La conducta esquizofrénica del Frente Amplio de Colonia

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Gabriel Monteagudo.

Lo aclaro desde el principio. Voy a hablar mal y bien del edil Heber Márquez y voy a hablar mal y bien del Frente Amplio de Colonia.

Me preguntaba estos días, que es esa pavada que ocurrió, que provocó que la mayoría de los sectores del Frente Amplio hicieran un comunicado repudiando un presunto acto violento en la última Mesa Política departamental, y no mencionan al autor de la presunta agresión.

¿Desde cuando en el Frente Amplio de Colonia, se asustan por un sopapo que vuela por el aire sin llegar a destino, en medio de una discusión política?

¿Por que razón se evita mencionar al Chino Márquez como el protagonista de la situación en la mesa política?.

¿Como es eso de solidarizarse con el destinatario del sopapo, como si se tratara de un hecho de violencia de género, donde la víctima es absolutamente inocente?.

Señores, esto es política, y en las discusiones de política, especialmente en el Frente Amplio que es el partido de gobierno, se discute poder. Y en la discusión por poder, poder cocinado en el fragor de la lucha cotidiana de ideas, existen pasiones, intencionalidades, operaciones cruzadas, personalismos, ambiciones de acomodos, ambiciones de protagonismo, ambiciones por aparecer en una foto,  y codazos por cargos. Existe todo eso, menos inocentes.

En los últimos tiempos se puede apreciar un nivel de esquizofrenia en el Frente Amplio de Colonia, que de a ratos tiene ribetes crónicos. Cualquier ciudadano de la calle, puede comprobar una efectiva pérdida de contacto del Frente Amplio departamental con la realidad, síntoma que en lugar de mejorar, parece mostrar una agudización progresiva.

Peleas en los comités políticos hay todos los días, porque son parte de la esencia de la discusión por poder, y si me permiten decirlo, forman parte de la naturaleza de este tipo de discusiones, porque allí se discuten modelos y convicciones, y luego acciones, que repercutirán directamente en la vida de todos los uruguayos.

Y son las mejores discusiones, por más apasionadas que fueren, porque se discute el futuro de todos. Ahí se discute el país, y por eso la discusión política es la discusión más noble de todas las discusiones.

Que Facundo Machín es Lassie y el Chino Márquez un grandulón que debió controlarse y usar su experiencia para calmar las aguas. Sí, puede ser, pero la política, más aún que el fútbol, no es una cuestión de señoritas de colegio inglés que filosofan sobre la vida, mientras saltan entre mariposas, parafraseando la frase reciente del diputado Darío Pérez.

Creer que la discusión sobre si Márquez vino tres veces o vino dos al Plenario llevó a ese momento de ofuscación, es tan inverosímil como creer que Machín “le movió la térmica” a Márquez, sin saber donde se metía, o que lo hizo de forma inocente.

Diría que apretó el botón justo en el momento justo. Y eso es cualquier cosa, menos casual.

Reafirmamos por las dudas que en política, no existen inocentes.

Señores, aquí en Colonia hubo un ex legislador que amenazó con pegarle un tiro a un dirigente de otro sector del Frente Amplio, cuando este dirigente optó por denigrar a su pareja, para cuestionar al ex legislador. ¿Y le damos importancia a un sopapo volador que no llegó a destino?

Seamos serios.

Así que hablar y asombrarse, y sacar conclusiones como si el real problema fuera la agresión de Márquez sobre Machín en la última sesión de la Mesa Departamental, es quedarse apenas en el barniz de un mueble, cuya madera esconde vetas mucho más profundas que una discusión de comité.

En la política se discute poder, y de lucha por ese poder justamente, vamos a explayarnos en esta nota.

Ya lo he dicho en alguna otra oportunidad, el Frente Amplio, especialmente en Colonia, sufre de una esquizofrenia tal que le hace imposible presentarse como una opción creíble para la ciudadanía.

Una de las razones, es que, ante cualquier dirigente que asome la cabeza, en la interna hacen lo imposible por pegarle un martillazo para bajarlo. Los propios mecanismos internos terminan jugándole en contra a la fuerza política, que gana en las nacionales pero luego pierde por goleada en las departamentales

Y nadie en la interna arriesga un diagnóstico serio, porque hacerlo probablemente signifique reconocer que muchos deben dar un paso al costado, porque han venido tomando, históricamente, decisiones equivocadas. Una fuerza política departamental sin estrategia clara para enfrentar y presentar una propuesta mejor que la de sus adversarios políticos.

