La aplicación de la teoría del bache es la razón por la cual el Partido Nacional obtiene más y más votos tras cada elección en Carmelo.
Calle Leandro Gómez. Carmelo
Puede que la misma sirva para todas las ciudades del departamento.
Merece tener nombre y que el mismo quede institucionalizado, porque se trata de una teoría que se aplica desde hace años en la política de Carmelo y que evidentemente, funciona a la perfección elección tras elección.
Esta teoría está vinculada a la realidad que vivimos hoy los carmelitanos, los que diariamente sufrimos el tránsito por las calles de la ciudad, sobre todo en los barrios, donde el asfalto es prácticamente intransitable.
El vértigo informativo hace que uno olvide rápidamente lo que pasó ayer, pero lo cierto es que lo que vivimos al transitar las calles, es algo que vivimos en la mitad del período de cada gobierno municipal.
La teoría es fácil. El asfalto se hace en época de elecciones, pero como se tiene que hacer en muchas calles, no se hace del asfalto de mejor calidad, sino que en los barrios se tira un bleque cualunque. Lambeteada le llaman algunos vecinos pero, esa lambeteada, justifica la campaña electoral y le consigue votos a los punteros blancos.
Entonces, con ese despliegue de maquinaria en los meses previos a la elección generan uan corriente de apoyo favorable, y el desenlace es que con eso ganan la elección, y un año después, el asfalto como es lógico, se comienza a deteriorar.
Y los carmelitanos volvemos a transitar por calles llenas de baches.
Esa es la situación que vivimos hoy, y ocurre en el segundo tercio de cada mandato del Partido Nacional.
Esa es su fórmula. ¿Y que pasa después?
Ocurre que la agonía de los ciudadanos, el andar de bache en bache, se extiende hasta el año electoral cuando la maquinaria y las empresas contratadas surgen como hongos, y aparece el asfalto por todos lados.
La gente se pone contenta. ¿Y que pasa después?.
Entonces la gente vota al partido Nacional. El partido Nacional gana y otra vez ocurre lo mismo. El asfalto se deteriora, la gente reclama y se enoja durante dos años y finalmente el último año, nuevamente aparecen las máquinas.
Y así indefinidamente cuan Sisifo empujando la piedra.
Aunque parezca mentira, esta fórmula le ha dado resultado porque le permite ganar holgadamente en cada elección, alargando la brecha cada vez más con los partidos de oposición.
Ahora en estos días, los carmelitanos vemos la tensión que hay entre la alcaldesa y la Dirección de Obras como consecuencia que colocaron allí un encargado nuevo que hace el asfalto sin coordinar con el municipio.
Como consecuencia, hay problemas con el bacheo en muchos barrios, problemas que según la Teoría del Bache, se extenderán en idas y venidas, discusiones y tiranteces varias en la interna blanca, hasta un año antes de la elección.
Carmelo no funciona como ciudad. Desde la falta de estacionamiento hasta las calles que se inundan con el primer temporal de otoño, hasta la recolección de los residuos y la gestión del cementerio. Carmelo no funciona y es urgente volver a armarlo y convertirlo en una ciudad vivible para sus habitantes.
En que momento fue que dejamos que nos convencieron que estaba bien levantar las calles por encima de la vereda y permitir que el agua de lluvia entrara a nuestras casas por debajo de la puerta del frente?.
En que momento dejamos que construyeran nuestras calles principales sin desagües subterráneos de forma tal que cuando llueve, se convierte en un verdadero río difícil de cruzar para los peatones y de circular por parte de los vehículos?.
En que momento dejamos que nos pusieran dos calles céntricas con el mismo sentido de circulación, que nos hace dar el doble de vueltas para circular?.
En que momento permitimos que se gastara dinero de todos en un teatro de verano que no funciona, en una doble vía que se rompió a los tres días de construida y una fuente en la principal plaza de la ciudad que no funciona ni como adorno?
En que momento dejamos que se llevaran los barracones, que han sido utilizados con éxito en todos los lugares en los que se reinstalaron y a los que nuestras autoridades del momento no supieron darle una utilidad concreta?
En que momento permitimos que la mejor vista turística que tenemos de la ciudad, que es el ingreso por el puente giratorio, sea desmerecida por un mamotreto de cemento que hace años permanece sin terminar.
Hay muchos ejemplos más, pero sin dudas, hoy, al momento de escribir estas líneas, Carmelo es el proyecto inconcluso de una ciudad que todavía nadie se ha animado a construir. Un lienzo en blanco al que se le va poniendo, antojadizamente, una cosa acá, otra acullá, sin organización ni planificación alguna.
De los actores políticos y gubernamentales que aparecen desde hace años en Carmelo, nadie tiene la más mínima idea de cómo debería ser Carmelo dentro de 30 o 50 años.
En los últimos cincuenta años, hay cuatro obras que han sido trascendentes para CArmelo y trascendieron su tiempo. Dos de ellas las hizo el gobierno nacional: la reconstrucción de la escollera que hoy permite el acceso al Arroyo de las Vacas y que hasta 2004 estaba destruída, y la construcción del nuevo puente que desvía el tránsito pesado de la planta urbana. Y dos que hizo el gobierno departamental: la canalización del agua de Colonia Estrella que hizo el ex intendente Raúol Bianchi en los ochenta porque permite que hoy no se inunda gran parte del Barrio Saravia, y la otra se está haciendo por estas horas, que es la expansión de la ciudad en el futuro, a partir de la construcción de Avenida Grito de Asencio.
Y voy a agregar una cosa más, que no es una obra y todavía necesita apoyo de los carmelitanos pero que es una gran iniciativa para el presente y el futuro, por la utilidad en términos concretos que le da a la población, que es la Feria Vecinal en Plaza de la Madre. Todavía le falta apoyo para ser el verdadero centro de la producción de la fértil zona adyacente que tiene Carmelo.
Estas cinco cosas que mencionamos, están despegadas de su tiempo y proyectan o proyectaron en su momento la ciudad de Carmelo hacia el futuro.
Lo demás son intentos aislados que conforman esta ciudad desencajada en la que tenemos que movernos diariamente los carmelitanos.
Asumir el turismo.
Asumidos ya como una ciudad con un inexorable destino turístico, Carmelo debería salir a buscar a los turistas. El ejemplo de los nautas es claro: La última Semana de Turismo demostró que los nautas que venían históricamente a Carmelo ya no vienen, ya sea porque quedaron sus hijos y van a otros sitios, ya sea porque vendieron las embarcaciones, etc. Lo cierto es que aquellas mesas largas de almuerzos y cenas con varias familias de nautas compartiendo el mes de enero algunos, febrero otros, ya no se ven. Y por eso hay que salir a buscarlos, recorrer los clubes náuticos, invitarlos. Recibirlos el 1 de enero con un gran asado en el atracadero o un gran festejo. Darles beneficios en las amarras para que les resulte más barato, brindarles mayores estándares de tranquilidad y calidad de servicios.
Lo mismo hay que hacer con las empresas de lanchas, más ahora si viene en septiembre Colonia Express, como se anunció.
En ese marco, hay muchas cosas que faltan, seguramente falten muchas más pero desde EL ECO iniciamos con esta lista:
Mesa de Turismo
Carmelo tiene que tener un grupo de ciudadanos que institucionalmente y de forma regular hablen, proyecten y pauten el pulso turístico de la ciudad. Desde los ochenta y los esfuerzos de don Ademar Duarte, no hubo más comisiones de Turismo en la ciudad y eso se nota en su institucionalidad.
