Tuve un déjà vu

dejavuPor Gabriel Monteagudo

Tener un déjà vu es tener la sensación de que algo que estás viviendo en este momento y que parece un hecho novedoso, es algo que ya viviste tiempo atrás.

Lo que ocurre en este caso con el combustible y la intendencia de Colonia es parte de ese hecho noticioso que parece nuevo pero que en esta comuna coloniense, es tan común como el agujero del mate para los uruguayos.

Esta semana, exactamente el 25 de noviembre de 2015 se conoció públicamente la detención de siete funcionarios municipales y otros tanto que fueron a declarar al juzgado de rosario pro un presunto hurto de combustible.

Exactamente el 25 de noviembre de 2005, el entonces recién entrante intendente Dr. Walter Zimmer comparece ante la Junta Departamental de Colonia porque había denunciado luego de ingresar, que constató la existencia de un mercado de combustible dentro de la intendencia de Colonia, donde se sabía que había comercialización de gasoil entre 7 y 9 pesos el litro, exceso de gasto de lubricantes, de valvulina y líquidos de frenos

¿Casualidad? Pareciera que no. Quién dejaba en ese momento la intendencia luego de diez años de gobierno era Carlos Moreira y Walter Zimmer comenzó por lo que parece uno de los talones de Aquiles de la intendencia, y es la fuga indiscriminada de combustible.

Ahora, la gestión de Moreira comienza por el mismo lugar por el que Zimmer comenzó investigando su gestión entonces. Más que casualidad parece que Moreira fue anotando y ahora, ítem por ítem, está recorriendo el mismo camino de vendeta política que le aplicó diez años atrás el barbado intendente.

En noviembre de 2005, Zimmer concurrió a la Junta para explicar como detectó que un funcionario municipal era responsable del hurto de combustible “Por supuesto que comprometimos que esta gestión, nuestra administración, iba a poner entre otros puntos, hincapié sobre el combate a la corrupción” dijo Zimmer a los ediles, “esta situación llevó a tomar mecanismos de control tales que, en un momento determinado, se pudo tomar un funcionario municipal y el comprador del combustible, por lo cual ambos han sido procesados y por supuesto que el funcionario infiel -que consideramos que son una minoría, porque la mayoría de los funcionarios municipales son excelentes funcionarios- que pertenece a esa minoría que está haciendo un daño terrible. Este funcionario seguirá el trámite administrativo correspondiente a los efectos de que esta Corporación, cuando se le envíe el mensaje, tome la decisión”.

Qué dijo Moreira este miércoles a EL ECO: “se trata de algo que sucedía en la administración anterior y vamos a sumariar y separar del cargo a los funcionarios porque entendemos que hay elementos suficientes”.

Similitud de discurso y similitud de procedimientos sobre un mismo tema, al que dedican sus primeros meses de gestión.

Indudablemente que es algo que hay que hacer porque la administración municipal debe perseguir la corrupción dentro de la intendencia. Sin embargo, cuando se producen este tipo de casos, siempre es porque alguien, en un cargo más arriba, no hizo lo que debía hacer o tuvo una actitud muy laxa ante los mecanismos de contralor de los que era responsable. Esos, son los que no caen, los que siempre están y los que siempre permanecen gobierno tras gobierno.

Decía Zimmer ante los ediles el 25 de noviembre de 2005. “nosotros tenemos la sana intención de no andar persiguiendo ladrones de combustible y de lubricantes, sino que queremos que no haya ya este tipo de situación. Es decir: prevenir es ta acción delictiva y hacerlo con mecanismos persuasivos y de contralor, que es el mejor mecanismo que existe, porque de no tomar esas medidas, vamos a estar siempre corriendo atrás del que roba y siempre van a seguir robando”.

Obviamente Zimmer hablaba de lo que había sido la gestión dejada por Carlos Moreira. “En la progresión que nosotros estamos en este momento, aproximadamente tenemos un 10 % de ahorro de combustible en la proporción que tenemos, que tendría que ser más todavía, pero evidentemente en base a que hay sustracciones, hay robos, no logramos llegar a las cifras correctas, pero se han ahorrado con mecanismos de contralor unos cuántos miles de litros de combustible, que significa una cifra importantísimo en pesos”.

En conclusión: cuando Zimmer tomó el gobierno después de 10 años que le dejó Moreira, lo primero que hizo fue denunciar el hurto de combustible y la falta de controles del gobierno anterior. Ahora, cuando asume Carlos Moreira, lo primero que hace es denunciar el hurto de combustible y la falta de controles del gobierno de 10 años que le dejó Zimmer.

Todo parece indicar que las situaciones, incluso calcadas en el día y mes ocurridas con diez años de diferencia, no parecen ser pura casualidad y en ante esto, la cuestión fundamental no es que se hagan un pase de factura calcado con diez años de diferencia, sino que se efectivicen controles para que estas situaciones no sigan ocurriendo a lo largo de sus respectivos períodos.

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