El Frente Amplio de Colonia tiene decenas de hombres capaces de enfrentar una candidatura, ganarla, y ser mejor intendente que cualquiera de los que han pasado por el sillón municipal.

Sin embargo, la dirigencia del Frente Amplio de Colonia se especializa en nunca encontrar el candidato adecuado, y parece que en lo departamental, ha hecho un posgrado en perder elecciones.

Nombrame tres.

Por su trayectoria, por su postura en el último tiempo, Hebert »el chino» Márquez se ha convertido en un referente para la población, entre los dirigentes departamentales. Nadie, ni dentro del Frente Amplio ni fuera de él, tienen dudas sobre esto.

Así preguntados rápidamente ¿cuantos ciudadanos pueden decir ya, el nombre de uno, dos o tres ediles  departamentales del Frente Amplio de la actual bancada en la Junta Departamental?

No quiero meter nombres que no vienen al caso, pero es de justicia decir que, probablemente además de Márquez, el edil José Luis Pittamiglio sea mencionado rápidamente, por los años que hace también que ocupa una banca en el legislativo departamental.

A ellos se suma el Alcalde de Juan Lacaze, Darío Brugman, que recoge adhesiones en la gente por el trabajo que viene realizando desde el municipio, en forma inversamente proporcional al apoyo que recoge de sus propios compañeros de la dirigencia del Frente Amplio. Otro al que en cualquier momento, le pegan el martillazo en la cabeza.

Apuesto a que no más de esos nombres son recordados hoy por la ciudadanía.

Pero volviendo al Chino Márquez, hablamos de un dirigente que es sumamente cerebral en su accionar cotidiano como dirigente, que analiza, y que además piensa en clave política, en el acierto y en el error, cada acto y cada declaración que realiza.

Por lo tanto, no es difícil presumir para quienes lo conocemos, que en realidad el episodio de la Mesa Política no es más que el emergente, el estallido de una situación que dentro del Frente Amplio de Colonia se viene arrastrando desde atrás.

La mecha encendida, venía de lejos.

Silencio oprobioso.

Por lo que he visto, hay dirigentes que intentan bajarle el perfil al Chino Márquez. Eso está clarísimo. En las últimas semanas, el episodio de la denuncia sobre el dinero en el presupuesto de la Tasa de Alumbrado que según Márquez la intendencia »escondió» para lograr el acuerdo con Ute, generó, en sus compañeros del Frente Amplio, cero repercusión.

Ni un apoyo, ni una manifestación pública apoyando su propuesta. Ni una opinión.

Nada.

Lo dejaron más solo que el uno. Y entonces ahí salió Moreira diciendo que en realidad el dinero se había puesto por equivocación en otro rubro y que no se había escondido nada, etc etc. La explicación, dada incluso con números a EL ECO, tiene puntos flojos y puede ser rebatible en clave política.

Sin embargo nadie en el Frente Amplio abrió la boca ni apoyó a Márquez.

Parece que todos en el Frente Amplio, tomaron como buena la explicación del intendente y nadie, absolutamente ni uno de los compañeros de bancada -con la excepción de William Geymonat que lo acompañó en la presentación- dieron ni una muestra de apoyo.

Cero apoyo al compañero.

El detallado mapa que hizo Márquez , con datos y cuadros, y sobre el que expuso durante una hora larga en su bancada, no le importó a nadie dentro del Frente Amplio de Colonia.

Y no es broma. Márquez intenta mantener el tema del Impuesto al Alumbrado Público en el tapete, teniendo claro que es una imposición injusta y que, basta darse una recorrida para hablar con la gente, a todo el mundo le enoja profundamente el valor y la forma en que se colocó este impuesto hace justamente un año atrás.

Y no es broma tampoco que hay dirigentes dentro del Frente Amplio de Colonia que quieren enterrar este tema, erradicándolo de la opinión pública, incluso sabiendo que UTE comenzó a cobrarlo -porque la intendencia le dio la orden- sin haber sido aprobado por la Junta Departamental, lo que representó una clara irregularidad.