En los últimos años desapareció la conversación sobre turismo de la agenda local y solo quedó un coro de aplaudidores de iniciativas que funcionan por fuera, bastante lejos de Carmelo.
Necesitamos a la gente de Carmelo hablando del turismo de Carmelo, gente que aporte ideas, que proyecte, que invierta o busque inversores, profesionales jóvenes que diseñen, y que piensen en clave de comunidad. Acaso Carmelo no tiene arquitectos jóvenes, ingenieros jóvenes, diseñadores, potenciales inversores y operadores turísticos que le aporten una mirada nueva al desarrollo de la ciudad. ¿Alguien hizo una lista, alguien los invitó a una reunión para pensar CArmelo alguna vez?
Salir a buscar turistas.
Si nos quedamos esperando que desde Colonia capital se impulse el turismo de Carmelo en forma fuerte y constante, van a seguir pasando los años y será peor para Carmelo.
Desde la propia ciudad deben surgir las iniciativas y un programa a largo plazo para atraer turistas. ¿Cómo vienen?, en auto? en buses turísticos?, por la lancha desde Tigre, o en yates y embarcaciones deportivas.
Debemos ir a buscarlos y hacerles propuestas que no puedan desechar. Queremos que vengan porque Carmelo es un buen lugar para conocer.
Crear el relato.
A Carmelo le falta relato. Después de “él que cruza su puente regresa” que lo inventó Eduardo Arbeleche en la década de los sesenta, Carmelo no tiene un relato que lo identifique. Somos la ruta del vino, un pueblo de playa, somos turismo náutico, somos la conexión con Tigre, somos el Arroyo de las Vacas. Somos todo eso juntos?. Bueno, deberíamos armar un relato que todos podamos repetir y que podamos difundir como marca de Carmelo.
El relato trae la mística y la mística es algo que nos está faltando.
Peatonal.
En el centro hay dos opciones: o se cambia el sentido de circulación de Calle Zorrilla a cómo estaba en la décad de los ochenta o se piensa en transformar calle Uruguay en una calle Peatonal, tal vez desde Plaza Independencia hasta Ignacio Barrios en una primera etapa y luego hasta el puente y más adelante, el tramo desde Plaza Independencia hasta el hospital.
Proyectado, en varias etapas que comprenden tres o cuatro años cada una, acompañada cada etapa por un proyecto de desarrollo que potencie a lo comercios ya existentes y que incentive a la instalación de más comercios, lugares
Terminal de Ómnibus.
A esta altura es imprescindible y no se sabe por qué el gobierno departamental y el municipio no han asumido de una vez esta responsabilidad. Hay horarios en los que salen los ómnibus que se producen enormes tapones de tránsito.
Costanera a Zagarzazú.
Prometida durante la primera administración Moreira quedó postergada y luego la ley nacional de Ordenamiento Territorial le puso un obstáculo que hasta ahora no se ha podido superar.
Carmelo, como decía Moreira entonces, le sigue dando la espalda al río ya que la ciudad podría tener un desarrollo inmobiliario muy importante si se abriera un camino costero desde Playa Corralito hasta el balneario Zagarzazú.
Arroyo desaprovechado.
Tenemos un arroyo precioso pero está desaprovechado. Hay seis calles que llegan directamente al arroyo pero la zona costera no está desarrollada. Háblame de las calles Buenos Aires, 25 de mayo, General Flores, Aldo Perrini, 18 de Julio e Ignacio Barrios.
Además las trasversales, Leandor Gómez, Rincón y 25 de Agosto. En muchas quedan restos de viejos edificios que aprovechaban el Arroyo de las Vacas. Hoy, pensando en clave turística, son zonas que están inutilizadas y que podrían impulsarse para hacerlas crecer turísticamente.
Falta transito en el Arroyo.
El Arroyo de las Vacas debería tener vida propia. En cada una de las calles que mencionamos anteriormente debería haber un emprendimiento turístico. Ya sea un restaurante sobre el río, ya sea un emprendimientos de lanchas y botes de paseo, lugares con juegos de agua, tirolesas, trampolines, etc.
Con la dictadura ya instalada, los carmelitanos fueron perseguidos, encarcelados y torturados. En setiembre y octubre de 1973, unos meses después de que los militares se hicieran con el gobierno, comenzó la preparación de una caceria de ciudadanos en el departamento de Colonia, cacería que hizo foco en Carmelo y que terminó con la muerte en la tortura de Aldo “Chiquito” Perrini.
Este trabajo, en base a documentos microfilmados que fueron desclasificados y cedidos a EL ECO para que vean la luz pública por primera vez, y que se pueden encontrar al final de esta nota, dan cuenta de la persecución que se hizo, las justificaciones que se encontraron para realizar las detenciones y las historias que fueron armadas para organizar la cacería militar contra militantes civiles de izquierda de nuestra ciudad.
Decimos esto porque antes de seguir leyendo hay que hacer una aclaracion necesaria: los textos con los hechos que se exponen, estan basados en informes militares que buscaron como tantos, satanizar y convertir en malos y demonios a miles de uruguayos para justificar su llegada al poder y su permanencia en el mismo.
Se trata de testimonios a detenidos arrancados bajo tortura, es decir que, estas declaraciones no son confesionas o palabra que pueden surgir de un juzgado donde el detenido tiene todas las garantías para declarar, y con un abogado defensor presente, sino que son basadas en testimonios arrancados con violencia a los detenidos indefensos, por parte de militares que durante días, tenían a los detenidos aplicándoles tormentos como colgarlos, hacerles el submarino, golpear sus genitales, aplicar picana eléctrica, y tenerlos desnudos en salas de tortura, o violándolos directamente.
En ese marco, las historias no pueden ser tomadas al pie de la letra del texto que surge de aquellos informes, sino que se debe contemplar el “paisaje” que querían contar los militares para justificar sus aberraciones. Asimismo, exponerlas a la luz pública es una forma de exorcizar una parte de la historia que todavía no ha sido totalmente contada y que muestra los límites del horror humano al que llegaron algunos uniformados que conformaron la parte más terrible de la historia reciente.
El marco histórico.
En febrero de 1973, en la base de Boisso Lanza, Juan María Bordaberry pactó con los militares la entrega de la democracia, la cual hace efectivamente el 27 de junio de ese año.
Ya entonces las fuerzas de la represión tenían detenidos y torturados, ya había cancelación de libertades, había clausuras y atropellos de todo tipo. El desastre económico y social producto del deterioro del gobierno colorado iba en caída libre y se agudizaba peligrosamente. El gobierno de Pacheco Areco llevó al pueblo al límite y Bodaberry terminó de colapsarlo.
Así que, cuando comienza la dictadura, “los milicos” comienzan también una persecución impiadosa sobre los militantes de izquierda. Si bien la victoria sobre la guerrilla había sido declarada un año antes, en aquella época, la definición era clara y ser de izquierda, por más que se fuera ser sólo simpatizante del recientemetne nacido Frente Amplio, era ser “comunista” y “tupamaro”, no había más que esas calificaciones.
Desde 1972 el Movimiento de liberación Nacional Tupamaros estaba desmantelado y sus integrantes presos, y con la dictadura, los principales líderes políticos estaban tras las rejas o en el exilio.
