temía que un designado político en ese cargo -obviamente perteneciente a la mayoría gobernante- terminaría funcionando en los hechos como un coordinador del Ejecutivo, y se convertiría en una cuña en el sistema de contralor que debe ejercer la Junta Departamental.

Para el Frente Amplio de Colonia, aquellas presunciones finalmente se confirmaron, y si bien con el Dr. Gastón Chagas, el funcionamiento administrativo continuó con normalidad, ahora critican la gestión de Claudia Maciel porque es “extremadamente funcional al Ejecutivo y no a la Junta”, y señalan que utiliza el cargo para operar políticamente para Moreira, y no para llevar a adelante con ecuanimidad, los temas que pertenecen a la agenda de la Junta Departamental.

Por otra parte, la semana pasada se conoció que los integrantes de la Lista 19 que encabeza la alcaldesa María De Lima -sector al que le toca la próxima presidencia a partir de julio- le habría pedido al Dr. Mario Colman que continuara como Presidente el próximo período, en lugar de una persona de la Lista 19. Colman habría trasladado este ofrecimiento a la bancada de la 904 -sector al que pertenece- y habría obtenido el visto bueno para continuar por un nuevo período. La propuesta deja también en evidencia la incapacidad de articulación que hoy tienen los sectores zimmeristas, y demuestra que del zimmerismo, solo quedan fragmentos en dispersión política, dentro del universo del Partido Nacional coloniense.

En cuanto al Presidente Mario Colman, el Frente Amplio le reconoce su capacidad de diálogo, pero señala que a la hora de ejercer la presidencia del Cuerpo “no es ecuánime y siempre inclina la balanza para el lado de la 904”.

Este estado de situación, fue expuesto por la banca del Frente Amplio en forma clara al Dr. Alejandro Fioroni, en la reunión que el edil y abogado, mantuvo en la bancada de la izquierda coloniense.

A esta situación, se suma el llamado a Sala que realizó el Frente Amplio la semana pasada, al que se adhirió el edil colorado, y que señala claramente que al Frente Amplio se le agotó el tiempo de luna de miel, o de paciencia política, en espera de acciones concretas por parte del Ejecutivo.

Para la bancada de ediles de la izquierda coloniense, llama la atención que después de un año de auditoría de la empresa Price Waterhouse & Cooper, “no surge responsabilidad de los cargos de jerarquía que permitan determinar grados de autoridad – responsabilidad sobre las tareas afectadas, que siempre en el caso de investigaciones administrativas, suelen involucrar al último de la cadena de mando, y nada a quienes tienen responsabilidad sobre dichos controles”.

En una Junta Departamental que fue devaluada hasta el ultraje en la anterior administración, el Frente Amplio reclama ahora una acción más efectiva. Con los ediles suficientes para hacer presión en los dos tercios que se necesitan para votar muchas decisiones importantes, la bancada de izquierdas reclama mayores exigencias de transparencia al Ejecutivo, más asiduidad en las reuniones del Cuerpo para discutir en profundidad, la cada vez mas extensa agenda de temas que preocupa a la ciudadanía departamental.

Con estos argumentos, comienza a hacer presión en una estrategia para demostrar que detrás de estas acciones del Partido Nacional, se encuentra una decisión concreta de los blancos, de barrer bajo la alfombra las grandes barrabasadas que el propio Partido Nacional hizo en el período anterior.

El Frente Amplio, parece, se decidió finalmente a tomar la sartén por el mango, y asumir el rol que le asignó la ciudadanía en el legislativo departamental.

FIN.

Cuando la ayuda oficial es más importante

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Por estas horas, hay una dualidad de criterios que evidencia la falta de una línea definida en la toma de decisiones ante la adversidad ocurrida en la ciudad de Carmelo.

Al menos se vislumbra un sector “oficial” y otro que vendría a ser entonces “informal” en donde lo que hacen unos ayuda, y lo que hacen los otros, parece, ayuda menos porque es, eso, “informal”.