Está tan mal el Frente Amplio de Colonia, que ni siquiera sale a decir que el los 300 pesos que pagamos todos por este impuesto, es mucho más que los 3,4% de aumento que llegó  el 1 de enero con el ajuste nacional de tarifas.

Y eso que arreciaron los insultos al aumento nacional en las redes sociales.

Pero del aumento del Impuesto al Alumbrado público, no habló ni un dirigente del Frente Amplio de Colonia. Para ellos parece que está bien.

Pero dejemos este impuesto para más adelante porque este artículo va a ser largo, y sobre él vamos a volver más tarde.

Un ejemplo más: el Tribunal de Cuentas cuestiona la potestad del intendente para colocar cargos de confianza y mientras tanto, ediles frenteamplistas defienden a capa y espada la potestad del intendente para poner gente a dedo. De no creer.

Intolerancia

Este fin de diciembre se cumplió un año de que un grupo de ediles departamentales hicieran una denuncia en la justicia porque unos militantes frenteamplistas reconocidos, usaron las redes sociales para caricaturizarlos en billetes de diversa denominación, sugiriendo la venta del voto en el Impuesto al Alumbrado Público.

Los ediles José Arenas, Michel Skafar, José Luis Pittamiglio, Liliana Chevalier, Marcel Bonet, Adhemar Cordones, William Geymonat y José Castro hicieron una denuncia penal que terminó con un dictamen del juez para que los dos militantes señalados como los autores de la difusión de estas caricaturas, eliminaran toda publicación contra los ediles de las redes sociales.

Una locura, una verdadera censura a la libertad de expresión, algo impensable en un dirigente frenteamplista y un claro signo de intolerancia difícil de tragar desde un pensamiento de izquierda.

En 1896 el diario El Día que ya tenía diez años bajo la batuta de José Batlle y Ordoñez, recordó el cumpleaños del entonces senador y ex presidente (1890-1894) Julio Herrera y Obes, a quién se acusaba de intentar socavar el gobierno de Juan Idiarte Borda.

El 10 de enero de 1896 se escribía en El Día “Ayer cumplió años el doctor Herrera: cumplió cincuenta y cinco pues nació el 9 de enero de 1841. El ex Presidente es, como se ve, de colmillo retorcido, ha vadeado el medio siglo y marcha a paso de carga vadeando la cuesta hacia la decrepitud. No en balde se le ahondan las patas de gallo de las sienes, le blanquea el bigote y le ralea el enhiesto jopo tordillo donde tiene concentrada, desde hace tiempo, su huyente virilidad”

Bastante mas dura que la figura de un edil en un billete de veinte pesos.

Dejémoslo claro: viniendo de ediles viejos en la actividad política, inteligentes y de profundas convicciones, la judicialización que hicieron de la protesta en las redes de ciudadanos frenteamplista desconformes con el voto de esos ediles en la junta departamental, no admite otra palabra que deplorable, mas aun de dirigentes que promueven la tolerancia, la libre expresión de ideas y la diversidad de opiniones desde una posición de izquierda.

Un error  antipopular y antipolítico, que se sumó al error político del voto del impuesto al alumbrado público que generó la protesta de los militantes y ciudadanos de a pie, así como ocurrió con el boleto estudiantil, unas semanas antes.

Meter a la justicia en un tema de exclusiva pertenencia a la política, habla de la incapacidad de la política de dirimir sus propios problemas en el ámbito político. ¿no hubo una reunión de la mesa política departamental que convocara a los militantes, o que intercediera con los dirigentes para evitarles el papelón de llevar este tema a la justicia?

Se trata además ediles que dicen cualquier cosa de la oposición en cualquier micrófono que se les cruza, pero no se bancan la crítica puntual por uno de sus actos de gobierno en el ejercicio de su cargo político, al que llegaron incluso por la misma gente que los criticó. Crítica que, aunque dura, aunque caricaturesca, que se debe combatir con la explicación racional y con el argumento razonable que los llevó a tomar esa postura, debe ser asumida con el estoicismo de su estambre dirigente.