Presos cayeron ese año Líber Seregni y Rodney Arismendi, entre otros. En el exilio huyeron porque habían sido amenazados de muerte Wilson Ferreira, Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz.
Contábamos en una edición anterior de EL ECO, que el brazo civil armado y fascista de la dictadura lo encarnó la Juventud Uruguaya de Pie y en ese marco de civiles apoyando a la dictadura, en Carmelo se formaron grupos como el Movimiento de Padres Demócratas y el Movimiento de Reafirmación Democrática.
Así se da una persecución hacia quienes desde la izquierda, militaban o se movilizaban en denuncia de la pérdida de la democracia.
Solo imagínese.
Imagínese usted, amigo lector, que hoy desde la comisaría comenzarán a hacer una lista de quienes tienen posturas u opiniones de izquierda o progresistas. Imagínese que haya una o varias personas, civiles con simpatía hacia los militares, que se pare en una esquina y anote los nombres de los muchachos que van al comité Héctor Grosso, de lo muchachos que se movilizan con los gremios, de los que andan con pegatinas del FA en el auto o que anoten los nombres de los que alguna vez fueron visto en un acto del Frente Amplio o que se quedaron del gobierno en las redes sociales.
Imagínese lo largo de esa lista, y la arbitrariedad que pueda significar, si un día alguien desde el poder, ordena detenerlos a todos.
Así pasó en aquella época, y esa razzia profunda y descarnada que ocurrió en todo el país contra el pueblo, llevó a decenas de carmelitanos y colonienses tras las rejas. La mayoría sufrieron torturas en el cuartel de Colonia, otros fueron exiliados, destituidos de sus empleos o marginados socialmente. A todos les ponía la letra B o C si los catalogan como frenteamplistas o blancos independientes, y eso significaba que podían ser detenidos inmediatamente.
Si eras A estabas salvado, eras colorado, blanco herrerista o simpatizante del régimen militar.
La locura militar.
Con todas las cúpulas políticas encarceladas, muertas o exiliadas, la dictadura cívico militar tenía que justificar su presencia, y entonces seguía encontrando tupamaros y comunistas.
Así, de acuerdo a los documentos a los que pudo acceder EL ECO, a partir del mes de octubre de 1973 comienzan a realizarse una serie de operaciones por parte del Batallón de Infantería No 4 de Colonia, porque aseguran que pudieron “detectar grupos del MLN-T actuando en el departamento de Colonia”.
A fines de diciembre de 1973 el Batallón de Infantería No 4 decide concentrarse primero en la ciudad de Carmelo y continuar luego con el resto de las localidades de Colonia.
Es así que enero del 74 se efectuaron aproximadamente cerca de 44 detenciones en el Departamento, y otras tantas en febrero en Carmelo, entre ellas la de Aldo “Chiquito” Perrini que terminará muerto por los golpes y la tortura menos de un mes despues.
En el mes de febrero de 1974 se escribió un documento de la División de Ejército II que describe y analiza “las actividades subversivas que se desarrollaron en el Departamento de Colonia desde octubre de 1973 a febrero 1974”.
El documento está en el Archivo de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia.
Policía de Montevideo. Carpeta Nº 30. No. 5001/55. D-2. D.E. II. 131200- FEB-74. P.C-20. Parte Especial de Información No. 049/974.
Los documentos
Este documento lo venimos buscando desde noviembre del año pasado. El documento no estaba en poder de la Institución de Derechos Humanos donde fue parte del material sobre el pasado reciente, sino que estaba en Facultad de Humanidades y Ciencias, donde un problema informático según nos dijeron, impidió que pudiéramos hacernos con el documento, pedido a esa institución formalmente el pasado 10 de enero.
Finalmente, gracias a la Fundación Cruzar con Samuel Blixen y Nilo Patiño a la cabeza, logramos una copia del documento de dos hojas, Copia No 2 de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia con el número 131200 de Febrero del 74.
Este documento original está en poder del área de archivo histórico de la Facultad de Humanidades y Ciencias que es la que tiene en los archivos de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia.
Allí nos negaron el acceso al documento durante un mes y medio.
Sin embargo gracias a la Fundación Cruzar logramos su acceso tras una gestión de cinco minutos. Desde allí trabajan en la desclasificación de los microfilms de lo que se llama “Archivo Berrutti” que son los archivos que encontró la ex Ministra Azucena Berruti como Ministra de Defensa en el año 2006, durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez. Son unos 14 mil archivos microfilmados a los que se suman los papeles encontrados en la casa del coronel Castiglioni.
Cruzar, es un proyecto de difusión de archivos del pasado reciente que lleva adelante el periodista Samuel Blixen y en el que también trabajan alumnos y egresados de la Facultad de Información y Comunicación de la Universidad de la República , así como de la Facultad de Ingeniería. Este proyecto busca dar transparencia a los documentos que fueron elaborados por durante el terrorismo de Estado ejercido durante la dictadura, la cual tenía objetivos militares, pero también políticos y sociales para llevar a cabo, con la colaboración de los civiles que la apoyaron.
El proyecto Cruzar cuenta con el apoyo de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos en acuerdo con el Grupo de Trabajo Verdad y Justicia.
Se pueden ver sus documentos en www.cruzar.edu.uy. Allí creen que estos documentos deben ser públicos y no permanecer ocultos o limitados al público por problemas informáticos.
La historia.
Está claro como los militares iban deteniendo gente con información que obtenían a partir de la tortura, así se hacían con datos, algunos reales y otros mayoritariamente eran falsos pero que les servían para ir siguiendo el hilo para continuar deteniendo gente.
Piense usted si no es capaz de inventar historias y nombres o confirmar los nombres que les sugerían, mientras está desnudo en un caballete de madera, atado y con la cabeza sumergida en un tacho con excrementos, o dándole picana en sus genitales.
Y cuando se les pasaban de las torturas con alguien y lo terminaban matando, una de las razones de la muerte era “edema agudo de pulmón” como le pusieron a Chiquito como causa de la muerte, y como ya lo habían hecho unos meses antes en Rocha, más precisamente el 2 de octubre de 1973,con Hugo Leonardo de los Santos Mendoza, al que también torturaron hasta matar, y le pusieron la misma causa de muerte que después le pondrían a Chiquito.
Según el relato de los documentos obtenidos por EL ECO de febrero de 1974, unos meses antes, en octubre de 1973 “después de practicarse la detención de Arturo Ilhenferld por efectivos del Batallón de Infantería 4 relacionado inicialmente por presuntas actividades de contrabando de armas, admite integrar una organización más antigua” que conformaban varios militantes de izquierda, “algunos de ellos que habían pasado a la clandestinidad”.
En el documento se nombra una serie de personas como “integrantes de la organización sediciosa”.
Cuando se lee en el documento que tal persona “admite” hechos, hay que recordar lo que escribimos más arriba sobre las confesiones bajo tortura. A partir de la detención de Ilhenferd detienen a Diego Cabrera quien fue detenido el 29 de diciembre de 1973 al bajar de un avión de Arco en el Balneario Zagarzazú.
Así, Cabrera habla de Abel Vannni y de Ventura Rébori, viejos integrantes del MLN en Carmelo.
