Más de 1 millón de dólares de los que nadie habla

Por Gabriel Monteagudo

Que no pase de nuevo Que acomode de nuevo al yerno, a un primo, una hija cualquier otro familiar o amigo.

Que haga lobby para negociar favores para sus correligionarios por cifras millonarias. Todo puede pasar en una intendencia donde la transparencia brilla por su ausencia. Esto es lo más preocupante de las “condiciones” con las que Zimmer presiona a Montes del Plata para concederle los permisos de construcción para la obra.

La conjetura es pertinente porque ya lo hizo con ENCE y mientras el Sunca y los españoles negociaban mejores condiciones para los trabajadores, Zimmer utilizaba su poder como intendente para acomodar un familiar, en un mano a mano secreto con los entonces españoles radicados en Conchillas. Que lo haga de nuevo no sería novedad, “recuerden que los permisos de construcción los damos nosotros”, le dijo a la colega Nancy Banchero en una entrevista con EL ECO.

La pechereada, común entre las características de nuestro intendente, es diferente a las bravuconadas habituales que nos tiene acostumbrados en cada declaración el jerarca. Acá está en juego una inversión de 1.900 millones de dólares con miles de negocios directos y colaterales, contratos, puestos de trabajo y cientos de concesiones y trámites que diariamente se tendrán que hacer con la comuna y para las cuales se necesitará el visto bueno del intendente.

Es un temor legítimo pensar que si realiza un apriete publico a la empresa apenas anuncia su instalación, en estos momentos puede estar pidiéndole bastante más que solamente la construcción de la extensión de la ruta 55. Hasta acá la empresa Montes del Plata se movió de forma más inteligente que su frustrada antecesora, mantiene los canales abiertos con los medios de comunicación y con la sociedad. Es de esperar entonces que por allí la población tenga mucha información que no obtiene hoy desde la intendencia.

Cuando Zimmer amenaza con los permisos de construcción le manda un mensaje cifrado a la empresa: “hay mucho dinero en juego y lo queremos manejar nosotros”. De cuánto dinero hablamos. Vamos a ver. El precio de la tasa de construcción que se fija en el nuevo presupuesto es de $ 26 por metro cuadrado.

Para tener una idea, la planta de UPM tiene 100 hectáreas construidas en su planta de Fray Bentos. Eso es 1.000.000 de metros cuadrados que representan 1.300.000 dólares. Es más que eso porque tal como todos saben, la planta de Montes del Plata será más grande de lo que es hoy UPM en Fray Bentos, pero la comparación permite tener una idea de qué habla Zimmer cuando le recuerda a la empresa sueco finlandesa chilena que “los permisos de construcción los da la intendencia”.

¿En qué tiene pensado gastar la intendencia ese dinero?. No se sabe, como no se sabe qué se hace con la mayor parte del dinero que la intendencia recauda de los colonienses. Falta transparencia. Es conocida la historia. Cuando llegaron los trabajadores a cumplir su primera jornada laboral en el proyecto Ence, se encontraron que el primer empleado que tenía contratada la empresa era un médico que era yerno del intendente. Que otra vez no ocurra lo mismo

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