En otras palabras, deberían haberse bancado la queja como duques, y no correr a llorisquear ante el juez como colegiales.

Intolerancia de vuelta.

Que decir de los militantes que, en lugar de plantear sus discrepancias en el comité, salen con la brocha gorda a enchastrar a sus propios dirigentes.

No solo equivocan la estrategia, sino el concepto. Algunos militantes tienen la idea errónea y creen que ser dirigente político es andar en pata arremangando pateando cunetas de aguas servidas. Hay dirigentes así en el Frente Amplio, pero no son todos, porque a diferencia de los partidos tradicionales, el Frente Amplio es un conglomerado de partidos con una variopinta diversidad de dirigentes, y una fuerza política atravesada por todas las clases sociales. Allí basa su éxito electoral y su representación mayoritaria de la sociedad.

En su seno conviven el dirigente que está permanentemente en contacto con los vecinos, el que prefiere comunicarse a través de los medios, el que plantea sus puntos de vista en el comité o en las instancias orgánicas del Frente Amplio, los que escriben artículos en los diarios, los que hablan en la Junta Departamental y los que solo presentan escritos, los que se suben a una tribuna y los que tejen y tejen relaciones, entre la gente de a pie.

Negar o cuestionar un dirigente del Frente Amplio porque no conoce el badén o la cuneta a dos cuadras de su casa, es por lo menos, tener una visión muy chiquita de lo que es el Frente Amplio.

Antipopular.

Que decir de las dos decisiones que dividieron a la bancada y que tendrán un importante efecto en el futuro como veremos mas adelante: las votaciones con el moreirismo para que los estudiantes que viajan paguen boleto y el impuesto al alumbrado público.

Veamos el escenario electoral del Frente Amplio de cara a la campaña por la intendencia de Colonia.

¿Que les parece a ustedes que será lo primero que vaya a decir el candidato frentista que se suba a la tribuna para intentar competir con dignidad en la campaña por la intendencia?

Exacto, tendrá que decir algo así como “Compañeros, lo primero que vamos a hacer cuando asumamos la intendencia de Colonia, porque la vamos a ganar, será eliminar inmediatamente ese impuesto injusto y absolutamente inapropiado que es el Impuesto al Alumbrado Público”.

¿Y que será lo segundo que dirá este candidato?. Adivinó “compañeros, y además, vamos a asegurar que todos los estudiantes de este departamento no tengan que pagar el boleto del ómnibus para trasladarse a estudiar a su centro de estudios”.

¿Demagogia? Puede ser si, pero también es la realidad para llegar con temas que tienen sensibilizado al pueblo de Colonia. Treinta mil voluntades que apoyaron la derogación del impuesto estarán esperando una frase como esa.

Para los que aburren con el discurso de voz engolada que señala que “hay que ser responsables en la oposición, etc etc” déjenme ponerles un ejemplo.

Pongan a todos los votantes del país en una plaza y paren enfrente a Danilo Astori y luego pídanle a la gente que cree que el Investment Grade es importante para el país, que se separen a un costado. Listo, avísenle a Astori que ya voy y lo acompaño para hacer un truco de cuatro con los tres votantes a los que le importa su propuesta.

A la gente hoy le importa que le descuenten la nafta, que le rebajen las tarifas públicas, que les hagan un gesto desde el gobierno de que el esfuerzo que hacen estos uruguayos todos los días yendo a trabajar y pagando religiosamente sus esfuerzos, ha servido de algo. Y nada tiene que ver eso con demagogia.

Nada les importa el Investmen Grade, que se haya cambiado la matriz productiva, que la energía eléctrica se produzca con el sol, la biomasa o la caca de los perros, si eso no sirve para que le rebajen aunque sea 10 pesos el consumo de electricidad en su factura de UTE.

Y si encima le quieren hacer creer que un aumento termina siendo una rebaja, el ciudadano siente que le están tomando el pelo.

Darse una vueltita por las redes sociales o escuchar una conversación en el almacén alcanza y sobra para entender esto.