El el documento el informe militar dice entonces que en antes de 1971 “la organización había concurrido a la República Argentina a la localidad de San Fernando para traer determinada cantidad de explosivos, habiéndose realizado en el velero de Rébori Sachs, pero “el contacto fracasó y después de dos dias de espera regresan a Carmelo donde a Vanni le correspondía esperarlos en una pequeña canoa para realizar el trasbordo y eludir el control de la aduana”. Es decir que volvieron con la manos vacías, pero agregan que “a requerimiento de Lucas Mansilla, Abel Vanni le pasa a Pacheco, un contrabandista de la zona” que en ese momento estaba a disposicion del Juzgado de Carmelo.
A partir de estas detenciones “se resuelve orientar el esfuerzo por parte del batallón de Colonia sobre la Ciudad de Carmelo, con la finalidad de “agotar todos los medios para identificar a los grupos subversivos y proceder a su desintegración para continuar con posterioridad sobre el resto de las localidade del departamento” señala el documento.
Así se detuvo luego a Victorio Méndez que tenía en su poder una carta que le había enviado Raúl Sendic, el 29 de octubre de 1956, es decir casi 20 años antes y que Méndez guardaba como recuerdo.
También el informe habla que en 1959 se integraron al MLN Ruben Lalane, Roberto Bertolino y Bubby Bertolino “funcionando dicha célula unos meses abandonado con posterioridad la integración y actividades”.
El documento señala como detenidos de relevancia a Carmelo a personas muy conocidas como Graciela Castillo, Ruberto Bruno, Ricardo Rodríguez, Roberto Bonet, y dos estudiantes de Juan Lacaze Sergio Bermúdez y Mario Perez.
¿Que hacían estos subversivos? Veamos lo que dice el informe sobre reclutamiento de carmelitanos “participando en reuniones de autocrítica, en las cual se extrae que el error del movimiento fue poner a los cabeza de grupo al frente de las acciones y como consecuencia de ello se quedaron sin dirigentes” afirma el documento.
Es decir, habla de gente que se reunía en 1974 para hablar de la actualidad política y analizarla. Parece descabellado que esa acción signifique que eran “subversivos” pero así eran para la visión de los militares y sus alcahuetes civiles de la época.
Se asegura en el texto que en el Balneario Zagarzazú se realizaban “lectura de documentos, prácticas de deportes, simulacros de acciones y defensa personal,”
En 1974, en febrero de ese año, detienen a Aldo Perrini que muere en los primeros días de marzo. La dictadura comenzaba a perseguir a todo el mundo con imagen de “comunista o de tupamaro”
En ese contexto el, informe dice que “los futuros grupos del Ejército” en Carmelo “tenían como jefes de grupo a Graciela Castillo, Ricardo Rodríguez y Ruben Lalane, funcionando actualmente con seis integrantes cada uno”.
El documento señala a los Faedo, Ana y su padre Juan, así como que en el liceo “funcionaba un grupo bancado por el Dr. Eduardo Emilio Buono (SIC) médico de la organización conjuntamente con Juan Cabrera en la secretaría de ese centro docente”.
También el deporte estaba “infiltrado” según los militares y “en el Club de Remo de Carmelo funcionaba un grupo encabezado por Abel Vanni y los hermanos Ahlers”.
Todo conocemos a los que se mencionan en este documento y los conocemos como personas de bien. Más de cuarenta año después, el documento publicado por EL ECO revela “el relato” militar, con el que se justificó la represión en su momento sobre el pueblo de Carmelo.
Este relato que bajaba desde el centro del poder militar, también permeaba a los civiles cómplices de la dictadura, que después ejercieron su desprecio hacia los señalados con el dedo por los militares, y que generaron una división profunda que aún permanece en algunos sectores de la comunidad local.
Selección Natural. El que sobrevive sobrevive y el que muere, mala suerte.
Selección natural. No era posible esperar menos de la más dura ortodoxia conservadora del pensamiento político uruguayo que es el herrerismo.
A través de la selección natural, Charles Darwin, aquel investigador que anduvo por las costas de Punta Gorda acá en Colonia, señaló que los individuos mejor adaptados a una determinada condición o situación sobreviven y transmiten esta característica a su descendencia. La evolución biológica es el proceso que explica las transformaciones de los seres vivos a través de los tiempos.
Así, el herrerismo aplicó su más dura doctrina ideológica en la política sanitaria llevada adelante, donde lo ideológico estuvo y está claramente sobre lo científico.
Es lo que está pasando hoy donde se muere gente que no se tenía que morir si la política de vacunación hubiera sido diferente, y si la utilización de los recursos existentes en el Sistema Nacional Integrado de Salud hubiera sido diferente, mucha de la gente que se murió no se hubiera muerto. Lo que ocurre hoy, ocurre por eso, y porque el gobierno se resistió a utilizar la economía para evitar que la gente se movilice, y la gente tuvo que salir a buscar el pan de cada día, exponiéndose a un riesgo innecesario.
A contrapelo de lo que hicieron la mayoría de los países del mundo, este gobierno de Luis Lacalle fue más ortodoxo que los propios ortodoxos que en el mundo recomendaron endeudarse para evitar el colapso social que significa esta pandemia.
Luis Lacalle se puso incluso, a la derecha del Fondo Monetario Internacional, organismo acostumbrado a recomendar ajustes si los hay, pero que ante esta pandemia mundial salió a decirle a los gobiernos que había préstamos para subsidiar las áreas más sensibles de la economía.
La apuesta del gobierno es vacunar al 70 por ciento de la población para generar la famosa “inmunidad de rebaño” y así evitar poner un peso de subsidios. En el entremedio la gente muere.
Ciudadanos normales que hasta ayer conversaban con sus seres queridos, fueron internados y a las horas fallecieron por Covid 19. Enfermeros, personal de salud como el conductor de ambulancia que el pasado fin de semana falleció trasladando gente infestada a los sanatorios y al que sus compañeros despidieron con el sonido de cientos de sirenas.
Hay miles de personas esperando que se los agende. Sin embargo, como no hay vacunas para vacunar a todos, no hay más remedio que esperar.
Al día de hoy no se han vacunado el 30% de los integrantes de la cartera de Defensa, la mitad (49%) de los funcionarios del Ministerio del Interior y el 39% de la plantilla docente.
Los brotes que hubo de Covid 19 entre los efectivos policiales de la Zona 3, que integra Carmelo, Nueva Palmira, Ombúes de Lavalle y Conchillas, se produjeron en la fecha en que los funcionarios tenían que tener inoculada la segunda dosis de la Pfizer, pero la mayoría de los infectados no estaban vacunados con la primera dosis.
Hay gente de Palmira que tuvo que ir a vacunarse a Juan Lacaze porque los agendaron allí. ¿Cuántos quedaron sin vacunarse porque no pudieron hacer un viaje tan largo, ya sea por temor o porque no tenían vehículo o dinero para pagar el pasaje?
¿Por Qué la intendencia no pidió vacunatorio en las catorce localidades y llevó su policlínica móvil para vacunar en los lugares más alejados en lugar de dar pasajes y generar más movilidad en el transporte público?
Lo único que se puede concluir es que el intendente Carlos Moreira sigue la línea política enviada desde el gobierno central, es decir, la línea ortodoxa donde se privilegia la darwiniana teoría de la Selección Natural, sobre las políticas sanitarias y económicas que beneficien a los que menos tienen y deben salir a buscar su sustento.