Lo que ocurre por estas horas en Carmelo parece una discusión sobre la comodidad de los voluntarios y los ayudadores “oficiales”, a los que, parece, les queda más cómodo ser solidario a dos cuadras de su casa, y eso debe prevalecer sobre la comodidad de los desplazados por las inundaciones.

Sino veamos como ocurrieron los hechos.

En la mañana de hoy, el Secretario Privado de la Intendencia de Colonia dijo a EL ECO que desde el sábado a la mañana la intendencia había habilitado los barracones de Montes del Plata para dar alojamiento a los inundados. Sin embargo, en los hechos, la gente era derivada a Artigas y Wanderers, en una especie de tironeo para ver quién se quedaba con más personas afectadas.

La diferencia entre estar en un galpón que se llueve y tiene los vidrios rotos por donde se filtra el agua y la lluvia, y una habitación confortable con cama y colchón en un barracón de Montes del Plata es evidente. No tiene discusión.

El primer ingreso que se hizo a los barracones fue sobre la noche del sábado, de un par de familias que estaban allí nomás, en el Barrio Centenario y que corrían peligro de inundarse.

Sin embargo, durante la tarde se comunicaron con este periodista para avisarnos que la alcadesa y el comisario habían ido a los barracones a avisarle a la gente que tenían que irse para Artigas o Wanderers porque ahí no estaba habilitado y que la sudestada anunciada «podía provocar una turbonada y que allí corrían peligro».

Como si alguien supiera por donde puede venir un fenómeno de la naturaleza como ese ¿acaso ante una turbonada las posibilidades de que caiga en Artigas o Wanderers son menores a que caiga, por ejemplo en los barracones de Montes del Plata?

El argumento se cae solo por el absurdo.

Siempre pensé que un refugio debía ser cómodo para las víctimas o para los afectados como en este caso, por un fenómeno climático. Y todos los sinónimos imaginables: confortable, acogedor, contenedor, etc, etc.

Jamás se me ocurrió que un refugio debía ser oficial. Pero parece que en escenario de algunas de las vanidades que se esconden detrás de la ayuda solidaria, ser oficial es una cosa importante.

Al final parece que en realidad, es una cuestión de comodidad: ya sea de los organizadores, ya sea de los voluntarios. Una cosa es ir hasta Artigas o Wanderers que tener que conducir hasta Lomas.

Para el que ve este entuerto desde afuera,  esto parece una razón más importante a la hora de ayudar, que la confortabilidad de las víctimas del desarraigo.

Sino no se explica el comunicado en un muro que dice, textualmente:

Quedan como lugares oficiales para evacuados club Wanderers y Artigas. NO es oficial por determinación de alcaldía y bomberos, las barracas de Montes del Plata ya que es zona INSEGURA para albergar gente, ya que es zona INUNDABLE, con peligro de fuertes vientos e imposibilita la llegada de atención médica durante la noche. Se recomienda a las personas con peligro de inundación auto evacuarse hacia club Artigas y Wanderers, no esperar hasta último momento.
EL ECO pudo saber que al menos dos concejales del Frente Amplio no estuvieron en esa decisión.

Es más, hablamos en la tarde con la alcaldesa, que nos dijo que estaba en viaje hacia los barracones «para ver si precisan algo». Y parece razonable porque para quien se tiene que ir del barrio Centenario porque tiene el agua al cuello, le es más fácil ir a los barracones de Montes del Plata que atravesar el puente. Y al de San José le quedará más cómodo Artigas y al del Mihanovich Wanderers.

Y si el puente se corta y no se admite gente en los barracones, quedaría tan aislado como el médico, el bombero o el voluntario que no podría ayudarlo.

Este comunicado, no apoyado por todos los concejales que tomaron la determinación que dice que fue votado por “la alcaldía” que en realidad es el municipio, es de principio a fin un palo más en la rueda para los que de verdad, quieren dar una mano a los vecinos afectados.

Y muestra que nos perdimos la oportunidad de utilizar este bien que le fue dejado a Carmelo por Montes del Plata, como un centro de utilidad para la sociedad. Y para los que menos tienen y sufren en los momentos difíciles. Que de ellos se trata.

FIN.