No quiere ganar

Volviendo a Colonia, ningún discurso de campaña del Frente Amplio por la elección departamental puede eludir señalar que hay cosas que el gobierno de Carlos Moreira hizo bien y que se van a continuar o mejorar, que no se va a sacar a todos los contratados y deberá reconocer que deberá sostener y profundizar esa red de amiguismos, adhesiones voluntarias de blancos que son blancos por amor a la camiseta y por eso votan un intendente blanco, y clientes que viven y se mueven durante cinco años en torno a la intendencia de Colonia.

A menos que el Frente Amplio no quiera ganar la intendencia de Colonia, tendrá que abordar esos temas de forma ineludible en la próxima campaña electoral.

Como hacerlo, es una buena pregunta. En un escenario donde la mitad de la bancada apoyó dos impuestos claramente anti populares, se encuentra probablemente el corazón de la lucha de poder que hoy se da en el Frente Amplio de Colonia.

Y todavía hay quienes quieren hacer creer que lo importante es un sopapo que no llegó a destino.

Lucha de poder.

Sin Mujica en lugares destacables, el MPP sabe o teme que no pueda repetir un diputado en este departamento, por lo tanto, sabe que, en poquito tiempo, perderá el poder que hoy tiene en la interna coloniense.

El Partido Socialista se apronta para asumir nuevamente la hegemonía departamental y cree que puede volver a tener un diputado suyo como ocurrió con Jorge Coll. Y con ello, la suma del poder frenteamplista en Colonia.

Sin embargo, su involucramiento con los temas descritos más arriba, le restan votos en la ciudadanía. y eso lo ven los estrategas socialistas.

Con un partido Comunista que también está fraccionado en diversos grupos, saber como resultará la mayoría que logre imponerse y lograr un diputado, ya desvela a dirigentes de los sectores frenteamplistas mayoritarios.

Si a eso se suma que hay sectores que tienen más gente acomodada en cargos políticos que representación electa por la ciudadanía, tenemos un panorama bastante completo.

En ese marco, que salga un loco suelto como Hebert Márquez, con imagen reconocida en la opinión pública y votos detrás, es absolutamente inapropiado para la política de “no hacer olas” de la dirigencia departamental, que pretende dejar que la interna se dirima entre los grupos mayoritarios, y se mantenga la correlación de fuerzas y los acuerdos de la interna.

Conservar el statu quo del frenteamplismo departamental también es parte de la estrategia de la que no se habla, pero que se está manejando permanentemente entre los dirigentes colonienses. Casi tan religiosamente como el ciudadano común consulta el estado del tiempo cada mañana.

Una fuerza que se dice progresista pero que en los hechos y en su accionar en el plano departamental, resulta profundamente conservadora.

Un dirigente consultado esta semana me recordaba como el Frente Amplio acordó con Zimmer en el período anterior y ahora otro sector del Frente Amplio que parece haberse plegado ¿incondicionalmente?, al gobierno de Moreira, me dejó la pregunta picando ¿y si en realidad el Frente Amplio no quiere ganar la intendencia de Colonia?, ¿Y si le sirve más realizar este tipo de acuerdos con los blancos después de la elección, para mantener al Frente Amplio de Colonia a media agua, evitando conflictos y luchas internas por el poder?

Preguntas que por ahora, no tienen respuesta.

5 comentarios sobre “La conducta esquizofrénica del Frente Amplio de Colonia

  1. Conozco a Marqués y para nada justifico la violencia pero es aberrante ver como hacen la plancha los socialistas esperando ser reelectos sin hacer absolutamente nada excepto apoyar a los blancos. Vos Gabriel cuántas veces nombraste a los rosaditos cómo les llamas a estos ?? Pegados a la banca de Colonia y quietitos para que no los muevan eso cuando van regalenle un marcador dan vergüenza

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  2. Gracias Gabriel¡¡ para los que nos alejamos un poco de la política (por salud mental) nos viene bien este tipo de análisis para mantenernos informados…mirar un poquitito desde afuera ..y analizar tranquilos…lo malo es que hay tanto por hacer ,,,y nos pegamos siempre entre nosotros ,,,la oposición de fiesta,,, no se genera discusión y parece que no podemos considerar siquiera que el opositor está afuera ,,,no entre nuestras filas,
    La auto critica murió …ahora cuido mi chacrita..y de ahí no se sale …aferrados a un sillón……para hacer por el pueblo o para generarme ingresos…? Thys is the question……..

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