Lo político prevalece sobre lo científico y peor aún, lo económico prevalece sobre las recomendaciones científicas.
La gente se muere, y el gobierno pudo haber evitado muchas de esas muertes.
El problema es que en la bancada del Frente Amplio hay quienes apoyaron la propuesta del oficialismo para exonerarle una suma importante en miles de dólares a las empresas que manejan la terminal de ómnibus, y hay ediles de su bancada que no aprueban eso.
El problema es que desde la propia interna frenteamplista dicen que los ediles le votaron la exoneración al intendente a cambio de algunos cargos dentro de la junta, y otros reconocimientos que fueron en el paquete terminado de concertar en la famosa reunión del Día de la Mujer.
El problema es que hay ediles que pretenden reconsiderar la exoneración, que no les parece que esté bien realizar una exoneración tan importante en momentos que se le reclama a la intendencia mayor apoyo económico a los sectores más vulnerables. Pero hay otros que ni locos piensan llevarle la contra al oficialismo.
Ese es el problema, el verdadero problema. Y entonces el problema con el coordinador parece la excusa perfecta para buscar un chivo expiatorio y desviar la atención.
No es una idea nueva, obvio, se llama Misdirectión. En el terreno de la magia, es la distracción (en inglés misdirection, ‘desvío’), o sea una forma de engaño en la que el artista atrae la atención de la audiencia hacia una cosa, para distraerla de otra.
Acaso los que se fueron enojados de la coordinación de la bancada no conocían a quién eligieron como coordinador?. Ahora, cuando el coordinador dice en una nota en EL ECO que no le parece correcta la exoneración de varios miles de dólares a las poderosas empresas de transporte departamental, aparecen los problemas.
El coordinador no el problema en realidad, En realidad, lo que ocurre es que sus opiniones contrarias a la mayoría, desnudan las otras posiciones, coincidentes con las del oficialismo moreirista.
El problema es que te dicen por teléfono “nosotros no estábamos pedimos licencia, votaron las mujeres” trasladando la responsabilidad y dejando en claro que ellos no votaron lo que se votó.
El problema es que abandonan el grupo de Coordinación, como hizo el titular de la bancada del Partido Comunista, pero después, para justificar y quedar bien con todos, te llaman por teléfono y te dicen que se fue del grupo, “porque se calentó con Lyshie”.
El problema del Partido Comunista de Colonia es que nunca explicaron porqué enviaron a Siberia al ex director del Hospital Julio Iacopino, integrantes de sus propias filas.
El problema es que el Partido Comunista de Colonia nunca explicó porque permitió que el ex intendente Zimmer “donara” el terreno donde se levantó el hospital, ohh casualidad, propiedad de un connotado dirigente del Partido Nacional. Seguramente fue porque era directora de ASSE su compañera comunista, Susana Muñiz, quién aceptó gustosa la “donación” de algo que no era del intendente. Y el Partido Comunista no dijo ni pío.
El problema es que ese terreno fue usurpado por ASSE, construyeron el hospital a prepo y nunca tuvieron autorización de los dueños, según determinó luego la justicia. Esa idea genial de Zimmer que avalaron los comunistas colonienses es lo que que vamos vamos a pagar con nuestros impuestos. Unos tres millones de dólares ni más, ni menos.
El problema es que perdieron el rumbo, pero publican comunicados pretendiendo decirle a la prensa lo que tienen que hacer.
El problema es que vuelve a emerger y se vuelve a confirmar, dos lineas claramente diferenciadas en la bancada frenteamplista, cosa que hemos venido señalando hace años. Por un lado los que quieren hacer política “como Moreira”, y quienes sostienen que si no muestran algo distinto, si no proponen algo distinto y actúan distinto, jamás los va a elegir la gente para gobernar el departamento.
El problema es que hasta ahora, no se les ocurre algo distinto.
El problema no es de ahora: el problema es de la época en que votaron con Moreira el impuesto al Alumbrado Público y cobrarle boleto a los estudiantes.
El problema es que no le hacen olas al gobierno nacional para que no les peguen por todo lo que no hicieron en Colonia, sobre todo durante el período de algunas gestiones departamentales presuntamente de izquierda, que mas vale olvidar.
El problema es que no son distintos, o lo que es peor, hay una línea que pretende parecerse lo más posible a lo que dicen oponerse. Por eso pierden, por eso les ganan por paliza los blancos en cada elección departamental.
El problema son ustedes, no es la gente que no los vota, son ustedes que a los ojos de la gente a la hora de los bifes, aparecen como una triste copia del original, y entonces, entre la copia y el original, ya sabemos lo que prefiere la ciudadanía.
El problema no somos los periodistas que somos malos cuando publicamos sobre sus internas diminutas y no nos callamos ante sus dobleces cuando dicen una cosa en la calle y otra en la comisaría.
.El problema son ustedes. Dense cuenta de una vez.
Jamás soñamos que sería un año donde el miedo a vivir formara parte de nuestro sentir cotidiano. El año que se va será recordado como el año del miedo.
Gabriel Monteagudo.
Es el año en que tenemos miedo de abrazar al otro, miedo a apretarle la mano, y miedo incluso a formalizar un cruce de miradas con un leve choque de puños.
Es el año que tenemos miedo de salir de noche, a andar caminando por ahí en la madrugada, porque un policía o lo que es peor, un militar ostentando su arma de guerra, nos va a parar para preguntarnos para donde vamos, como si caminar libremente tuviera que tener un destino para declarar.
Es el año del miedo a reunirnos a conversar en una esquina, y si somos más de dos conversando estaremos mirando de reojo, con miedo a la definición que las autoridades puedan hacer de la palabra aglomeración.
Es el año en el que tenemos miedo de salir a la calle porque desconfiamos del otro, porque “quiensabedondeanduvoyqueestuvotocando”.
Es el año en que una ley transitoria nos permite tener miedo de reunirnmos en familia en nuetro patio, y que un vecino que no nos quiere, llame a la policía para denunciar que estamos aglomerados.
Habrá que correr las cortinas de las ventanas y cerrar las puertas para evitar el miedo de una molestia semejante.
Es el año en que no podemos bailar, es increíble pero no podemos bailar, ¿alguien soñó alguna vez que ibamos a tener miedo de bailar?
Es el año en el que no podemos juntarnos con amigos, no podemos disfrutar de una cena con una compañía nueva, no podemos mirar miradas nuevas, ni ojos nuevos y tampoco por miedo, no podemos descubrir sonrisas nuevas, la sonrisa del otro, sus dientes, sus labios, sus gestos.
Es el año en el que tenemos miedo de no poder acercar un plato de comida a nuestros hijos, porque no sabemos si tendremos o no trabajo mañana.
Es el año en el que miles de uruguayos se levantaron un día cualquiera de marzo y descubrieron el miedo al mañana, en un día en el que su trabajo había desaparecido, como le ocurrió a los artesanos o los guías turísticos.
A ellos les tocó el miedo al olvido por la desaparición del otro que los justificaba. Jamás soñaron que un día se iban a levantar y no tendrían un turista al que ofrecerles su servicio o sus artesanías.
¿Donde se fueron los abrazos, donde se fueron las sonrisas, donde se fue el apretón de manos, el beso al aire de los labios que te despiden, o el dibujo de un te quiero de una boca a lo lejos?
¿donde es que están reunidos, esperando que los usemos el beso de navidad, el abrazo de Fin de Año, donde se fue la charla inesperada con el compañero de viaje en un ómnibus. Donde estarán?
Se abrán cansado, se habrán disuelto en el tiempo que quedó atrás, se habrán escondido en algún baúl de aquel último febrero que nos permitió el roce y el beso y el apretón de un abrazo. ¿Donde se habran ido?
O nos estarán esperando en algún lugar, pacientes, aguardando con paciencia infinita porque saben que algún dia, en algún momento, los vamos a recuperar, y nos vamos a cansar de usar esos abrazos y esos gestos que postergamos. Y que en estas horas nos generan dolor por su ausencia.
Algún día, pronto estoy seguro, aquellos gestos que guardamos, le van a ganar al miedo.
Pero eso no es importante porque ni a usted ni a mi nos afectan los precios del mercado internacional para estos terrenos, y si hay gente que tiene el dinero y quiere pagar esa cifra, no tenemos nada que decir.
Lo indignante es que cada terreno de esos, valuados en esa cifra, pagan una contribución inmobiliaria de cien o doscientos pesos, en cuotas de 29 a 50 pesos, las más caras. Que usted paga cinco mil pesos al año por su terrenito de trescientos metros cuadrados?. Si, es así, y prácticamente no hay propiedad en la ciudad que pague una cifra tan ridícula como la que pagan estos terrenos.
Y hay algo peor, y es que los padrones, -es verdad que construidos sí, pero terrenos mucho más chicos-, a pocos metros de ahí, en el Balneario Zagarzazú, llegan a pagar cuotas (cinco en total) de unos cinco o seis mil pesos cada una.
Antes que se caiga de espaldas, le damos algunos detalles de las decenas de comparaciones que pudimos hacer en EL ECO esta semana y repetimos, aunque unos están construidos y otros no, no se explica, ni la diferencia entre terrenos del mismo tamaño, el bajo valor de la contribución en relación a lo que se valoriza el terreno, y la diferencia además con las contribuciones que se pagan a pocos metros de allí, en el balneario Zagarzazú.
Los terrenos.
Hay un grupo de terrenos en el predio detrás del hotel cinco estrellas, que fueron fraccionados y están siendo comercializados como terrenos de alta gama, de una hectárea de extensión y a pocos metros de la playa. El fraccionamiento es un barrio privado pero no está autorizado como barrio privado, sino que está aprobado como una continuación del balneario Zagarzazú, es decir que hay que sacar el alambrado que hoy separa el balneario de ese predio y continuar sus calles. Sin embargo lo comercializan y lo mantienen como un barrio privado, con el consiguiente aumento del valor de los terrenos. Estos terrenos se comercializan a precios exorbitantes para cualquier carmelitano, y van de un cuarto a más de medio millón de dólares. Los más codiciados sobre la costa, se venden a 600.000 dólares. Pero a pesar de ese precio, que además tendrán una edificación suntuosa, pagan una contribución mínima. Pongamos un ejemplo: el padrón 23062 a pocos pasos de la playa paga cinco cuotas de $32,20 es decir una contribución total de $161. Pero no es el único: el padrón 22817 también en la misma ubicación paga cinco cuotas de $51,60 es decir una contribución total por el año 2020 de $258. Tenemos más ejemplos de terrenos en esa franja, pero vayamos a ejemplos de terrenos que se encuentra a una cuadra de la playa. El padrón 23066 en la segunda línea del fraccionamiento, esto es a una cuadra de la playa, paga cinco cuotas de $31 es decir una contribución total de $155 y el terreno que figura con el número de padrón 23064, paga cuotas de $29. En la tercera línea, a dos cuadras de la playa para algo similar y terrenos como el 23055 o el 23054 pagan contribuciones de $36,80 por cuota, lo que hace contribuciones anuales a la intendencia de $184. Todos estos terrenos pagan contribución inmobiliaria Rural.
El hermano pobre.
El contraste con los terrenos del Balneario Zagarzazú son notorios, y si bien la construcción que tienen estos terrenos en Zagarzazú elevan el valor del predio y por ende la contribución, la diferencia entre uno y otro es abismal. Además, los predios en Zagarzazú son más chicos. Sobre la rambla, hemos podido constatar padres que comienzan con el número 16 y que corresponden a padrones 16.xxx, diferencias abismales. Un padrón sobre la calle de la rambla paga cuotas de $3.300,60 y el de al lado cuotas de $5.084. En los últimos lotes sobre la zona de rambla, pasado el puentecito hacia el aeropuerto, hay patrones que pagan cinco cuotas de $ 2.317 y otros cinco cuotas de $ 6.565 Ninguno, absolutamente ningún terreno en el Balneario Zagarzazú, paga contribución de menos de mil pesos anuales. Buscamos propiedades sobre la calle La Gaviota, a una cuadra de la playa, y encontramos padrones que llevan números por el dieciseis mil quinientos, que pagan cinco cuotas de $ 9,924, otros que pagan cinco cuotas de $ 553 y otros que pagan cinco cuotas de $ 3.308. En calle La Marejada, encontramos casas que pagan cinco cuotas de $3.948 cada una, y otros padrones que pagan cinco cuotas de $6.185 cada una. En calle Neptuno, perpendicular a la playa, encontramos padrones de $7.629 cada cuota, y al otro lado de la calle cuotas de $5.628 y unos metros más allá, cuotas de $2.683. En general, los terrenos sobre el balneario Zagarzazú pagan contribuciones importantes a la intendencia. Estos terrenos se pagan como zona rural, o al menos así figuran en los recibos que emite la intendencia.
El dato El costo por metro cuadrado para llevar adelante una vivienda del tipo standard superó ya los $30.000. El costo en dólares para construir el módulo inicial al tipo de cambio BNA del 18/1/2019, alcanza los U$S 40.225, casi U$S 788 por m2. En Colonia no se toma el catastro Nacional sino el catastro departamental, el detalle es que existen cinco francas y la alícuota va creciendo y según la franja, corresponde un porcentaje distinto. Algunos por la ley pagan zona urbana y suburbana y en la zona rural, no se tasan las edificaciones.
Así, por ejemplo, el Hotel Kempinski de Colonia paga ocho mil dólares al año, y el Sheraton 800 pesos.
Me lo imagino a Moreira. Debe ser duro, durísimo este momento para él. Sólo pensar cuántos años batalló desde aquella lejana Subsecretaría del Ministerio del Interior durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle, cuantos debates en el Senado, cuantos enfrentamientos, cuantas horas de estudio de los temas. Y cuantas recorridas en el llano del departamento durante tantos años.
Recuerdo entrevistar al senador Carlos Moreira en su búnker de Carmelo, el Hotel Urbano, lugar en el que se alojaba cada vez que hacía una gira política por esta parte del departamento. Siempre temprano, siempre con buena disposición. En los momentos más duros de su segunda gestión, cuando el caso de la Florería San Cayetano de Juan Lacaze ocupaba toda la atención periodística, -terminaron en prisión la Secretaría de la Junta y el dueño de la florería- Moreira jamás dejó de atender nuestras consultas periodísticas. Siempre señaló como destacable su actitud, porque ante tanto funcionario de cuarta con el que nos hemos cruzado en estos años, que te derivan con un Secretario para concertar una nota, o te dicen llamame y después nunca te atienden el teléfono, la actitud de Moreira siempre fue la de dar la cara.
Debió ser durísimo renunciar a todo nueve días antes de la elección nacional, cuando se veía que, al fin desde aquel lejano 1995, su Partido Nacional volvería a tomar el poder del gobierno nacional. Renunciar a la banca en el Senado, renunciar a un cantado cargo como Ministro del Interior y ver que en ese cargo, nombran a quién le estaba apedreando el rancho. Hablamos de Jorge Larrañaga, el mismo a quién apoyó en los momentos más difíciles, cuando hasta el perro del edificio disparaba de Alianza Nacional. Y renunciar además, por pedido de toda la fórmula presidencial, a su querido Partido Nacional porque le dijeron que el escándalo de los audios, podía comprometer en esas horas, la victoria blanca. Después de tantos años de fidelidad a la divisa, te regalo estar en los zapatos de Carlos Moreira.
Dicen que Guillermo Rodríguez lloraba cuando el lapidario informe de la Comisión de Ética del Partido Nacional, ponía ante Moreira la única opción que era la renuncia. No tengo dudas, porque Rodríguez es el que siempre estuvo al lado de Moreira desde que dejó su segunda intendencia. Dicen también que la mezquindad política de algún integrante del propio grupo hizo que proclamaran esa misma tarde, la muerte política del intendente y hasta designaran un sucesor. Algunos de estos entretelones contamos en la edición del sábado de EL ECO.
Por si fuera poco, el inexorable avance de las agujas del reloj le juega en contra. Antes del 9 de febrero, la fiscal de Colonia Eliana Travers deberá decidir si en los audios difundidos, si en los otros dos que están en su poder, y en las declaraciones de su ex pareja, existe algún indicio de delito, o caso contrario, decida el archivo de la causa. Si se da esta última hipótesis, Moreira pedirá la reincorporación al Partido Nacional, cuyo directorio se deberá reunir y aprobarlo, reunirse luego la Convención Departamental para que sus convencionales le habiliten el camino de la reelección.
Eso fue lo que le prometió, además, el hoy Presidente Electo, Luis Lacalle Pou. Al estallar el escándalo Lacalle mismo se comunicó con Moreira para pedirle la renuncia con la promesa que, una vez pasada la tormenta, se lo reincorporaría rápidamente al Partido Nacional. Ahora, algunos aseguran que Lacalle Pou tiene presiones para que no renueve aquella promesa.
Hoy Moreira es un intendente sin partido y sin futuro. Formalmente, Moreira no integra el Partido Nacional. El noveno días de febrero es el plazo que brinda la Corte Electoral para registrar los próximos candidatos a intendente en la elección de mayo. En el camino de su resurrección política, de acá al 9 de febrero, Moreira además debe salvar varios escollos. Especialmente en el Honorable Directorio, deberá lograr que no se imponga la voz de Beatriz Argimón y toda una corriente vinculada a la Agenda de Derechos y las cuestiones de género, que creció entre las mujeres y muchos hombres nacionalistas a partir de las discusiones sobre la cuotificación en las listas, y que ven con malos ojos devolver a Moreira al ruedo político. Para ellos, que siempre cuestionaron por lo bajo las conductas privadas del intendente coloniense, la difusión de los audios pone a Moreira, inexorablemente, en el callejón del no retorno «su estilo ya fue, nosotros no tenemos porqué avalar esas conductas de viejo patriarca que ya pasaron de moda. Es un señor mayor con conductas liberales que no se condicen con el cargo que ocupa» dicen. Las cuestiones de Patria, Familia y Tradición que atraviesan aún al Partido Nacional, hoy son un obstáculo casi insalvable para el intendente y sus aspiraciones colectivas.
En contraposición, está el poderío electoral de Carlos Moreira y su situación de líder indiscutido en el departamento. Para algunos, ya no es que ponen a cualquiera de candidato y gana el Partido Nacional. Para algunos, sí Moreira queda afuera, hoy corren peligros las chances electorales de los blancos de Colonia en mayo. Y, a diferencia del Frente Amplio, al Partido Nacional sí le interesan las cuotas de poder que emanan de las intendencias del interior. Por eso, si Moreira marca la diferencia para la victoria del Partido Nacional en Colonia, Moreira debe estar en la contienda electoral y para eso, el Directorio debe dar vía libre a su reincorporación partidaria.
Y está el tema de la fiscal que tiene su causa. Eliana Travers es una de cuatro hijos de Edgar Travers, conocido funcionario jerárquico de UTE y hombre de integrar las listas del Partido Colorado de la capital departamental. Tiene un hermano abogado y otro que es pequeño empresario en Los Pinos. Al igual que al padre, se los vincula a los partidos tradicionales por ser gente muy conocida en Colonia del Sacramento. Alguno de los consultados señaló que es gente que migró del Partido Colorado cuando la debacle de 2004. En el mismo tono, nos dicen que la postura política de la fiscal es un enigma, al igual que su opinión sobre la causa Moreira que le encomendó investigar el Fiscal Jorge Díaz. Dicen que es absolutamente reservada sobre los casos que llegan a su despacho, los cuales no son, siquiera, motivo de comentario familiar.
Según lo que pudimos saber, aseguran que desde que comenzó su carrera de abogacía, la fiscal de Colonia siempre quiso estar en lugares de decisión del Poder Judicial «poco interés tuvo en ejercer la profesión liberal» nos cuentan, por lo que estar en la Fiscalía fue un cargo para el que se preparó y al que aspiraba.
En el plano político departamental, comenzaron a barajar nombres de posibles sustitutos, e incluso dentro de las propias filas de la 904 se habla de que el candidato a la intendencia sería Guillermo Rodríguez. Pero también a nivel de la dirigencia blanca que no es de la lista de Moreira, comienzan a manejarse nombres de posibles candidatos que, si Moreira no corre, se anotan para la competencia. Esta percepción se tiene también en la oposición: el Partido Colorado y el Frente Amplio creen que sin Moreira la elección puede ser diferente en mayo.
La situación de preocupación que se vive en la interna del moreirismo, se vio reflejada en sendas notas publicadas este miércoles y jueves por diarios de Montevideo, donde en síntesis, señalan que Moreira tiene el reingreso inmediato al Partido Nacional, y que incluso se atreven a decir en una de las notas, ni siquiera es necesario que esté afiliado para que la Convención Departamental lo proclame como candidato. Es curioso porque a la fecha, sin pronunciamiento de la justicia y con bloqueo de la discusión política en la Junta Departamental, no hubo un cambio de las condiciones, a partir del informe de la comisión de Ética partidaria, que justifique hoy el reingreso de Moreira a filas del Partido Nacional «es que no tienen más remedio que darle una señal clara a a sus dirigentes, reafirmarles que Moreira va a ser candidato, porque se está produciendo una dispersión de convencionales a partir del nerviosismo que hay al constatar que llega la fecha y aún no se sabe nada» dicen las fuentes consultadas.
Ese nerviosismo se refleja también por estas horas en algunos medios de comunicación, los que perciben que el tiempo pasa y que, con la cercanía del 9 de febrero, parece alejarse cada día más la posibilidad de que Moreira ocupe el sillón del palacio de gobierno de Colonia por cuarta vez.
Algo que parecía difícil de creer porque nadie que analice el departamento en clave política, puede pensar que Carlos Moreira no buscará por cuarta vez el cobijo de las urnas, esa síntesis del poder popular reflejada en el voto de cada elección departamental, y lugar en el que Moreira se siente verdaderamente cómodo.
La lucha política y el poder de la intendencia son para Moreira como aquel par de zapatos que calzan a la medida, y permiten caminar con comodidad por cualquier teerreno por más piedritas que tenga el camino.
Un par de zapatos que por ahora, Moreira parece no encontrar.
Somos las tardecitas de verano con el mate en Playa Seré, con la reposera sobre la arena mirando como cae el sol atrás de la Isla Sola.
Somos el fin de semana sentados abajo de los tilos en Plaza Independencia, mirando como el gurí empieza a recorrer el mundo subido a su bicicleta.
Somos la sombra de la Plaza de la Madre, los jueguitos en la Plaza del Saravia o las corridas de los chiquilines atrás de una pelota en la plaza del San José.
Somos la vuelta a la pista Marcelo Bianchi cuando empieza setiembre y vemos que sólo con dieta no bajamos esos kilos de más que no queremos qeu se vean en diciembre.
Somos la bolsa de pan para los bichos de la Reserva de Fauna, y la mirada atenta al gurí que se desespera por tirarse del tobogán mas alto, y que nos hace poner los pelos de punta cuando baja de allá arriba a toda velocidad.
Somos una tarde en las canteras de El Cerro, tirándonos desde lo más arriba que nos da el miedo, o pegándonos un zambullón cortito en la orilla de la piedra cortada.
Somos espectadores permanentes del Teatro Uamá, de las actividades del Archivo y Museo del Carmen, de la Casa de la Cultura o admiradores secretos de los artistas de La Caja.
Somos la fiesta de fin de cursos del gurí en la escuela, el disfraz para la obra o el apronte del viaje de egresado del liceo.
Somos la charla en la verdulería, el comentario del tiempo en el almacén y el resumen del clásico Nacional-Peñarol con el carnicero.
Somos espectadores del fútbol en el Parque Artigas, diciendo “mirá, mirá, por eso no tenemos jugadores en Montevideo” cuando alguno del cuadro nuestro bolea la pelota por arriba del paredón atrás del arco rival.
Somos el grupo de gimnasia, el cuadro de fútbol cinco, los militantes del club político, los cuatro locos que salimos a pedalear y a caminar por la doble vía, o los padres que acopañan al nene al baby fútbol.
Somos el vecino empujando el carrito en supermercado, esperando que nos atiendan en el sanatorio o en el hospitlal y somos todos haciendo la cola eterna en la estación de servicio, justo a esa hora que pensaste que estaba bueno cargar nafta porque no iba a haber nadie.
Somos, hablando de colas, los que formamos y esperamos la cola eterna de autos que quieren cruzar el puente justo a la misma hora el domingo de tarde, a esa hora cuando le decimos a la vieja “aprontá el mate que vamos a dar la vuelta del perro” con los últimos rayos del sol de la semana que comienza.
Los carmelitanos somos eso y una larga lista más de cosas comunes que seguramente el lector podrá ir agregando a medida que va leyendo estas líneas.
Sin dudas somos mucho más que lo que mostramos en Facebook, porque somos una comunidad viva, dispuesta a seguir aportando su granito de arena para hacer de este pueblo en el que nacimos, cada día, un pueblo mejor.
¿Que tienen en común los camioneros que llevan grano a Nueva Palmira, los trabajadores del Frigorífico Solís en conflicto y el que le plantea un juicio laboral a la bodega Campo Tinto de Carmelo?
Todos trabajan en empresas que facturan fortunas, pero que pagan monedas a los trabajadores. Todos tienen hoy a sus trabajadores en conflicto porque el salario, o no es lo que acordaron, o no es lo que los trabajadores necesitan para vivir.
En el frigorífico Solís, despiden sesenta trabajadores para seguir faenando lo mismo que antes, pero con menos costo laboral, esto es con mayor ganancia para el empresario.
En Nueva Palmira, los transportistas denuncias que los grandes acopiadores de granos les quieren pagar a los camioneros un cuarenta por ciento menos de lo que habían pautado. El grano sigue cotizándose alto en el mundo y los millones de dólares que se embolsan los acopiadores suman cifras de más de seis ceros.
En el puerto, las grandes terminales despiden a su persona y tercerizan en empresas que tercerizan los servicios, que luego tercerizan a trabajadores que terminan cumpliendo horario por poco más de diez mil pesos.
En las empresas carmelitanas como Campo Tinto, una bodega propiedad de la familia Viganó-De Narbaez, los hacen trabajar como Industria y Comercio pero los registran y les pagan como peones rurales.
Dicen que no hay trabajo, pero no es cierto. Trabajo hay, lo que pasa es que los empresarios ofrecen quince mil pesos de sueldo, que no alcanzan para nada, en tareas donde las empresas facturan millones.
Llámese costo de la sociedad de consumo, llámase trabajadores más informados o que hoy tienen un nivel de vida mucho más elevado que hace diez años atrás, muchos asalariados de hoy sacan la cuenta y dicen «por 15 mil pesos no me sirve salir, pasar el dia afuera de mi casa, gastar mi ropa e incluso mi vehículo». Entonces algunos prefieren volcarse al comercio informal: venden ropa casa por casa, o hacen comida como delivery y más o menos, terminan sacando lo mismo.
Eso es lo que está pasando hoy, y es la explicación de porque, por un lado algunos dicen que no hay trabajo, haciendo referencia a que no hay trabajo correctamente remunerado, mientras los empresarios dicen «no consigo nadie que quiera trabajar», esto es, trabajar por poca plata.
¿No será hora de imponer un Salario Mínimo Nacional que sea al menos de 20 mil pesos para todas las categorías laborales?, como una forma de obligar a las empresas a asegurar un mínimo un poco más digno que el piso legal actual, ya desactualizado.
En el último tiempo se puso de moda en la región la política de achicar el salario de los trabajadores para mantener o aumentar la ganancia de los empresarios.
Como la gente no es tonta y hoy tiene más información que ayer, prefiere volcarse a la economía informal, antes de ir a trabajar por un salario que no le alcanza para nada.
Otros, muchas parejas jóvenes, se van a vivir juntos para aliviar el costo de alquiler que solos no pueden solventar.
La macroeconomia funciona, el país crece mes a mes y los volúmenes de exportaciones aumentan paulatinamente. Nueva Palmira es una muestra clara. Allí se pueden ver los millones de dólares que llegan diariamente al puerto en forma de granos. Pero a pocos metros de allí, varias famillias viven debajo de una estructura de palos y nylon.
Venden leña, piñas, cortan el pasto, hacen changas. Lo prefieren a ir a trabajar al puerto doce horas por día por quince mil pesos mensuales.
En un supermercado de la zona, Noelia vive en lo de su mamá con su hijo, por diecinueve mil pesos mensuales nominales, no puede alquilar e independizarse.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, más del cuarenta por ciento de los trabajadores asalariados gana menos de quince mil pesos.
Mientras no haya forma de conseguir que los grandes empresarios sean obligados a pagar salarios dignos a los trabajadores, lo que se llama en términos económicos se denomina pomposamente una distribución más equitativa de la riqueza, vamos a vivir en este país de profundos contrastes.
Contrastes que lo único que hacen, es seguir profundizando la brecha entre quienes la juntan con pala, y los que recogen las migajas.